Educación y Sociedad

Vol. 18, No.1, Enero-Abril de 2020 (102-114)

ISSN: 1811-9034 RNPS: 2073

Artículo de investigación resultado del proyecto de investigación “La formación martiana: su contribución a la integralidad del estudiante” en la Universidad de la Isla de la Juventud “Jesús Montané Oropesa”

Recibido: 16 de octubre de 2019

Aprobado: 8 de enero de 2020

Publicado: 8 de enero de 2020

El enfoque martiano en el proceso de enseñanza-aprendizaje: su contribución a la formación martiana del estudiante

Marti´s approach in the teaching-learning process: its contribution to the student's formation regarding Marti´s thought

José Rolando Vázquez-Labrada

jrvazquezl@uij.edu.cu

Magdalena Moreno-Martínez

mmorenom@uij.edu.cu

Daisy Margarita Gotay-López

dgotayl@uij.edu.cu

Universidad de la Isla de la Juventud “Jesús Montané Oropesa”, Cuba.

Resumen

El objetivo del artículo, es demostrar cómo se arriba al concepto enfoque martiano en el proceso de enseñanza-aprendizaje y su contribución a la formación martiana del estudiante. Se realiza un estudio de la evolución del trabajo con el pensamiento martiano. Desde el enfoque dialéctico materialista y de los métodos histórico-lógico y analítico-sintético, se valoran, las aportaciones de los distintos autores hasta arribar al concepto “enfoque martiano en el proceso de enseñanza-aprendizaje”: vía de que disponen los profesores para contribuir a la formación martiana del estudiante. La importancia del tema está dada por su vinculación con la política trazada por el Partido y concretadas en el documento base para el diseño de los Planes de estudio “E”.

Palabras clave: enseñanza superior, José Martí, sistema de valores, teoría educativa

Abstract

The objective of the article is to demonstrate how the concept of Marti´s approach is reached in the teaching-learning process and its contribution to student's formation regarding Marti´s thought. A study of the evolution of work with Marti´s thought is carried out. From the materialistic dialectical approach and from the historical-logical and analytical-synthetic methods, the contributions of the different authors until arriving at the concept of “Marti´s approach in the teaching-learning process” are put in their right place: an available way to teachers in order to contribute to the student's education regarding Marti´s thought. The


importance of the subject is given by its link with the policy drawn up by the Cuban Communist Party and specified in the base document for the design of the “E” Study Plans.

Key words: higher education, José Martí, value system, educational theory

Introducción

El artículo que se presenta es el resultado de un trabajo de investigación que data de muchos años. Desde la década del 80 del siglo XX, uno de sus autores, recién graduado y movido por las inquietudes que despertaba en él la débil o casi nula utilización del pensamiento de José Martí a la formación integral de los estudiantes, inició el estudio y profundización del tema.

Los cambios que se llevan a cabo en el país con el proceso de rectificación, particularmente en la esfera educacional y, como parte de ello, la ubicación del pensamiento martiano en el centro de la formación de profesionales revolucionarios, --sin obviar el rol que deben desempeñar el marxismo y el leninismo--, condujeron a la creación de las Cátedras y Aulas martianas en las instituciones escolares, las cuales fueron dotadas con los Cuadernos Martianos.

Desde la Cátedra Martiana se ha trabajado persistentemente para sensibilizar a los directivos y profesores en la concreción de estrategias dirigidas a convertir la vida, la obra y el pensamiento martiano en una herramienta de formación de los estudiantes, así como para lograr su implementación como parte de la teoría educativa. Como resultado se logró una acción colectiva en la licenciatura en educación que luego, con el proceso integracionista de la universidad pinera, se ha convertido en tarea de una porción importante de la institución, extendida a las demás carreras. En ello han incidido las actividades desplegadas en el marco de la Cátedra Martiana y el proyecto “la formación martiana: su contribución a la integralidad del estudiante” en cuyo seno trabajan más de 20 profesores de distintos departamentos, facultades y especialidades.

El estudio realizado, desde un enfoque dialéctico materialista --y apoyado en los métodos histórico-lógico, y analítico-sintético--, incluye un recorrido en torno a la evolución que experimenta el trabajo con la obra y el pensamiento martiano en la investigación científica. A partir de la utilización de los métodos empíricos de la investigación científica (entrevista y encuesta), se sometió a estudio, el modo en que procedían los profesores en el aula al utilizar la obra y el pensamiento de José Martí, cuyos resultados se expusieron por los autores en artículo publicado en una revista española (Vázquez, Moreno & Facenda, 2018). Se detectó que, didácticamente, lo que se hace es introducir el pensamiento martiano y no incorporar el enfoque martiano de los problemas analizados durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, cuestión en la que se detienen los autores más adelante.

El estudio de este tema posee una gran significación para transformar el trabajo con la obra y el pensamiento de José Martí en una herramienta eficaz para la formación del estudiante universitario, en sintonía con la política educacional trazada en el VI y VII congresos y la Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba (PCC), que toman cuerpo, entre otros materiales del Ministerio de Educación Superior (MES), en el documento base para el diseño de los Planes de Estudio “E”. Su importancia y necesidad social se revela en la coincidencia de esta labor con la política trazada por el PCC y el Estado cubanos. Forma parte del proyecto “la formación martiana del estudiante: su contribución a la integralidad del estudiante” en la Universidad de la Isla de la Juventud (UIJ) “Jesús Montané Oropesa”, cuya apertura ha dado un gran impulso, con modestos resultados aún, al cumplimiento del objetivo trazado.

Es una investigación básica, de tipo explicativo, en la que se han identificado los logros y las limitaciones existentes en el país, concretamente en la Isla de la Juventud, para la incorporación del pensamiento martiano a la formación integral del estudiante, así como las causas que las determinan y las soluciones, que han permitido arribar al concepto proceso de enseñanza-aprendizaje con enfoque martiano o, lo que es lo mismo, incorporación del enfoque martiano en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Los autores de este trabajo tienen el objetivo de demostrar que al concepto “enfoque martiano en el proceso de enseñanza-aprendizaje” se llega como resultado de la evolución natural que va experimentado el trabajo con la obra y el pensamiento de José Martí en la investigación, cuyos resultados se han socializado a través de artículos y la presentación de ponencias en eventos científicos. Asimismo, se realiza un recorrido por la literatura que permitió ir develando la evolución que sufre el tratamiento del trabajo con la obra y el pensamiento martiano en Cuba, en relación directa con el perfeccionamiento de la política educacional.

Un lugar muy especial en ello lo ocuparon los institutos superiores pedagógicos, (actualmente integrados con las universidades no pedagógicas), pero también avanzan en la misma dirección otros autores de los diferentes subsistemas del sistema nacional de enseñanza. En el desarrollo se explica la diferencia entre incorporación del pensamiento martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje e incorporación del enfoque martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje.

Desarrollo

Evolución del trabajo con la obra y el pensamiento martiano en la universidad cubana

En torno al papel que debe desempañar el estudio de la obra y el pensamiento de José Martí en la formación de las nuevas generaciones en el ámbito escolar, y social en general, se ha escrito abundantemente y varios investigadores han realizado valiosos aportes a la teoría educativa y la didáctica. Sin embargo, hay una pregunta que necesita de reflexión y debate ¿ha llegado la investigación científica, definitivamente, a la solución de esta problemática de tanta significación para la Revolución cubana y para la humanidad? Si fuera así, no estaríamos en presencia de un acto de ciencia, pues el conocimiento es infinito tal y como lo es la realidad que le sirve de fundamento. Reflexionar sobre este decisivo aspecto es de importancia cardinal para seguir avanzando en el perfeccionamiento de esta labor.

Otras interrogantes que deben ser dilucidadas son ¿ha ocupado el pensamiento martiano, durante todo el proceso revolucionario, el lugar que le corresponde en la formación de las nuevas generaciones? ¿Cuál es la diferencia entre incorporación del pensamiento martiano e incorporación del enfoque martiano a dicha formación?

Investigadores como Pérez, Chávez, Rojas y Keeling señalan que entre los artículos publicados en la revista “Varona”, entre 1976 y 1985 “sobresale el hecho de que ninguno de ellos estuvo dedicado a la figura de José Martí” (Pérez, Chávez, Rojas & Keeling, 2011, p. 25), lo cual es una muestra de que el Héroe Nacional, entre los años 70 y fines de los 80 fue, prácticamente, un desterrado de la escuela cubana. Los autores señalados, en el mismo trabajo insisten en que para los años 90, la Revista Varona aún no había incorporado prioritariamente trabajos dedicados al estudio de la teoría educativa en la obra y el pensamiento de José Martí, el cual aparece, por primera vez, en esta etapa vinculado a los idiomas extranjeros. Esto le permitió arribar a la conclusión de que “el tratamiento a la figura del Héroe Nacional es prácticamente inexistente”, situación que experimentó un cambio significativo con posterioridad (Pérez, Chávez, Rojas & Keeling, 2011, p. 25).

¿Estuvo ajena la educación cubana a esa realidad en el resto de la nación? Los autores de este trabajo afirman que la situación fue similar en todo el país (Vázquez & Moreno, 2018). Es una de las razones que hizo necesaria la rectificación en el terreno educacional. Como parte de ello, Hart (1989) llamó a rectificar las insuficiencias de carácter filosófico, el esquematismo y el dogma con que se había pretendido formar a las nuevas generaciones y señala la importancia de esclarecer, definitivamente, las raíces martianas de la actual etapa de la Revolución. Enseñarlo y mostrarlo en la evolución de la cultura cubana, enfatiza, es el primer deber que debe cumplirse.

Como resultado de la crítica radical de la más alta dirección del país, a la situación a que condujo la copia mecánica de experiencias ajenas que caracterizó a los años precedentes, desde finales de la década del 80 se dan pasos decisivos dirigidos a garantizar la presencia martiana en la escuela. El Ministerio de Educación (MINED), apoyado por Vitier Bolaños[1], desarrollaron un dinámico movimiento dirigido a cumplir con el deber aludido por Hart: las Cátedras, Aulas martianas y los Cuadernos Martianos, son una muestra fehaciente de ello.

El MINED, con el objetivo de convertir a José Martí en presencia cotidiana en la escuela, editó el documento “José Martí en la fragua de nuestro espíritu” (Toledo, 1991) donde se expresa la necesidad de no reducir el estudio de José Martí a los límites de una asignatura, ni siquiera de aquellas que por su contenido reclaman “la presencia explícita de su legado” porque la obra martiana permite el acceso y la valoración de diversos aspectos del conocimiento, estrechamente vinculados al objeto de estudio delas diferentes disciplinas y sus asignaturas (Toledo, 1991, p. 11). Vitier (1997) en la introducción al Cuaderno Martiano IV Martí en la universidad expresó su aspiración a que los estudiantes universitarios se sientan atraídos por aquella proyección de la obra martiana que se relaciona con sus materias de estudio.

Como se puede observar, ambas ideas coinciden y son fundamentales para comprender la vía a partir de la cual las disciplinas y sus asignaturas pueden contribuir a la asunción del José Martí íntegro que cada profesional necesita. Es decir, cada una aporta una faceta de su vida, obra y pensamiento. De ese modo, una vez egresado de la enseñanza superior, el graduado se habrá apropiado de todo Martí o al menos, de aquella parte que le es esencial para el ejercicio de su labor, no solo como profesional, sino como revolucionario, patriota, humanista, antimperialista, comprometido con el desarrollo de su tierra y de toda la humanidad.

De lo que se trata es de incorporar, en cada asignatura, aquellos sistemas de conocimientos de la vida, la obra y el pensamiento de José Martí, y los valores a ellos asociados, que son significativos para la formación de los estudiantes.

El trabajo con la obra martiana en el Plan de estudio

Los maestros de todos los subsistemas y carreras están obligados a ser portadores del sistema de valores martianos en tanto, condición necesaria para que eduquen a sus discípulos, idea de un colectivo de autores encabezado por Miranda Lena, que fue incluida, primero, en el modelo del profesional del Plan de Estudio “D” para las carreras de la Licenciatura en Educación, pero extendidas, después, en el “E” a todas las especialidades. Entre los rasgos que deben caracterizar al maestro, incluido el de la enseñanza superior, se destacan:

Ser más revolucionarios, sensibles y comprometidos con el mejoramiento humano; con la formación ideológica y cultural con base humanista y con sólida preparación político-ideológica, martiana, marxista-leninista, fidelista y científica así como una firme preparación científica y metodológica, portadora de los valores humanos y revolucionarios que exige la sociedad. (Miranda , L., et al, (2001),citados en Rodríguez, Buenavilla, Del Sol & Piñera, 2011, p. 6-7).

En correspondencia, el MINED orienta reforzar el estudio de la obra y el pensamiento de José Martí por estudiantes y profesores, para informarse acerca de él y, a través de él, formarse; asegurar el dominio del contenido de los Cuadernos Martianos y su utilización en las clases; precisar, por grados y niveles, qué contenidos deben ser del dominio de los alumnos. Por tal razón, el maestro en su actuación diaria, pondrá de manifiesto el sistema de valores que lo caracterizan (MINED, 2002).

En el modelo del profesional de los Planes de estudio “E” se destaca de modo similar, que todo profesional tiene que estar comprometido moralmente con los principios de la Revolución, revelados en su sistema de valores: el patriotismo, el antimperialismo, la solidaridad, el humanismo, la responsabilidad y la intransigencia ante toda forma de explotación, discriminación o lesión de la dignidad humana.

Padrón, Álvarez y del Castillo (2009) se refieren a una importante experiencia desarrollada en el antiguo Instituto Superior Pedagógico “José Martí” de Camagüey, sugieren que, desde el currículo, se debe intencionar en los contenidos la sistematización del estudio de la vida y la obra de José Martí y desplegaron un trabajo orientado a identificar cómo los programas de disciplina y asignaturas de la carrera de Lengua Inglesa, inciden en la formación martiana de sus estudiantes.

Diseñaron y pusieron en práctica una estrategia dirigida a cumplir con el objetivo propuesto que incluye un conjunto de acciones materializadas en la docencia a partir del curso 2005-2006. En el siguiente, introdujeron los temas en el sistema de la disciplina Práctica Integral de la Lengua Inglesa, específicamente, en los cursos intensivos.

La importancia de su experiencia radica en que vinculan el trabajo con el pensamiento y la obra martiana con el objeto de estudio de las disciplinas y sus asignaturas, lo cual no resultaba común, pues, generalmente, se limitaba el trabajo de los estudiantes a importantes aristas vinculadas al independentismo, el antirracismo, el latinoamericanismo y el antimperialismo martiano, entre otras.

Jañez, Rey y Rodríguez (2010), destacan que en José Martí se encuentra el basamento ideológico y metodológico para el tratamiento de los más diversos contenidos. Ejemplifican con la carrera Estudios Socioculturales. Consideran que la integración de la obra y el pensamiento de José Martí a los planes de estudio y programas de disciplinas y analíticos, constituye una prioridad, porque deviene en fuente imprescindible de la que deben nutrirse los futuros profesionales de la carrera. En ella encuentran ideas y conceptos elementales en torno “a la educación popular que son fundamentos básicos para realizar los estudios y el trabajo comunitario que se requiere hoy en día” (Jañez, Rey & Rodríguez, 2010, p. 3). El valor de esas reflexiones radica en que ellos también vinculan el trabajo con el pensamiento y la obra martiana con el objeto de trabajo de la carrera, sus disciplinas y sus asignaturas.

En el citado trabajo de Pérez, Chávez, Rojas y Keeling (2011), se señala, entre las direcciones fundamentales en la investigación en torno a la obra y el pensamiento martiano en el entonces Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”, el estudio de diferentes aristas que se constituyen en sustento medular de diferentes disciplinas. No obstante, vale la pena preguntarse ¿Existe alguna en que no lo sea?

Rodríguez (2010) retoma la idea de Toledo ya aludida, e insiste en que para convertir a José Martí en un escudo moral, no se puede circunscribir su estudio a una asignatura específica o a su abordaje por una en solitario, sino que es indispensable hacerlo transitar por las dimensiones curricular y extracurricular.

Sin dudas, la anterior es una importante idea. Formar martianamente a los estudiantes implica, necesariamente, hacer que la obra y el pensamiento José Martí lo acompañen durante todo el proceso de enseñanza-aprendizaje y, por ende, de su formación. Para ello debe estar diseñado desde el currículo.

Nótese que varios autores insisten, primero, en que el trabajo con el pensamiento y la obra martiana debe estar planificado y organizado desde el plan de estudio; segundo, que tiene que estar vinculado a los contenidos de las disciplinas y sus asignaturas como vía para que los estudiantes, no solo se informen sobre la vida, la obra y el pensamiento del Héroe Nacional sino para que, a través de él, se formen, es decir, se instruyan, eduquen y desarrollen.

La incorporación del enfoque martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje

Como se puede observar, ha sido largo el camino recorrido. Incontables son los aportes que han permitido avanzar hasta el presente, en que José Martí es, sin duda, presencia cotidiana en la labor de los profesores, en las distintas disciplinas y asignaturas y en otras actividades de las instituciones escolares. Sin embargo, tiene total vigencia la preocupación en torno a que los niños, adolescentes y jóvenes, a pesar de todo cuanto se hace, no conocen a José Martí como deben (Sánchez, 2006). En el tiempo transcurrido la situación ha cambiado, pero la dificultad en esencia se mantiene (Vázquez & Moreno, 2018), en lo cual inciden una serie de factores que merecen estudio e investigación.

Es decir, aunque lo avanzado es innegable, convertir el trabajo con la obra y el pensamiento de José Martí en una herramienta de formación en manos del maestro y, a través de él, de las nuevas generaciones, es un problema no resuelto que necesita de la superación del personal docente, de su autosuperación, del perfeccionamiento del trabajo metodológico, pero, también, de la investigación científica, pues en su seno existen regularidades y tendencias que es necesario poner al descubierto.

Quien considere que la ciencia ha llegado a un punto de remate en torno a este asunto, peca, quien crea que ha aportado el sumun plus ultra en torno a tan delicada y decisiva cuestión para el destino de la patria, comete un grave error lesivo a la educación. Se necesita enriquecer el sistema conceptual de la teoría educativa cubana.

Con toda intención, el PCC --a raíz del aniversario 155 del natalicio del Apóstol José Martí--, convocó a incorporar el pensamiento martiano en la fundamentación y contenido de las distintas disciplinas, asignaturas y en todo el proceso de formación en las instituciones escolares (PCC, 2004); en la I Conferencia Nacional (2012) y en su VII Congreso (2017), se insiste en la necesidad de continuar profundizando en el legado de José Martí y aplicarlo en todo el sistema nacional de educación.

Los autores de este artículo pretenden brindar su modesto aporte al perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje y, por ende, a la formación del profesional cubano. Para ello, es indispensable analizar el sentido con que se usan las expresiones “aplicar” e “incorporar” el pensamiento martiano a dicho proceso, así como perfeccionarlo, tal y como exige la política educacional.

Aplicar proviene del latín aplicare. En este caso significa emplear o poner en práctica un conocimiento para obtener un determinado efecto. La aplicación del pensamiento y la obra martiana en todo el sistema de enseñanza debe entenderse como su utilización práctica en tanto instrumento para la formación de la personalidad de los estudiantes (efecto).

La indagación teórica y empírica, a través de la revisión de artículos científicos y de ponencias presentadas en distintos eventos, especialmente en los Congresos internacionales “Pedagogía” y “Universidad”, así como la observación científica, la entrevista, la encuesta y la aplicación de otras técnicas, han permitido identificar que, en la práctica, el profesor lo que hace es introducir el pensamiento martiano en sus clases y demás actividades.

No se trata de una simple introducción del pensamiento martiano en la docencia de las distintas disciplinas y sus asignaturas (Vázquez, 2017). Incorporar, del latín incorporare, significa unir una cosa a otra, o varias cosas entre sí, de modo que, al fusionarse, formen un todo homogéneo. Perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje debe ser entendido como el afán de hacerlo más completo y eficiente.

Precisamente, de lo que se trata es de sistematizar el pensamiento martiano en el contenido de cada una de las disciplinas y asignaturas, de modo que se fortalezca la preparación científico-técnica, cultural y humanista del estudiante, a partir de la toma de conciencia de que existe en la obra martiana un sistema de conocimientos y de valores --sociales generales y particulares--, para el profesional, que son fundamentales para su desempeño como ciudadanos y como trabajadores.

En el afán de cumplir con esta exigencia de la política educacional no son pocas las veces en que maestros y directivos de la educación y otros funcionarios, recurren a estudiosos de la obra martiana para introducir en sus clases o en un discurso, frases martianas que no solo están descontextualizadas, sino que en raras ocasiones se avienen a la naturaleza del objeto de análisis.

La incorporación de la obra y el pensamiento martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje tiene como fin contribuir a la formación martiana, la que debe ser entendida no solo como parte de la formación integral del estudiante, sino como elemento que la fortalece, que la hace más plena. Y como ese fenómeno no debe ser algo abstracto, se requiere de una conceptualización que permita concretar ese magno objetivo.

La categoría punto de partida es Ideología de la Revolución Cubana, pues la formación integral del estudiante tiene por base sus fundamentos y principios, entre los cuales, el pensamiento martiano ocupa un lugar central. De ahí que la formación martiana del estudiantado cubano emerja como una necesidad imperiosa.

Los autores proponen, para su consecución, y en sintonía con la experiencia acumulada en el trabajo con la obra y el pensamiento de José Martí, el concepto incorporación del enfoque martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje o proceso de enseñanza-aprendizaje con enfoque martiano. No es lo mismo decir incorporación del pensamiento martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje que apostar por la incorporación del enfoque martiano a dicho proceso. No es, aunque parezca, un juego de palabras.

En el primer caso, “incorporación del pensamiento martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje”, puede hacerse sin respetar la lógica del sistema de conocimientos que se estudia. Basta con introducir una idea cualquiera de un texto de la obra de José Martí, aunque no tenga razón de ser en el contexto en que se hace. Es la razón por la cual el profesor, obedeciendo a un modismo, o al cumplimiento formal de una exigencia, se siente satisfecho cuando en un control a clases alude a una idea del Héroe Nacional, aunque esté descontextualizada, considerando que ha cumplido con un requerimiento de la política educacional.

Otra cosa sucede en el segundo caso “incorporación del enfoque martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje”, el cual debe ser entendido como la sistematización de los puntos de vista, las posiciones teóricas, la comprensión, la interpretación, valoración y explicación que José Martí realizó acerca de aquellos objetos, fenómenos, procesos y personalidades que forman parte del objeto de estudio de las asignaturas y que poseen una significación trascendente para la preparación cultural y científico-laboral (instrucción-desarrollo) e ideopolítica (educación) de los estudiantes.

La categoría enfoque martiano del proceso de enseñanza-aprendizaje permite poner un límite al objetivo de incorporar el pensamiento martiano o, lo que es lo mismo, favorece una concreción mayor y, por ello, una concepción más apropiada. No lo estimula en abstracto, en general. Es un concepto que obliga al profesor a respetar la lógica de su disciplina académica y de la ciencia que le sirve de fundamento, así como de las Ciencias de la Educación. Además, le exige dominar la obra martiana.

Con eso, la incorporación del enfoque martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje se convierte en la vía a partir de la cual, los profesores, y sus asignaturas, contribuyen a la formación martiana del estudiante, o sea, una vez que el estudiante egresa de las aulas universitarias, llevará en sí ese Martí único, integral, que le aportarán todas y cada una de las asignaturas de estudio, desde la Matemática hasta las propias de la carrera de Cultura Física, pero en cuyo proceso él debe jugar un papel protagónico en aras de alcanzar su autodeterminación y autorregulación. De ese modo, la formación martiana se convierte en una herramienta que permite al docente fortalecer la formación integral del estudiante en la enseñanza superior.

Por otro lado, de esa manera, el profesor se ve en la necesidad de incorporar entre los medios de enseñanza, los textos de José Martí en que aparecen sus reflexiones vinculadas al objeto de estudio de la asignatura en cuestión, con el consiguiente desarrollo de hábitos de estudio y de habilidades en general, y del trabajo con la obra martiana, en particular, así como de métodos y formas de organización que estimulen el protagonismo de los estudiantes y su independencia y creatividad.

En la reunión de socios de la Sociedad Cultural José Martí celebrada en abril del 2017, Díaz Canel señaló que en la obra y el pensamiento martiano se encuentran respuestas a las complejas interrogantes que plantea la vida, así como para los propósitos que tiene Cuba como país. Su estudio es imprescindible para que, cada vez, “seamos más martianos en sentimientos, en pensamiento y en acción” (Díaz, 2017), es decir, integralmente. ¿Cómo aportar ese Martí integral al profesional cubano que egresa de la universidad? Se precisa del desarrollo de un proceso de enseñanza-aprendizaje con enfoque martiano en cada una de las asignaturas que es, en la enseñanza superior, aunque no la única, vía fundamental para su consecución.

En su tesis doctoral, Vázquez (2017) afirma que la formación martiana es un proceso y una tarea de todas las agencias y agentes socializadores y debe ser el resultado de una estrategia integral, donde la escuela tiene la máxima responsabilidad, pues, --aunque debe concebirse desde el plan de estudio, en el modelo del profesional, en el plan del proceso docente y en los programas de disciplinas y de asignaturas--, su consecución se decide en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es obvio que no se alcanzará como resultado de las acciones propias de un subsistema educacional, ni de una disciplina o asignatura, ni de un año determinado, sino del esfuerzo mancomunado de todos y cada uno de los eslabones y agentes que deben intervenir en su concreción (Vázquez, 2017). En la institución universitaria será expresión de todas y cada una de las actividades formativas, de investigación y extensionistas.

Conclusiones

El camino seguido hasta el presente ha sido rico en aportes y experiencias en torno al cumplimiento de la política educacional trazada por el PCC y el Estado, para estimular, entre estudiantes y profesores, el estudio, la investigación y la promoción del pensamiento y la obra de José Martí, así como su sistematización en el proceso de enseñanza-aprendizaje y, por ende, en la formación del estudiante.

Los logros alcanzados en esa labor, así como las limitaciones existentes, han permitido arribar a la categoría enfoque martiano del proceso de enseñanza-aprendizaje como vía que favorece la labor formativa de los docentes en el afán de hacer de cada estudiante un revolucionario que se caracterice por ser martiano de sentimiento, de pensamiento y de acción.

La categoría incorporación del enfoque martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje es punto de llegada y de partida. La investigación científica y la socialización de las experiencias en este campo enriquecerán con creces en el futuro lo alcanzado hasta aquí.

Entre las tareas inmediatas que debe enfrentar la investigación científica, en aras de perfeccionar la actividad educativa, se encuentra la necesidad de identificar los factores que convierten la incorporación del enfoque martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje y, por tanto, de formación, en una tarea tan difícil. También es indispensable determinar las vías a partir de las cuales se puede despertar en los docentes la sensibilidad y la conciencia de que hacerlo es una vía esencial para el perfeccionamiento y la elevación de la calidad educacional, exigencia de los lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución.

Al mismo tiempo, es preciso que en el seno de cada disciplina y asignatura se investigue cómo incorporar el enfoque martiano al proceso de enseñanza-aprendizaje, o lo que es lo mismo, cómo desarrollar un proceso de enseñanza-aprendizaje con enfoque martiano.

Referencias bibliográficas

Díaz, M. (8 de Abril de 2017). Intervención en el balance del Programa Martiano. Diario Granma .

Hart, A. (1989). Entrevista concedida a Juan Sánchez. Bohemia. La Habana, 42, 2-5.

Jañez, A., Rey, R. & Rodríguez, Y. (2010). El pensamiento martiano sobre educación popular y su importancia para la formación del especialista de la carrera de Estudios Socioculturales. Las Tunas: CD-ROM.

Ministerio de Educación. (1991). José Martí en la fragua de nuestro espíritu. La Habana: Ministerio de Educación.

Ministerio de Educación. (2002). Ética e Ideario Martiano: formación en valores de los niños, adolescentes y jóvenes. Habana: MINED.

PCC. (2017). Documentos del 7mo. Congreso del Partido aprobados por el III Pleno del Comité Central del PCC el 18 de mayo de 2017 y respaldados por la Asamblea Nacional del Poder Popular el 1 de junio de 2017. Tabloides I y II . Habana: UEB gráfica.

PCC. (2012). Documentos del Partido Comunista de Cuba. Habana: Ciencias sociales.

PCC. (2004). Para continuar estudiando a Martí. Convocatoria. Habana: Soporte digital.

Padrón, A., Álvarez, M. & del Castillo, M. (2009). Aproximarse a Martí en las clases de Inglés. Memorias del Congreso Internacional Pedagogía 2009. Encuentro por la unidad de los educadores. La Habana: Sello Editor Educación cubana.

Pérez, L., Chávez, J., Rojas, C. & Keeling, M. (2011). Aportes de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” a la obra educacional de la Revolución cubana. La Habana: Sello Editor Educación Cubana.

Rodríguez, M. (2010). Cómo leer la obra de José Martí : una propuesta y tres lecturas de “ La Edad de Oro”. Inédito.

Rodríguez, M., Buenavilla, R., Del Sol, M. & Piñera, Y. (2011). El ideal estético de formación profesional pedagógica: reflexiones desde el pensamiento de José Martí. La Habana: Sello Editor Educación Cubana.

Sánchez, A. (2006, 17 de enero). Intervención en el I Taller Nacional ·"José Martí y la cultura universal" convocado por la Comisión de Ciencia, educación, cultura, deporte y medio ambiente de la VI Legislatura de ANPP. Habana.

Toledo, L. (1991). José Martí en la fragua de nuestro espíritu. Acerca de la presencia de su legado en las tareas y los propósitos del Ministerio de Educación. La Habana: MINED.

Vázquez, J., Moreno, M. & Facenda, M. (2018). El perfeccionamiento continuo y permanente del trabajo con la obra martiana: una necesidad insoslayable. Revista Caribeña de las Ciencias Sociales. (abril 2018). //www.eumed.net/rev/caribe/2018/04/trabajo-obra-martiana.html

Vázquez, J. R. (2017). Concepción didáctica de la disciplina Marxismo e Ideario de José Martí con enfoque martiano. (Tesis doctoral no publicada). La Habana: ICCP.

Vitier, C. (1997). Martí en la universidad. Cuaderno martiano IV. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

 



[1]Cintio Vitier Bolaños (1921-2009) Destacada personalidad de la cultura cubana que dedicó parte de su obra al estudio, investigación, divulgación y promoción de la obra y el pensamiento martiano.