Educación y Sociedad

ISSN: 1811- 9034 RNPS: 2073

Vol. 18, No.2, Mayo-Agosto de 2020

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Estrategia didáctica para la formación de la competencia orientadora en los estudiantes de Psicología

Didactic strategy for training guidance competence in Psychology students

 

Artículo de investigación resultado del trabajo científico metodológico.

Recibido: 10 de diciembre de 2019

Aprobado: 4 de marzode 2020

Publicado: 10 de abril de 2020

 

Vivian Obdulia Gómez-Varona

viviangv@sma.unica.cu

Arely Beatriz Ascuy-Morales

arely@unica.cu

Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, Cuba.

Gómez-Varona, V. O. & Ascuy-Morales, A. B. (2020). Estrategia didáctica para la formación de la competencia orientadora en los estudiantes de Psicología. Educación y Sociedad. 18(2), 104-118.

 

Resumen

El objetivo es la elaboración de una estrategia didáctica para la formación de la competencia orientadora en los estudiantes del quinto año de la carrera de Psicología en la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, mediante el manejo de herramientas de ayuda en la orientación a los sujetos. Se emplearon métodos teóricos (analítico-sintético, holístico-dialéctico, sistémico-estructural-funcional) y métodos empíricos como el análisis de documentos, entrevistas, observación; se aplicó una variante pre experimental para comparar los cambios antes-después de la aplicación parcial de la estrategia. Se utilizaron la estadística descriptiva, la estadística inferencial, la prueba de hipótesis no paramétrica de Wilcoxon. Se concluye que existen diferencias significativas en los estudiantes en la prueba antes y después de aplicada la estrategia.

Palabras clave: competencia orientadora, competencias profesionales, formación

Abstract

The paper is aimed at elaborating a didactic strategy for training guidance competence in fifth year students of Psychology Major from Máximo Gómez Báez University of Ciego de Ávila by means of the management of aid tools in the orientation of subjects. Theoretical methods were used such as analytic-synthetic and the systemic-structural-functional, as well as empirical methods: document analysis, interviews, observations and a pre-experiment to compare results before and after the implementation of the strategy. Descriptive and inferential statistics were used together with the non-parametric Wilcoxon hypothesis test. It is concluded that there are significant differences in the students when comparing the results of the initial and final tests.

Key words: guidance competence, professional competence, training.

Introducción

En el proceso de sistematización epistemológica y praxiológica de la investigación, se evidencia que existe una preocupación compartida por diferentes investigadores e instituciones, respecto a la determinación e identificación de las competencias profesionales de los psicólogos: Castro (2004), Juliá (2006), Salazar y Prado (2012), Ruiz, Jaraba y Romero (2008), Herrera, Restrepo, Uribe & López (2009), Ballesteros, González y Peña (2010), Campos y Jaimes (2014), Reidl (2008), Castañeda (2008), Ruiz, Ruiz y García (2012) y Calderón (2013). Estos estudios están relacionados con cuestiones terminológicas y conceptuales, no se aprecia una sistematización en el estudio de la competencia interventiva; existen limitaciones en el estudio de la competencia orientadora, por ejemplo es característico en la formación del psicólogo cubano, que se conciba la apropiación de los saberes relacionados con la orientación psicológica, desde un modelo pedagógico en el que prevalecen los intereses y perfiles de aprendizaje, con una visión externalista, basada en lo que se percibe como necesario a lograr en los estudiantes (Calviño, 2002). El proceso formativo se dirige a la formación del psicólogo como orientador fundamentalmente a través del contenido de la asignatura Orientación Psicológica, lo que revela un insuficiente soporte teórico y metodológico para desarrollar la competencia orientadora en los estudiantes de Psicología.

El objetivo es la elaboración de una estrategia didáctica para la formación de la competencia orientadora en los estudiantes de Psicología. La misma es expresión de la relación dialéctica entre la lógica de la orientación psicológica y la lógica de solución de problemas profesionales que necesitan el recurso de la orientación.

Para el desarrollo de la investigación se trabajó de manera intencional con la totalidad de los estudiantes que cursan el quinto año de la carrera de Psicología en la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez (12 estudiantes), y con los 14 profesores psicólogos que imparten la docencia.

Se emplearon de manera interrelacionada métodos teóricos como el analítico-sintético, el holístico-dialéctico, el sistémico-estructural-funcional y métodos empíricos como el análisis de documentos, entrevistas, observación; la técnica del Assessment Center, para la evaluación de competencias, que tiene como fundamento la observación y registro de los desempeños de los estudiantes a través de la aplicación de una serie de pruebas de tipo situacional, que ponen a los participantes en situaciones similares a las del rol a desempeñar (Pinilla, 2002). También se aplicó el experimento en su variante pre-experimental para comparar los cambios antes-después de la aplicación parcial de la estrategia. Se utilizaron métodos estadísticos: la estadística descriptiva, la estadística inferencial, la prueba de hipótesis no paramétrica de Wilcoxon. Se aplicó también el criterio de expertos.

Desarrollo

La elaboración de la estrategia didáctica para la formación de la competencia orientadora en los estudiantes de la carrera de Licenciatura en Psicología, estuvo precedida de un análisis teórico relacionado con la formación de las competencias profesionales de los estudiantes de esta especialidad: Algunos trabajos consultados se dedican a determinar las competencias a desarrollar en los egresados de la carrera de Psicología, con énfasis en la conceptualización de estas, pero con sesgos en las definiciones que limitan la identificación de la orientación psicológica. Otros de esos estudios aportan el perfil de competencias del profesional de la Psicología, revelándolas por las áreas profesionales en las cuales una vez egresado se desempeñan, fundamentalmente las referidas al área laboral; consideran la intervención dentro de estas competencias profesionales, sin embargo, la limitan a la aplicación de los modelos psicoterapéuticos propios de diferentes escuelas psicológicas.

En Cuba, Rodríguez (2007) propone una estrategia para la preparación de los docentes con el fin de que desarrollen las competencias profesionales en los estudiantes de Psicología; Jhong (2012), precisó un perfil de competencias en los estudiantes de Psicología; Rodríguez, Colunga y Amayuela (2015), aportan una estrategia pedagógica para formar la competencia solución de problemas, sin embargo, en ninguno de estos casos se identifica una intencionalidad hacia la preparación de los estudiantes de Psicología como orientador para un desempeño competente.

Todo ello llevó a elaborar el constructo competencia orientadora, así como sus componentes estructurales, funcionales y los niveles de dominio de dicha competencia con sus respectivos desempeños; se asumieron los criterios expresados por Castellanos (2003) y González (2006), como referente psicológico; Tobón (2008, 2013); Tobón, Pimienta & García (2010) desde el enfoque socio formativo y como referente didáctico. Se coincide con estos autores en considerar la complejidad de la estructura de los componentes de las competencias en el orden cognitivo, afectivo e instrumental, los que en su integración matizan los niveles de desarrollo funcional que se alcanzan en la actuación de cada sujeto.

A partir de dichos referentes, se sustenta la competencia orientadora del psicólogo en formación. El estudiante de psicología integra conocimientos, habilidades, valores y cualidades de la personalidad que se relacionan según las condiciones, características y potencialidades de cada sujeto, para, --a través de un proceso de comunicación--, establecer relaciones de ayuda profesional personal psicológica en los distintos niveles y en cualquier campo de acción, a fin de favorecer el cambio personal, promover con eficiencia el conocimiento de las posibilidades de los sujetos de modo que estos puedan formular sus proyectos de vida, desarrollar sus potencialidades y ejecutar con éxito la toma de decisiones; a este fin, el psicólogo brinda los medios, procedimientos y recursos psicológicos necesarios con empatía, tolerancia y respeto a la individualidad.

Asimismo, se determinan y describen los conocimientos, habilidades, cualidades de la personalidad, valores y actitudes que conforman la estructura de esta competencia y sus funciones: preventiva o profiláctica, de desarrollo humano, educativa y compensatoria. Se realizó la descripción de la competencia orientadora a formar en los estudiantes de Psicología desde el enfoque socio formativo (Tobón, Pimienta & García, 2010), teniendo en cuenta como componentes fundamentales: identificación de la competencia, determinar los ejes procesuales (unidades de competencia), identificar los criterios o indicadores de desempeño por eje procesual y las evidencias a recolectar.

Se considera que el proceso de formación de la competencia orientadora es aquel que le facilita a los estudiantes identificar, comprender, construir, aplicar la orientación psicológica, partiendo de dos dimensiones fundamentales: la cultura de la orientación psicológica y la aplicación práctica de la ayuda profesional personal psicológica.

Una vez determinados los referentes teóricos, se determinan como premisas indispensables de la estrategia las siguientes: partir de una concepción humanista de la educación; direccionar el proceso de formación del psicólogo hacia la formación de la competencia orientadora con una perspectiva inter y transdisciplinar; contextualizar el contenido teórico, práctico y ético de la formación de la competencia orientadora teniendo en cuenta la diversificación de las formas y recursos de intervención psicológica y las diferentes situaciones de ayuda profesional, sin olvidar las normas éticas que regulan las intervenciones psicológicas.

En estrecha relación con las premisas enumeradas anteriormente se tuvieron en cuenta, para la elaboración de la estrategia, las siguientes condiciones: la adscripción al modelo humanista de base marxista de la enseñanza de la Psicología; la aprehensión de una cultura de ayuda profesional personal psicológica en todos los actores del proceso; la comprensión del papel de la solución de las demandas de ayuda profesional personal psicológica en el cumplimiento de los modos de actuación en el proceso formativo; la implicación y cooperación de los profesores de las asignaturas, disciplinas, año, así como los estudiantes y el grupo, en el proceso de formación profesional del psicólogo como orientador y el respeto del cumplimiento de las normas éticas que soportan el ejercicio de cualquier intervención profesional psicológica.

Los requisitos básicos son la aprehensión epistemológica y praxiológica de la competencia orientadora como constructo dentro del proceso de formación del psicólogo; una intencionalidad didáctica multidimensional que transforme este proceso formativo, desde la sistematización de los requerimientos formativos de la competencia orientadora; la contextualización psicológica interdisciplinaria de las situaciones profesionales personales de ayuda en función de mejorar el desempeño del psicólogo como orientador y una preparación intencionada de los docentes para que se reconstruyan los sentidos y significados asociados a la praxis orientadora dentro de la carrera de Psicología.

La estrategia ha sido organizada en cuatro etapas:[1]

Etapa I: Determinación contextualizada de la situación actual de los estudiantes de Psicología en la formación de la competencia orientadora. Su objetivo es identificar las limitaciones existentes en el proceso de la formación de la competencia orientadora en los estudiantes de Psicología, a partir de la aplicación de instrumentos que permitan recolectar evidencias sobre el desempeño de los estudiantes para la solución de las demandas de ayuda profesional personal psicológica.

El diagnóstico se realizó a través de la observación a clases, la entrevista con estudiantes y profesores, análisis documental a programas de las disciplinas y asignaturas y la aplicación del Assessment Center. Esto constituyó la primera medición del pre-experimento, con los indicadores siguientes: a) Relación que se establece entre la orientación psicológica y las disciplinas que conforman el diseño curricular del estudiante de Psicología; b) Grado de concreción de los contenidos de la orientación psicológica en correspondencia con las exigencias profesionales del psicólogo para la solución de las demandas de ayuda profesional personal psicológica; c) Protagonismo de los estudiantes en la propuesta de métodos profesionales para la orientación psicológica y alternativas de solución de las demandas de ayuda profesional personal psicológica; d) Motivación de los estudiantes por la orientación psicológica y c) Criterios de desempeño.

El diagnóstico arrojó como debilidades de los estudiantes las siguientes: inseguridad en las decisiones que asumen en cuanto a la solución de tareas profesionales, falta de confianza en sí mismos y de autenticidad, no son capaces de seleccionar adecuadamente los métodos para el diagnóstico, de identificar el tipo de intervención de acuerdo al problema del sujeto, tienen carencias en la cultura general que les dificulta el uso de los instrumentos de orientación, no se aprecia actuaciones conscientes y creativas, no conciben la orientación como un proceso.

Etapa II: Planificación; sus objetivos específicos, fueron: asegurar las condiciones previas para la ejecución de la estrategia y diseñar las acciones estratégicas para favorecer la formación de la competencia orientadora en los estudiantes de Psicología, en correspondencia con los resultados del diagnóstico y la modelación.

Acciones para el profesorado

1.-Taller metodológico para debatir las experiencias sistematizadas por cada docente sobre el tratamiento didáctico-metodológico de la orientación psicológica dentro del proceso de formación profesional del psicólogo, que propicie la toma de acuerdos para la mejora y perfeccionamiento de este proceso.

2.- Desarrollar dentro del plan de trabajo metodológico de la carrera acciones para: explicar la concepción epistemológica y praxiológica de la formación de la competencia orientadora de los estudiantes de Psicología, analizar en los colectivos de año la integración de los contenidos, explicar el proceso de formación de la competencia orientadora, establecer orientaciones metodológicas, entre otras.

3.-Proyectar la preparación intencionada de los docentes, atendiendo a: a) la esfera, modo y campos de actuación profesional relacionados con la orientación psicológica en las asignaturas que imparte; b) los problemas profesionales priorizados en los diferentes años académicos y propios de cada esfera, modo y campos de actuación profesional que conlleven al establecimiento de relaciones de ayuda profesional personal psicológica y c) la pertinencia de las relaciones interdisciplinares respecto a la esfera, modo y campos de actuación profesional.

4.-Desarrollar talleres de capacitación psicopedagógica y metodológica con los docentes, en dependencia de sus necesidades, encaminados a prepararlos para la formación de la competencia orientadora en sus estudiantes.

5.-Precisar las orientaciones metodológicas de las disciplinas y las asignaturas de la carrera desde la perspectiva de la orientación psicológica con énfasis en: el establecimiento de relaciones interdisciplinarias y la contextualización psicológica respecto a diferentes problemas profesionales de la carrera cuya solución responde a la orientación psicológica.

Acciones a desarrollar con los estudiantes

6.- Planificar actividades educativas para la relación entre el desempeño profesional del psicólogo y la incorporación a sus modos de actuación de la orientación psicológica; se prevén, desde las diferentes disciplinas y asignaturas, las relaciones conceptuales y prácticas entre el desempeño profesional del psicólogo y sus modos de actuación, enfatizando en la orientación psicológica.

7.-Orientar trabajos prácticos que les permitan: indagar sobre problemas profesionales que requieren de la orientación psicológica como recurso para su solución; alcanzar un dominio básico de las normas éticas que sostienen el desempeño orientador del psicólogo según sus diferentes esferas, campos y modos de actuación profesional y utilizar el lenguaje técnico específico de la orientación psicológica en el planteamiento de las situaciones de ayuda profesional personal psicológica y su manejo.

Etapa III: Ejecución. Su objetivo específico fue implementar las acciones estratégicas delimitadas desde la etapa anterior, en función de favorecer en los estudiantes, la orientación psicológica como una competencia profesional.

Acciones para el profesorado

1.-Implementar un sistema de trabajo metodológico para la sistematización intra, inter y transdisciplinar, de la práctica orientadora del psicólogo.

2.- Verificar si en instrumentos evaluativos de las diferentes asignaturas se proyecta una perspectiva de intervención psicológica orientadora a nivel de carrera, disciplinas, asignaturas y años académicos.

Acciones que involucran al estudiante, al grupo y a los profesores

3.- Realizar encuentros de conocimientos sobre la presentación de casos reales o simulados donde se solucionen problemas y dilemas profesionales concretos de cada esfera, modo y campo de actuación del psicólogo mediante el empleo de la orientación psicológica y donde se simulen sesiones de orientación psicológica en el manejo de casos.

4.-Desarrollar actividades educativas sobre la relación entre el desempeño profesional del psicólogo y la incorporación a sus modos de actuación de la orientación psicológica, intencionadas en el cine debate para la interpretación de los métodos profesionales de la orientación psicológica, sobre la base de la comprensión de los conocimientos requeridos. Se deben seleccionar los filmes donde se evidencien demandas de ayuda profesional personal psicológica.

5.-Realizar dinámicas grupales que favorezcan el entrenamiento en el reconocimiento de las situaciones de ayuda profesional personal psicológica en base a esfera, modo y campo de actuación en que se manifiesta; la caracterización y análisis valorativo de situaciones de ayuda profesional personal psicológica desde las experiencias grupales e individuales; la comprensión de la diversidad del contenido y los recursos de la ayuda psicológica en cuanto a conocimientos, habilidades, valores y valoraciones que la sustentan; los diferentes roles y actitudes posibles de orientandos y orientadores frente a una situación de ayuda profesional personal psicológica y las ventajas y desventajas de los diferentes recursos de la orientación psicológica.

6.-Elaborar desde la práctica laboral, bancos de problemas profesionales de los diferentes modos, campos y esferas de actuación del psicólogo con posibles soluciones desde la orientación psicológica.

7.-Construir casos prácticos psicológicos que integren los elementos pertinentes para una situación de ayuda profesional personal psicológica en diferentes campos, modos y esferas de actuación del psicólogo según el año académico.

8.-Escenificar mediante juego de roles, simulaciones y psicodramas, el desarrollo de sesiones de orientación psicológica para los casos que requieren de la orientación psicológica en sus diferentes dimensiones: contractual, comunicacional, simbólica, axiológica-cosmovisiva y real. Proponer posibles vías de solución para estos casos.

9.-Redactar informes de estos casos.

10.-Implementar talleres de intercambio de experiencia entre los profesores y los estudiantes en la práctica laboral, donde se expongan las vivencias y experiencias tanto individuales como grupales, en relación con la ayuda profesional personal psicológica en las que se emplea la orientación como recurso interventivo.

Etapa IV: Control y evaluación. Sus objetivos específicos son: a) comprobar el nivel alcanzado en la formación y desarrollo de la competencia orientadora, a partir de la implementación de las acciones estratégicas y b) valorar el desarrollo de la estrategia, con vistas a realizar las adecuaciones para su perfeccionamiento.

La evaluación de la estrategia se realiza al cierre de cada semestre y del calendario docente de año, donde pueden coincidir o no, acciones de distintas etapas en dependencia del tiempo de cumplimiento que puede ser a corto plazo (primer año académico de aplicación), a mediano plazo (segundo y tercer años académicos de aplicación), a largo plazo (a partir del cuarto año académico de aplicación). Para la evaluación del grado de cumplimiento de los objetivos de cada etapa se determinan los siguientes indicadores:

a)        Correspondencia entre el objetivo general y los objetivos por etapa para la formación de la competencia orientadora en los estudiantes de Psicología.

b)        Pertinencia del diagnóstico realizado.

c)        Pertinencia de los objetivos de cada etapa desde la lógica didáctica-psicológica dentro del proceso de formación profesional del psicólogo.

d)       Pertinencia de las acciones de cada etapa desde la lógica didáctica-psicológica para la formación de la competencia orientadora en los estudiantes de Psicología.

e)        Valor práctico de la estrategia dentro del proceso de formación profesional del psicólogo.

f)         Cumplimiento de las actividades previstas para los participantes.

g)        Preparación didáctica de las disciplinas y asignaturas del currículo de la carrera en correspondencia con el objetivo de la estrategia.

h)        Correspondencia entre las acciones implementadas y las perspectivas de desarrollo de la competencia orientadora en los estudiantes de Psicología.

i)          Transformaciones del desempeño orientador en los estudiantes de Psicología y su seguimiento una vez graduado.

Resultados de la aplicación de la estrategia

La estrategia se aplicó de forma parcial en la disciplina Psicología Educativa, con la totalidad de las acciones correspondientes a las etapas II y III. Para constatar si las transformaciones suscitadas, producto de la aplicación parcial de la estrategia, se aprecian en la formación de la competencia orientadora en los estudiantes de Psicología, se retoman los ejes procesuales y los criterios (aprendizajes esperados/resultados de aprendizaje) establecidos para la caracterización de la competencia orientadora, así como los niveles de dominio por los que transita con sus respectivos desempeños (muy bajo, bajo, medio, alto y muy alto), y los componentes estructurales y funcionales.

La comparación de los resultados obtenidos en el pre test y pos test se sustentó en la aplicación de la técnica de Assessment Center, (Pinilla, 2002). Esta observación es sistematizada y controlada por parte de los observadores-evaluadores, queda explícita en una ficha de observación y registro de competencias.

En los resultados del pre test se pudo constatar que de los 12 estudiantes del quinto año de la carrera el 41% (5) se ubican en un nivel muy bajo en la formación de la competencia orientadora, porque no saben: identificar el tipo de intervención requerida de acuerdo con el motivo del demandante, aplicar los conocimientos de asignaturas como Psicología del Desarrollo, Psicoterapia y Psicodiagnóstico, a la exploración del sujeto demandante de ayuda.

Se muestran carentes de habilidades comunicativas, poco cooperadores e introvertidos, emplean poco el lenguaje técnico y científico específico de la práctica psicológica, demuestran actitudes de rechazo ante las necesidades de ayuda psicológica que requieren de la orientación como recurso interventivo.

En otro 41 % (5) de los estudiantes, se pudo constatar que la competencia está desarrollada en un nivel bajo, pues demuestran un conocimiento elemental al identificar el tipo de intervención, pero todos hipertrofian el carácter de ser construida la situación de orientación. No realizan la evaluación y diagnóstico de la personalidad del sujeto que demanda la ayuda profesional personal psicológica, lo que implica que no realicen correctamente el proceder ante una demanda de ayuda que requiere de la orientación como recurso interventivo.

No realizan el encuadre en correspondencia con el problema que presenta el demandante de ayuda, limitándose al establecimiento del horario y las sesiones de trabajo. Establecen comunicación con el demandante de ayuda, pero carente de la terminología psicológica requerida. Tampoco se aprecian actitudes de total aceptación de los sujetos que demandan de la ayuda profesional personal psicológica.

El 16% (2) restante de los estudiantes, demuestran un nivel medio en el desarrollo de la competencia orientadora, logran diferenciar la orientación de otras formas de intervención, dominan el motivo de consulta del demandante, pero no lo diferencian del tipo de problema y no encuadran la intervención de acuerdo con el mismo. Evidencian un conocimiento medio sobre el modo de proceder como orientador, emplean la observación y la entrevista con su secuencia lógica.

Al asumir el rol de orientador, muestran algunas características que este debe poseer como el ser empático y respetuoso ante el demandante de ayuda, demostrando un conocimiento elemental con relación a los principios éticos del orientador y actitudes de aceptación del sujeto demandante de ayuda profesional psicológica.

En la aplicación del post test, una vez implementada la estrategia, se logra que 9 estudiantes (75%), tengan un salto significativo en la formación de la competencia orientadora, pasan de los niveles muy bajo y bajo, a los niveles medio y alto.

El 33.3% (4 estudiantes) ascienden al nivel alto, considerado requerido para considerarse formada la competencia orientadora en los estudiantes de Psicología. Identifican correctamente el tipo de intervención requerida, demuestran tener conocimiento sobre el procedimiento a seguir con el demandante de ayuda; se desempeñaron en el ejercicio como orientadores competentes, logran hacer el encuadre de la orientación, dominan y aplican correctamente los recursos técnicos a utilizar, toman decisiones adecuadas ante la situación del demandante demostrando motivación, respeto, empatía y dominio de los principios éticos fundamentales del orientador y usan la terminología científica. En general demuestran dominio del procedimiento a seguir en la orientación psicológica, de acuerdo con el problema del demandante de ayuda profesional personal psicológica.

Un 50% (6 estudiantes) se ubica en el nivel medio, identifican correctamente el tipo de intervención requerida, demuestran tener dominio del tipo de motivo de consulta como pre formulación del problema y logran el dominio y definición del tipo de problema, encuadran la situación de orientación en correspondencia con el problema, tienen dominio de los recursos técnicos a utilizar, le brindan apoyo al demandante, logran una mejor comunicación, con aceptable uso del lenguaje científico.

El 8,3 % (un estudiante), se encuentra en el nivel bajo, posee un conocimiento elemental sobre saber identificar el tipo de intervención, pero no domina las alternativas para el abordaje psicológico ante una situación de ayuda, selecciona los métodos e instrumentos para la exploración del sujeto demandante de ayuda, pero no realiza una adecuada interpretación de los resultados. Revela limitadas habilidades comunicativas, lo que interfiere en que le informe al sujeto demandante lo que va a suceder en el proceso de la orientación psicológica.

Otro 8.3 % (un estudiante), continúa en el nivel muy bajo, no logra una comprensión de las situaciones de ayuda profesional personal psicológica, tiene limitaciones en los conocimientos necesarios para saber identificar el tipo de intervención requerida de acuerdo con el motivo del demandante y no consigue tener una representación sistémica del proceder en la orientación.

Desde el punto de vista estadístico y con el propósito de verificar la significación de las transformaciones producidas en el desarrollo de la competencia orientadora en los estudiantes del quinto año de la carrera de Psicología, se aplicó la prueba no paramétrica de Wilcoxon para muestras relacionadas. Para ello se partió de la formulación de las siguientes hipótesis:

Ho: No existen diferencias significativas entre los resultados obtenidos por los estudiantes en la prueba Assessment Center antes y después de aplicada la estrategia.

Hı: Existen diferencias significativas entre los resultados obtenidos por los estudiantes en la prueba Assessment Center antes y después de aplicada la estrategia.

Se establece para el desarrollo de la prueba un nivel de significación de α = 0,05 y como Regla de Decisión:

Si la Sig. < α se rechaza la Hipótesis Nula.

Si la Sig. ≥ α no se rechaza la Hipótesis Nula.

Los resultados demuestran una Sig. ═ 0,003 por lo tanto queda rechazada la Hipótesis Nula y se puede concluir que existen diferencias significativas entre los resultados obtenidos por los estudiantes en la prueba Assessment Center antes y después de aplicada la estrategia.

Conclusiones LAS CONCLUSIONES NO SINTETIZAN LOS OBJETIVOS ESPECÍFICOS Y RESUMEN LOS PUNTOS PRINCIPALES TRATADOS

La estrategia contiene acciones organizadas en cuatro etapas que relacionan dialécticamente las dimensiones de la cultura de orientación psicológica y la aplicación práctica de la ayuda profesional personal psicológica.

Se establecen acciones concretas para los profesores, estudiantes y el grupo a partir de una visión contextual e inter y transdisciplinar que cualifica el proceso formativo, permite la concepción, organización, la ejecución y control de dicho proceso y potencia la formación competente de los estudiantes para desempeñarse con éxito en la orientación psicológica.

Los resultados obtenidos en la aplicación parcial de la estrategia, permitieron corroborar su pertinencia, así como su efectividad preliminar, en la sistematización de los requerimientos formativos de la competencia orientadora en los estudiantes de la carrera de Psicología.

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[1] Para cada una de las acciones se precisaron participantes, responsables y fecha de cumplimiento.