Educación y Sociedad

ISSN: 1811-9034 RNPS: 2073

Vol. 21, No. 2, mayo-agosto (2023)

Humanismo martiano desde la docencia: un aporte metodológico en la Universidad de Cienfuegos

Marti´s humanism from teaching: a methodological contribution at the University of Cienfuegos

Mayelín Hernández-Rivero*

https://orcid.org/0000-0002-3389-6363

Malena Rodríguez-Rodríguez**

https://orcid.org/0000-0003-2692-5178

Gladis Llanta-Ramos*

https://orcid.org/0000-0002-1959-2478

*Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez, Cuba.

**Universidad de La Habana, Cuba.

Resumen

En la actualidad, las normativas nacionales e internacionales evidencian la importante relación entre educación y humanismo. Desafortunadamente, en ocasiones, la articulación entre el pensamiento martiano y los componentes del proceso formativo es inadecuada. Por ello, este trabajo tiene como objetivo diseñar una actividad metodológica para la formación humanista-martiana del profesional de Cultura Física, desde la asignatura de Filosofía. En la investigación se emplearon métodos teóricos como el histórico-lógico, analítico-sintético e inductivo-deductivo y métodos propios de la educación moral, entendiéndose que el estudio de José Martí constituye un componente imprescindible del proceso de educación en valores a desarrollar en la universidad cubana.

Palabras clave: actividad metodológica, formación de valores, humanismo martiano, universidad cubana

Abstract

Currently, national and international regulations show the important relationship between education and humanism. Unfortunately, the articulation between Martí's thought and the components of the formative process is inadequate. For this reason, it became necessary to design a methodological activity for the Marti´s humanism training of the Physical Culture professional, from the subject of Philosophy. Theoretical research methods such as

historical logical, analytical synthetic and inductive deductive were used in the investigation. And methods of moral education, understanding that the study of José Martí constitutes an essential component of the process of education in values to be developed in the Cuban university.

Keywords: methodological activity, formation of values, Martí´s humanism, cuban university

Introducción

El papel de la educación está estrechamente relacionado con las tareas del desarrollo, y por ende con los cambios de la sociedad, los cuales abarcan múltiples aspectos, uno de ellos es el referente a los valores. En la actualidad la formación de los valores constituye una problemática, donde la educación de la juventud, presente y futura, es decisiva para toda la humanidad. Es por ello que se hace necesario el fortalecimiento de los valores en la nueva generación, lo que indica poner en práctica dentro del proceso docente educativo la formación de la personalidad, que corresponda a una concepción del mundo sobre la base de una amplia cultura general integral, portadora de los valores socio-históricos.

La enseñanza superior tiene como responsabilidad social no solo proveer competencias sólidas al mundo presente y futuro, sino contribuir a la educación de ciudadanos éticos, comprometidos con la construcción de la paz, la defensa de los derechos humanos y los valores de la democracia. (López, 2012, pp. 619)

La Educación Superior declara como misión esencial la formación de profesionales altamente capacitados que actúen como ciudadanos responsables, competentes y comprometidos con el desarrollo social. En Cuba, la educación tiene entre sus objetivos los de formar a los hombres del futuro para desarrollar en toda su plenitud humana las capacidades intelectuales, espirituales y físicas. Además, se propone convertir los principios ideológicos, políticos y morales en convicciones personales y en hábitos de conducta diaria.

En todos los escenarios se reconoce la significación que tiene el estudio de la vida y la obra de José Martí, como una influencia educativa en todos los niveles educativos. Sus esencias deben acompañar al educador en su accionar diario en cada actividad docente y extra-docente. Es un modo de mejorar la calidad del proceso educativo.

En tal sentido, el estudio del pensamiento de José Martí constituye un pilar fundamental para la educación en valores. Sus ideas se concretan en preparar al hombre para la vida, preparar al hombre como un ciudadano justo, trabajador y fiel a su patria. Es también el modo de ser fiel a su cultura y a su historia.

En el actual desempeño, en la universidad cubana, se han desarrollado algunas investigaciones en esta área, con el propósito de mejorar cada día la labor educativa, específicamente dirigida a estudiantes universitarios. Tal es el caso de los autores Gelabert (2008) Rodríguez (2014), Escribano y Oliva (2015), Mola, Pino y Nordelo (2015), entre otros.

La Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez Rodríguez”, y específicamente la Facultad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte trabajan en función de aplicar nuevas metodologías en la docencia. Esta labor abarca la educación en valores de los estudiantes universitarios desde la obra martiana, procurando un fin transformador en los contextos de la actividad profesional. La intención consiste en romper las antiguas barreras de enseñanza-aprendizaje y gestionar nuevas formas que hacen posible un mejor desarrollo educativo. De ahí que, se propone como objetivo diseñar una actividad metodológica para la formación humanista-martiana del profesional de la Cultura Física, desde la asignatura de Filosofía.

En la investigación se han empleado métodos teóricos como el histórico-lógico, analítico-sintético e inductivo-deductivo, que permitieron determinar los antecedentes del tema y sus tendencias, así como la sistematización de las ideas para el posterior diseño de la actividad metodológica. Además, se emplearon métodos propios de la educación moral, dígase: dilema de análisis y dilema de solución. De lo que se trata es de buscar la norma moral correcta para todos con base en un diálogo comunitario sobre conflictos concretos, favoreciendo de esta forma el crecimiento moral.

La investigación cobra gran relevancia ya que concibe cambios en el proceso docente educativo por medio del desarrollo de una actividad metodológica para la formación humanista del profesional de Cultura Física. Además, incluye mejoras en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en la formación de las nuevas generaciones.

Desarrollo

Contribuir a la formación integral de la personalidad del estudiante es una responsabilidad de todo educador. Es por ello que un sinnúmero de profesores en todo el mundo defiende la idea de la integración de lo instructivo y lo educativo en el proceso de enseñanza-aprendizaje para el logro de la formación de valores, de sentimientos que identifican al hombre como ser social y del desarrollo de convicciones. Por tanto, se trata de una tarea esencial de la educación en la actualidad.

La educación, como proceso sistemático y dirigido, va encaminado al desarrollo multilateral del hombre, para cumplir determinado papel en el sistema de relaciones sociales en que está inmerso. Tiene un carácter histórico-concreto y clasista. Cada época, cada clase, prepara a los hombres para que cumplan determinados roles en ese sistema, en la medida que se apropian de la cultura que le ha antecedido para que pueda enfrentar los retos del momento histórico que les toca vivir. En un sentido amplio se refiere a la acción de todos los agentes sociales y de la sociedad en su conjunto (escolarizados o no) y en el sentido estrecho se refiere al sistema escolar, especialmente creado por la sociedad.

Desde ambos sentidos la educación es proceso y resultado a la vez. Implica la preparación para la transformación en la actividad práctica del contexto y de sí mismo en respuesta a las exigencias del medio social en constante cambio y transformación. No se limita a la apropiación de normas, valores, tradiciones, herencia cultural, patrones de aceptación social, y se refiere, además, a la capacidad de transformar el mundo y de autotransformarse. En este proceso socializador el sujeto se implica, se relaciona, se comunica, se desarrolla y ayuda al desarrollo de los demás y de sí mismo.

En el sistema social cubano la concepción martiana de educación en la vida y para la vida es esencial. Como educación sistémica, está integrada a la dinámica de la vida social, la cual implica un conocimiento que permite enfrentarse a distintos problemas y resolverlos seleccionando diferentes vías de solución a partir de un pensamiento alternativo. Es esencialmente una educación en el trabajo, el estudio, el deporte y la ciencia.

En la historia de la pedagogía cubana juegan un papel fundamental las ideas pedagógicas de José Martí, puesto que, como aporte trascendental, concibió la escuela y el maestro en el contexto más amplio de la sociedad, para poder contribuir de modo eficaz al objetivo de preparar al hombre para la vida y ponerlo en consonancia con su pueblo y su tiempo.

Los análisis y valoraciones sobre el papel de la educación, las características de los diferentes niveles de enseñanza, el papel de las escuelas que existían en su época, el tipo de clase, las materias necesarias a estudiar por los alumnos, el papel del maestro en los diferentes espacios en que desarrollaba su actividad docente, así como la necesaria unidad entre la teoría-práctica en el proceso de enseñanza-aprendizaje, el vínculo entre el estudio y el trabajo, la importancia de la relación entre lo instructivo y lo educativo, el estímulo a la independencia cognoscitiva de los estudiantes, el cultivo de los nuevos conocimientos a través de la relación con la práctica educativa, el tipo de comunicación y la formación de valores en los alumnos; constituyen orientaciones precisas e indicadores para la formación de un modelo de educador que debe conocer, identificar y aplicar un modo de actuación profesional, en correspondencia con los postulados educativos de José Martí. (Trujillo, González López y Díaz, 2019, pp. 54)

Existe en la actualidad una gran confusión entre los términos educación en valores y/o formación de valores. Con el propósito de esclarecer la diferencia entre ambos conceptos, sobre todo para los profesionales de la educación, varios autores profundizan teniendo en cuenta la dirección de estos procesos.

La educación en valores y la formación de valores son términos íntimamente vinculados entre sí que señalan dos planos del proceso de formación de la personalidad: la primera, con un enfoque sociológico, comprende la educación como un proceso a escala de toda la sociedad en el marco del sistema de influencias y de la interacción del individuo con la sociedad con el fin de su socialización como sujeto activo y transformador, en lo que los valores histórico-culturales tienen un papel esencial. La formación de valores se refiere al enfoque pedagógico, cuyo proceso tiene como objeto la formación integral y armónica de la personalidad. En esta integralidad se tiene en cuenta el lugar y papel de los valores en dicho proceso formativo, al que por su complejidad se le debe prestar un tratamiento especial e intencional, con la precisión de los métodos, procedimientos, vías, medios, entre otros. (Chacón, 1996, p. 176)

Sobre la base de lo anterior, la formación de valores es concebida como un proceso sistémico, pluridimensional, intencional e integrado, que garantiza la formación y el desarrollo de la personalidad consciente. Se concreta a través de lo curricular, extracurricular y en toda la vida del estudiante. La forma de organización es el proyecto educativo.

La contribución de la formación universitaria radica en dotar a los futuros egresados de un conjunto de normas y valores generales y propios del perfil en que se formen que, una vez individualizados, regularán su comportamiento personal, tanto en el campo profesional como ciudadano. (Vázquez y Díaz, 2009, p. 7)

La formación de valores en las distintas instituciones educativas puede ser ejercida desde el estudio del pensamiento de José Martí. Cada institución debe ser responsable del estudio de la obra del Apóstol, por parte de educadores y alumnos, de contribuir a elevar la calidad del aprendizaje de los textos martianos, debe impulsar actividades que divulguen el pensamiento martiano con elevado rigor de estudio y cultura que propicien sembrar ideas en función de la educación en valores. Pero, ¿cómo perfeccionar el trabajo de formación de valores en estudiantes universitarios desde el estudio de la obra martiana? Muchas pueden ser las vías para lograrlo, teniendo en cuenta actividades relacionadas con el estudio y divulgación de la vida y obra de José Martí.

Sin embargo, en las escuelas y universidades no siempre se aprovechan suficientemente esas potencialidades en función de la formación martiana de las nuevas generaciones, la que supone lograr, a partir de su estudio y conocimiento, no solo la identificación con el pensamiento y la acción de nuestro Héroe Nacional, sino la asunción consciente de su legado como fundamento de actitudes, valores, cualidades y modos de actuación. (Torre, 2018, p. 2)

Justamente para dar respuesta a esta interrogante se ha realizado este estudio, que ha sido aplicado a estudiantes universitarios de la Facultad de Cultura Física y Deporte en Cienfuegos, que cursan la asignatura Filosofía. Esta asignatura cuenta entre las temáticas a impartir con aquella relativa al humanismo martiano desde su integración dialéctica: lo político, lo ético y lo estético cultural, lo cual propicia el trabajo con la formación de valores. Con tal motivo se mencionan algunos puntos medulares y se presenta una actividad metodológica a modo de ejemplo para el logro de un correcto desempeño en tal sentido.

Entre los puntos que se consideran medulares se encuentran:

  1. Estudiar la obra de José Martí con profundidad desde los textos martianos: El docente debe contextualizar la obra que se estudiará para tratar de comprender bajo qué circunstancias, motivaciones y con qué propósito fue escrita dentro de la cultura y la historia de su tiempo, debe emplear obras históricas y cronologías, al mismo tiempo que enfatice en la necesidad de conocer algunos estudios biográficos más destacados hechos sobre el Apóstol. Es importante que se estudie y se vea a Martí desde su integralidad como revolucionario, incluso cuando se analice en las distintas facetas que animó su genio creador.

  2. Aplicar el estudio de la obra martiana a la contemporaneidad, al entendimiento de los desafíos y contradicciones de hoy en Cuba y en el mundo.

  3. Diseñar situaciones de aprendizaje vinculadas con los distintos programas docentes, o con actividades de investigación, o actividades de carácter educativo en sentido general.

  4. Lograr el acceso sistemático a su obra y al estudio del ejemplo de su vida como un modo de que cada estudiante lo emplee como una plataforma para ser mejor hombre o mujer y que influya en su crecimiento personal.

  5. Aplicar métodos de educación moral para atraer la atención y desarrollar el interés individual de cada estudiante por conocer su obra, dentro de la clase o fuera de esta.

  6. Es evidente entonces que la formación universitaria no puede limitarse a la transmisión de conocimientos, sino que debe incluir también la acción. Y en palabras de Vázquez y Díaz (2009) "mejorar la capacidad de respuesta a los conflictos éticos que puedan aparecer en el futuro, atendiendo a que lo más significativo es enseñar a los profesionales a orientar su conducta de manera coherente con los fines de la sociedad" (p. 7).

Teniendo en cuenta lo anterior la actividad metodológica que se presenta más adelante concibe el dilema moral como método de educación moral. El debate o discusión de dilemas morales es considerado un método ideal, porque propicia la valoración y el análisis de situaciones de conflicto que se vinculan a la realidad de sus vivencias, además de constituir la oportunidad para hacer habitual el ejercicio de criterio, asumiendo una postura visible, acorde al sistema de principios y creencias. Se utilizan para ello ejercicios prácticos que respondan a los intereses y expectativas de los alumnos y por supuesto creando un clima adecuado que permita la comunicación y la reflexión.

Para trabajar el dilema moral se pueden considerar dos formas: el dilema de análisis y el dilema de solución. El primero se produce cuando el protagonista de la historia toma una decisión y asume una conducta determinada. En este caso, el espectador emite juicios de valor sobre esa solución que se le ha dado al caso. Se les conoce como dilemas cerrados. Y en el segundo, el conflicto aparece sin presentar una solución concreta, es decir, se presenta el caso y sus circunstancias para que el participante sea el que tome la decisión de acuerdo a lo que entiende que se debe hacer. Se les conoce como dilemas abiertos. Ambas propuestas sirven de iniciativas para ser trabajadas en clases.

Cada tiempo exige instituciones y formas educativas que le sean adecuadas, y esto ha de escribirse claro con respecto a la educación superior: Martí (1975) declara: “Al mundo nuevo, corresponde la universidad nueva” (p. 155).

En la sociedad contemporánea tienen lugar profundas transformaciones que demandan de la universidad cambios sustanciales y oportunos. En aras de responder a las demandas sociales, se presentan a la universidad nuevas exigencias y retos. La respuesta a tales desafíos es lo que se conoce hoy como la universidad nueva.

En el ámbito escolar, se han instrumentado numerosas actividades que se realizan dentro y fuera de la clase, y que contribuyen al desarrollo integral de los educandos. Pero estas actividades no se pueden ver como la suma de elementos aislados, sino como un sistema de influencias que se caracterizan por su integralidad, por la interacción de sus elementos, y por los vínculos y relaciones que condicionan su estructura. Por eso, estas actividades deben responder a una planificación íntimamente relacionada y articulada, de forma tal que permita su realización efectiva. (López, 2006, p. 59)

Para reafirmar lo anterior se tiene en cuenta además a Collazo y Herrero (2009) "la Educación Superior en Cuba exige del profesorado universitario modificar, cambiar, enriquecer su formación científico-pedagógica, tanto en el plano teórico, como metodológico, que sea congruente con las nuevas realidades del proceso formativo que ha de diseñar, dirigir, evaluar" (p. 120).

Por consiguiente, es necesario destacar que para planificar y desarrollar este tipo de actividades el profesor universitario debe tener en cuenta el conocimiento y cumplimiento de las formas de organización del proceso pedagógico. Las diversas modalidades de la docencia en la Educación Superior permiten el tratamiento de diferentes actividades educativas, pero para ello el profesor debe concebir que en su realización actúan eslabones mediadores que apoyan o afectan su desarrollo: la modalidad de estudio, los estudiantes, el grupo y factores materiales, condiciones de trabajo, el clima ambiental existente, entre otros.

De modo que, en cada modalidad de estudio y en cada una de sus formas, el profesor debe utilizar adecuadamente las posibilidades que brinda cada tipo de clase. Esto permite contribuir correctamente al logro de los objetivos formulados. Y tiene en cuenta, además, la enseñanza desde lo instructivo y lo educativo.

Teniendo en cuenta que la actividad metodológica que se muestra a continuación aborda el humanismo martiano, es importante señalar que para estudiar eficientemente la obra de José Martí no hay fórmulas de probado éxito. Solo se recomienda creatividad, esfuerzo y trabajar de forma individual con cada estudiante desde sus propios intereses y necesidades. También es fundamental motivarlos a tomar todo lo valioso de la obra martiana para fortalecer el espíritu.

Las actividades deben estar basadas en la formación de un pensamiento flexible. Y que reflejen las condiciones objetivas del entorno. Deben estar apoyadas en conflictos o dilemas éticos que provoquen una reacción, de compromiso con la realidad, a partir de determinadas exigencias morales, el deber, el humanismo, entre otros.

Herrero y Valdés (2009) consideran que "el proceso de formación del profesional presupone conocimientos, habilidades competencias, determinada modelación del futuro desempeño, lo que implica una búsqueda constante de la forma más adecuada del desarrollo personal según los objetivos concretos y el ideal de humano a formar" (p. 76). Para estos autores, la formación debe contribuir al mejoramiento de las personas. Del mismo modo, según Orozco (2010), cabe entender la formación como "un proceso para la adquisición de cultura, es decir, el ascenso a la humanidad y al desarrollo del ser humano" (p. 91). Y Alfieri (2012) supone que "los estudios pedagógicos actuales centran su mirada en la formación humanista" (p. 53).

Según autores como Hernández, Pereda y Díaz, (2010), "la formación humanista es un fenómeno complejo con diversos referentes epistemológicos; de ahí lo esencial de no descuidar la incuestionable relación entre humanismo y formación" (87). Al respecto, Ferry (2008) destaca que "la formación no siempre se ha entendido igual" (p. 76). Y la define como algo vinculado a la forma. Para él, formarse es alcanzar una determinada forma, expresada en acciones y en la reflexión de cómo perfeccionarlas como dinámica del desarrollo personal.

El humanismo comprende una visión conceptual abarcadora entendida como:

Sistema de ideas y valores, centrados en torno a la formación de un nuevo tipo de hombre, a partir de la consideración de la dignidad, la libertad, la educación, la razón, la realización plena y la capacidad transformadora de los seres humanos, propios de un período histórico dado, y en correspondencia con un determinado ideal de sociedad. (Rodríguez, 2018, p. 99)

Sobre la base de las ideas anteriores, la formación se entiende como la orientación del desarrollo del ser humano para alcanzar los fines de la educación. La formación integral del profesional cubano se sustenta en el valioso legado humanista contenido en la obra de José Martí; en la esencia humanista del marxismo como teoría y método general para la interpretación y transformación revolucionaria de la realidad social; y en el entrelazamiento histórico, devenido síntesis creadora, del pensamiento martiano y el marxismo en la ideología y en la obra de la Revolución Cubana, cuya representación cimera es su líder histórico, Fidel Castro Ruz. Se aspira, por tanto, a lograr una formación humanista martiana, marxista y fidelista de los profesionales de la educación que demanda nuestra sociedad.

La vigencia del pensamiento humanista de José Martí, se encuentra plasmada en la Constitución Cubana, siendo el humanismo, la expresión suprema de la igualdad, la justicia social, la idea superior del hombre como hermano del hombre, las opiniones de emancipación social, la solidaridad y el antimperialismo por la trascendencia latinoamericana y universal, de su ejemplo, en la Ley de leyes se recoge un conjunto de disposiciones del Estado socialista, tal es la definición de la república como unitaria e indivisible, y fundada en el trabajo, la dignidad, el humanismo y la ética de sus ciudadanos para el disfrute de la libertad, la equidad, la solidaridad, el bienestar y la prosperidad individual y colectiva. (Molina, 2020, p. 73)

Una formación martiana del futuro profesional de la Cultura Física, significa que los estudiantes, teniendo en cuenta el perfil pedagógico general de la profesión, profundicen en el conocimiento de la multifacética obra de José Martí, para lograr, sobre esa base, su identificación con el pensamiento y la acción de nuestro Héroe Nacional y la asunción consciente de su legado como fundamento de actitudes, valores, cualidades y modos de actuación.

En la formación humanista-martiana del futuro profesional de la Cultura Física es necesario conocer las manifestaciones, los rasgos esenciales, las insuficiencias y el estado actual de dicha formación, para proyectar una dinámica adecuada y establecer las relaciones esenciales entre sus componentes en los disímiles contextos formativos. (Rodríguez, 2016, p. 34)

La relación entre la formación humanista y la Cultura Física se manifiesta con tal fuerza y connotación mutuas en la actualidad que su estudio es una tarea necesaria y pertinente. Martínez de Osaba, Goenaga y Cruz (2008) la definen como "una idea moderna con un amplio significado que aúna los criterios teóricos -metodológicos relacionados con la Educación Física en cuanto a la práctica específica de los más diversos deportes" (p. 56). Y a partir de las singularidades sociales de la Cultura Física, Olivera (2001) revela "su relación con la formación humanista, relación inherente a la actividad humana que se expresa en dependencia de los fenómenos sociales que inciden en ella" (p. 7).

Numerosos autores han señalado las potencialidades de la Cultura Física para la formación física, cognitiva, afectiva y volitiva. Roca (2001) tiene en cuenta las dos acepciones, cognitiva y moral del concepto de conciencia, fundamentales para desarrollar una conciencia humanista y lo aplica al deporte como "connotación de un conocimiento que obliga al comportamiento congruente del deportista" (p. 18). Añade, además, tres aspectos importantes sobre el deportista: se apropia del conocimiento de sí mismo y su subordinación a las organizaciones deportivas; adquiere conciencia de sus habilidades, aciertos y fracasos, y el nivel logrado; y se percata de su conducta emocional y de las circunstancias en cada momento del entrenamiento o la competencia.

El proceso de formación humanista del profesional la Cultura Física requiere de un tratamiento contextualizado. Igualmente responde a un carácter integrador desde una perspectiva basada en un consenso teórico-metodológico. Por tanto, en la formación de los futuros profesionales de Cultura Física es importante tener en cuenta el trabajo metodológico como un principio fundamental de la Educación Superior.

En la época actual importa saber cómo se hacen las cosas. La docencia no es nada fácil, ni existe una fórmula mágica que diga cómo enseñar. Pero, es necesario acompañar los contenidos de una metodología que permita la consecución de los objetivos planteados. Por tanto, el desarrollo del trabajo metodológico constituye una de las exigencias que la sociedad contemporánea plantea a la escuela.

En la declaración derivada de la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI: Visión y Acción, que se celebró en París del 5 al 9 de octubre de 1998, en el Artículo 9.a, sobre los métodos educativos innovadores: pensamiento crítico y creatividad, dice:

En un mundo en rápido cambio, se percibe la necesidad de una nueva visión y un nuevo modelo de enseñanza superior, que debería estar centrado en el estudiante, lo cual exige, en la mayor parte de los países, reformas en profundidad y una política de ampliación del acceso, para acoger a categorías de personas cada vez más diversas, así como una renovación de los contenidos, métodos, prácticas y medios de transmisión del saber, que han de basarse en nuevos tipos de vínculos y de colaboración con la comunidad y con los más amplios sectores de la sociedad (p. 25).

En realidad, el método docente encamina la transmisión del conocimiento que proporciona cada docente con los elementos que utiliza. De este modo, la dimensión metodológica de la docencia no se puede ver separada del conocimiento. No es posible que se considere la investigación como hecho aislado y al margen de la tarea docente.

La metodología constituye el conjunto de criterios y decisiones que organiza la acción didáctica en el aula, dígase el papel que juegan los alumnos y profesores, uso de medios y recursos, tipo de actividades, organización de medios y espacios, etcétera. Y que define el estilo educativo del docente. Se caracteriza por albergar en sí muchos aspectos de la programación educativa, y, al mismo tiempo, por ser el elemento más próximo a la práctica.

El trabajo metodológico en la Educación Superior cubana se ha normado en diferentes resoluciones en el transcur­so de los años y en la actualidad se encuentran en la Resolución 2/2018: “Reglamento para el trabajo docen­te metodológico”. Por su relevancia, importantes peda­gogos han investigado el tema, entre ellos se destacan (Samoura, 1999; Rico, 2004; Horruitinier, 2006; Salvador, 2008; Miranda, et al., 2011), los cuales ofrecie­ron definiciones de esta categoría, concordando que el trabajo metodológico es la tarea que realizan los docen­tes y directivos que intervienen en el proceso de forma­ción, con el fin de cumplir los objetivos trazados.

No obstante, la diversidad de definiciones que existen sobre trabajo metodológico, las autoras asumen la conte­nida en el artículo 17 de la Resolución Ministerial 2/2018 expresado como “la labor que, apoyados en la Didáctica, realizan los sujetos que intervienen en el proceso do­cente educativo, con el propósito de alcanzar óptimos resultados en dicho proceso, jerarquizando la labor edu­cativa desde la instrucción, para satisfacer plenamente los objetivos formulados en los planes de estudio”. (Cuba. Ministerio de Educación Superior, 2018)

La definición anterior regula a través de qué, los responsables, los contenidos, los objetivos, las direcciones para la acción y el fin que persigue el trabajo metodológico que se desarrolla en el sistema nacional de Educación Superior en Cuba. Constituye entonces el docente universitario un elemento clave den­tro de este proceso.

Dentro del ámbito de la metodología, las autoras insisten en centrar la reflexión en las actividades, porque a su juicio, éste es el elemento que condiciona el uso que se hace del resto de los factores que integran el espacio metodológico. Se tiene en cuenta, además, que el profesorado les confiere un valor esencial en la práctica, pues, junto con las explicaciones, las actividades ocupan la mayor parte del tiempo de la clase.

Según Wong “todas las actividades, teóricas, y prácticas tienen como objetivo la elevación de la eficiencia de la enseñanza y la educación, lo que significa elevar el nivel político-ideológico, científico y pedagógico-metodológico del personal docente” (Wong, 1982: 125).

La actividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje es un procedimiento que se realiza para facilitar el conocimiento en los estudiantes. Se emplea con el propósito de motivar la participación de los miembros en dicho proceso. Y constituye una vía efectiva para el logro de los objetivos propuestos, siempre que sea correctamente trabajada.

Las actividades que realiza el estudiante en el aula y fuera de ella, son estrategias de aprendizaje diseñadas por el profesor para que el estudiante desarrolle habilidades mentales y aprenda contenidos. A través de ellas se desarrollan destrezas, actitudes, capacidades y valores, utilizando los contenidos y los métodos de aprendizaje como medios para conseguir los objetivos. Las actividades se realizan mediante la aplicación de métodos de aprendizaje y técnicas metodológicas. (Latorre y Seco, 2013, p. 15)

Teniendo en cuenta lo anterior, las actividades de aprendizaje son estrategias metodológicas diseñadas por el profesor. Con ellas, los estudiantes aprenden contenidos curriculares apoyados en la aplicación de procesos intelectuales o en problemas personales y sociales. A su vez, permiten que los estudiantes se impliquen directamente y se comprometan personalmente con el planteamiento dado.

Además, las actividades pueden representar diferentes conductas asociadas a valores. Pueden abordar temas que plantean el fortalecimiento de valores como la justicia, la solidaridad, el respeto, comprobar hipótesis, identificar supuestos, etc. Las mismas deben ser creativas, desafiantes, motivadoras, progresivas en su grado de dificultad y que produzcan conflicto cognitivo en el estudiante.

La actividad a continuación presenta un proceder metodológico para la formación del humanismo en los estudiantes. Se apoya en referentes que tratan claramente la lectura, comprensión, análisis y valoración de textos martianos. Y que, mediante la determinación y valoración crítica de sus ideas esenciales, permiten valorar integralmente la significación y la trascendencia de la obra martiana.

El algoritmo de trabajo propuesto está basado en dos niveles de análisis: el semántico (referido al significado) y el pragmático (referido a la intención y finalidad comunicativas, situación comunicativa en la que el texto se produce, función comunicativa, etc.) A partir del análisis el orden es el siguiente:

  1. Preparación (que comprende la lectura del texto y acercamiento a este).

  2. Información sobre el texto (que supone esclarecer el significado de las palabras desconocidas y de las referencias históricas, geográficas y de otro tipo, así como la referencia a la vida y obra del autor, que debe ser breve).

  3. Análisis del texto por partes lógicas (que implica la interrelación de los elementos de la semántica y la pragmática del texto).

  4. Conclusiones (que deben ser integradoras y destacar lo más importante del análisis realizado y lo que aporta este a la comprensión).

Este algoritmo, sin dudas, constituye una vía acertada para propiciar el desarrollo de la comprensión lectora y la formación del valor que se pretende. De ahí su validez para estimular y aplicar las enseñanzas de la obra martiana al futuro profesional.

Actividad metodológica

Tema: La formación de valores desde la clase: el humanismo martiano

Objetivos:

Clase: El humanismo martiano / Filosofía y Sociedad II

Duración: 90 minutos

Colección: Ismaelillo / Análisis de la carta introductoria de Martí a su hijo

El conflicto se presenta entre sentimientos personales hacia su hijo, sentido de responsabilidad y deber hacia la patria.

Planteamiento del dilema moral. Dilema de análisis

Martí sentía un inmenso amor por su hijo. No obstante, vivió muy poco tiempo junto a él por los tiempos de actividad revolucionaria y literaria, pero aún así, la distancia no impidió que Martí lo amara con todo el corazón y le dedicara un libro de poemas: Ismaelillo.

Luego de analizar la situación anterior, ¿crees correcto que Martí se haya distanciado de su pequeño hijo para alcanzar sus objetivos: luchar por la liberación nacional? ¿Por qué? Emite tus criterios al respecto.

Carta de Carmen Zayas Bazán a José Martí / Análisis de la carta

El conflicto se presenta entre sentimientos personales entre dos jóvenes enamorados, sentido de responsabilidad y deber hacia la patria.

Planteamiento del dilema moral. Dilema de solución

Esta carta de Carmen a Pepe expone un pasaje en la vida ambos enamorados: La difícil situación de decidir entre el gran amor que se profesan ambos y la necesidad de hacer lo que Martí entendía necesario y correcto: defender a la patria.

¿Qué decisión tomarías en una situación en la cual tienes que escoger entre lo que es importante para ti (el amor y la familia) y lo que consideras verdaderamente correcto y necesario hacer? Justifica moralmente tu elección.

Organización:

Introducción: Motivación/ Presentación del tema/ Objetivos de la clase

Desarrollo: El humanismo martiano: lo ético, lo político, lo estético y lo cultural / Ejemplos de obras / Comentario / Dilema Moral

Conclusiones: Resumen (Clase / Discusión del dilema) y orientación de la actividad independiente.

Evaluación: Análisis cualitativo y apreciación del comportamiento de los estudiantes en términos del saber, saber hacer y saber ser / Participación.

Es importante destacar que ambos planteamientos del dilema moral admiten, además, la contextualización con el deporte, en términos del amor hacia el deporte, el sentido de pertenencia, responsabilidad y compromiso con el mismo.

En la inmensa producción literaria del eterno maestro y Apóstol de nuestras guerras independentistas, el deporte y la educación física son temas reiteradamente abordados, de sumo interés para los cubanos, además, por tratarse del juicio emitido por un hombre universal, considerado como uno de los fundadores y guía político de nuestra patria. (Rodríguez, 2013, p. 91)

La ética martiana también se evidencia en todos sus textos sobre deportes. Un ejemplo se observa cuando reseña las regatas a vela, donde comenta Martí (1973):

¡Allá va sobre el mar, la vela inflada! [...] Los nobles rivales van parejos: poco casco en el agua, al aire mucha vela: andan de prisa y bien” (p. 296). Otros ejemplos se muestran en La Edad de Oro. Por solo considerar alguno, se tiene en cuenta un fragmento de La última página, donde expresa Martí (1889) “Antes todo se hacía con los puños: ahora, la fuerza está en el saber más que en los puñetazos [...] (p. 56).

El defensor de la dignidad plena del hombre, irradia su pensamiento. Tiene conciencia de los beneficios del deporte, que permite al hombre superarse a sí mismo y lograr un cuerpo vigoroso. Pero más allá comprende y divulga lo que la actividad significa en la formación de un hombre.

El desarrollo de actividades como éstas demuestra la utilidad e importancia que tiene la aplicación de los principios martianos en nuestra sociedad. Morales, Guillén, López y Bárzada (1999) afirman que "en la obra martiana, todos sus pensamientos están dotados de fuertes sentimientos humanistas, éstos se nutren de los más altos y puros valores que rigen el desarrollo de la humanidad" (p. 6). Por ello se destaca el papel de la educación, el amor a la patria y al semejante, a la amistad, la libertad, la igualdad, y la preocupación por la formación íntegra de las nuevas generaciones.

Conclusiones

La obra de José Martí ofrece muchísimas posibilidades para la formación de valores en estudiantes universitarios, teniendo en cuenta el papel del docente, los métodos y los procedimientos apropiados para el logro de resultados satisfactorios. Considerar el trabajo metodológico para la formación humanista del futuro profesional permite una mayor preparación de los docentes y solucionar los problemas que se detecten en el proceso docente educativo. El desarrollo de actividades metodológicas dirigidas a la formación humanista del futuro profesional constituye una de las vías más importantes para el desarrollo con calidad del proceso docente educativo, debido a que planifica, organiza, dirige y controla todo este proceso, desde una adecuada integración entre lo académico y lo metodológico.

Referencias bibliográficas

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Artículo de investigación derivado del trabajo científico-metodológico.

Recibido: 06/12/2022 – Aceptado: 22/03/2023 – Publicado: 29/05/2023

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