| Olga Lourdes Vila Pérez |
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En esta misma fase es importante como recurso, utilizar un material que le
sirva de consulta que contenga al menos, los métodos más utilizados por las diversas
ramas del saber (lógico -histórico, inductivo- deductivo, analítico -sintético, análisis
de documentos, encuestas, entrevistas, entre los más utilizados); con frecuencia en
las tutorías se detecta como un elemento a superar. La tendencia es a redactar el
método tan general, que no se parece al tema objeto de estudio. Este recurso o
material puede aliviar el desconocimiento de los estudiantes, en particular,
seleccionar el más adecuado para registrar la información. El proceder metodológico
para ello se sustenta en el estudio del documento por el estudiante y la
comprobación del tutor mediante la indicación de un ejercicio donde el estudiante
pueda mostrar en su protocolo de investigación, los métodos y técnicas a utilizar y
su ajuste al tema que está trabajando.
En la tercera fase, el tutor tomando como referencia el protocolo de
investigación continuará el proceso de revisión y control del informe. Como parte
del acompañamiento pudieran redactar juntos un artículo científico y compartir la
difusión del conocimiento. Como recurso, se le ofrece una carpeta de normas de
publicación de revistas para que puedan socializar la temática investigada. Además,
orienta, ayuda y apoya, en la realización de los exámenes básicos (Idioma y Ciencia,
Tecnología y Sociedad, para el caso de la formación doctoral. Se sugiere la revisión
de la presentación del tutorado para el ejercicio de pre y defensa, de manera que
se haga realidad la máxima ganar-ganar, tanto para el tutor, como para el tutorado.
Resulta beneficiosa la realización de talleres con el tutorado.
La denominación Con todos y para el Bien de todos, sintetiza que la tutoría
es un proceso bilateral de tutor, a tutorado, donde prima la hermandad, la
reciprocidad, la colaboración, la responsabilidad. Es un acto de entrega de las dos
partes, donde los resultados benefician a ambos, a la institución, a la sociedad y a
la familia. Por tanto, la filosofía en todo este contexto educativo será ganar-ganar.
Como resultados significativos de esta técnica se concibe una mejor relación
tutor-tutorado aprenden ambos sujetos de cada uno. Cuando termina el ejercicio se
amplían los lazos de afectividad y, en ocasiones, se convierten hasta en lazos
familiares. Se sustenta un clima laboral y personal diáfano, sincero y fresco. Se
establecen compromisos nuevos de los dos.
En el trabajo de tutoría es importante enfatizar que es un proceso de
construcción y desconstrucción de conocimientos tanto para el tutor, como para el
tutorado. Para el tutor es una experiencia nueva, pues cada tutorado tiene una
forma de proceder diferente y con temas de investigación diversos, lo que constituye
un reto para ambos y también crecen en nuevos conocimientos. Para el tutorado, es
un escalón superior obtenido, una batalla ganada, que implica nuevo conocimiento
adquirido y construido. Se revierte en nuevos aprendizajes, habilidades y destrezas.
Ambos comparten la experiencia de cumplir con los objetivos que se habían
propuesto.
La tutoría tiene como propósito fomentar vínculos de diálogo, reflexión y
acción, con el fin de fortalecer la interrelación con los alumnos respecto al
desempeño académico. El tutor debe concebir estrategias tanto preventivas, como
formativas, que contribuyan al logro del perfil del egresado de la Educación Superior.
La formación de valores, las relaciones afectivas con el estudiante producen