
| Enrique Octimio García Machado | Cheila Soris Díaz- Veliz |
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Introducción
La extensión universitaria requiere transformar su gestión y perfeccionarla
para alcanzar niveles superiores de desarrollo, que tributen a un aumento de su
contribución a las instituciones universitarias para ello se hace necesario un
liderazgo consciente. En relación a este tema, autores como: Barón (2018), Marichal
et al. (2019), Jaramillo Valencia et al. (2019), Sun (2019), López Muñoz et al. (2019),
Águila Sánchez (2020), Palacios Hernández et al. (2020), Fabregas Rodado (2020),
Otondo Brieño y Bacur Vega (2020), Trujillo (2021), Pérez Gamboa et al. (2021,
2022), Rodríguez et al. (2022), Rodríguez (2022), Ramírez et al. (2023), Roman-
Acosta et al. (2023); Torres et al. (2023); Artigas et al. (2023), Barón Velandia (2023),
Monzón Pinglo et al. (2023), López Llerena et al. (2023) y Díaz-Chieng et al. (2023)
plantean que debe existir un líder con un perfil actualizado en los conocimientos,
que posea habilidades estratégicas para asumir el manejo de grupos, aptitudes para
comunicarse de forma que convenza y persuada y tomar decisiones adecuadas. Estos
son sólo algunos de los aspectos a tener en cuenta para ser un líder exitoso y
competitivo.
La teoría del liderazgo transformacional fue adaptada al contexto educativo
por Leithwood et al. (2006), asumiéndose como modelo ideal para el liderazgo
escolar, siendo considerada una de las más influyentes en el campo de la gestión
educacional. El mismo sobresale por ser uno de los tipos de liderazgo más apropiados
para el logro de cambios e innovaciones de las instituciones de la educación superior.
Por otro lado, el trabajo sociocultural universitario, o gestión del proceso
extensionista, posibilita la solución a la contradicción entre el ámbito administrativo
y tecnológico en el proceso extensionista, favoreciendo que éste se ejecute desde
los principios de la promoción sociocultural y las particularidades inherentes de la
extensión universitaria. A su vez, la extensión como función y proceso universitario
requiere transfigurar su gestión y perfeccionarla, en función de alcanzar niveles
superiores de desarrollo que amplíen su contribución a la institución universitaria
(González y González, 2015; Crede et al., 2019; Alcázar Cruz, 2020; Díaz-Gómez,
2020; Siangchokyoo et al., 2020; Kwan, 2020; Asbari, 2020; Gálvez & Llatas, 2022).
La gestión sociocultural, ejecutada por el proceso de Extensión
Universitaria, ayuda al progreso cultural de la sociedad, en comunicación con la
comunidad. Esto beneficia la elevación de la calidad de vida de sus miembros, y al
incremento y solidificación de la cultura, partiendo de integración de sus procesos
sustantivos. En el contexto de cambios profundos y decisorios para el desarrollo del
perfeccionamiento de la educación superior cubana, la Universidad Central Marta
Abreu de Las Villas (UCLV) está llamada a desempeñar un peso fundamental en el
logro de estos propósitos. No obstante, a pesar de la labor que se ha desarrollado se
detectan carencias que dificultan el trabajo de la dirección, fundamentalmente, el
que se relaciona con la comunidad universitaria. Se identifican: la extensión
universitaria con un concepto estrecho de cultura, sobre todo a la cultura artística
y literaria; el desinterés de los estudiantes en inscribirse en cursos optativos; el
insuficiente dominio de los referentes teóricos de liderazgo, del proceso de
extensión universitaria y su gestión por el colectivo extensionista, la necesidad de
potenciar liderazgo por las características de su labor y, la aún baja interrelación de
los departamentos de carreras con la Dirección de Extensión Universitaria (DEU).