Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez
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ISSN: 2309-8333
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RNPS: 2411
|12(2) |2024|
Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/)
Estrategia y Gestión Universitaria EGU
Artículo de revisión
Cómo citar:
Tarango, J., González-
Quiñones, F., & Machin-Mastromatteo,
J. D. (2024). Ciencia de frontera en
gestión universitaria en México: Un
concepto emergente hacia la mejora.
Estrategia y Gestión Universitaria,
12(2), e8581.
https://doi.org/10.5281/zenodo.12728464
Recibido: 21/05/2024
Aceptado: 10/07/2024
Publicado: 23/07/2024
Autor para correspondencia:
jtarango@uach.mx
Conflicto de intereses:
los autores
declaran no tener ningún conflicto de
intereses, que puedan haber influido en
los resultados obtenidos o las
interpretaciones propuestas
.
Ciencia de frontera en gestión
universitaria en México: Un concepto
emergente hacia la mejora
Frontier science in university
management in Mexico: An emerging
concept towards improvement
Ciência de fronteira na gestão
universitária no México: um conceito
emergente para melhoria
Resumen
Introducción: las políticas nacionales en ciencia y tecnología
en México, intentan precisar los conceptos característicos que
la distinguen, especialmente en los aspectos que caracterizan
la calidad. No obstante, tales posicionamientos son poco
claros para identificar su verdadera intención. Objetivo:
definir los principales aspectos sobre la contribución y
valoración científica dentro del posicionamiento de las
universidades a través de los procesos de gestión en ciencia
de frontera. Metodología: se trata de una investigación de
tipo documental que toma como referencia la indefinición de
la ciencia de frontera como un requerimiento emergente de
los sistemas de evaluación de la producción científica como
medio de gestión universitaria. Resultados: la propuesta
analiza un conjunto de antecedentes sobre el panorama
científico de México y sus intentos de innovación, teniendo
como referencia la propia definición gubernamental y el
intento por identificar sus principales características y áreas
de influencia. Conclusión: se analiza el papel de la ciencia de
frontera como una limitante en el desarrollo científico,
especialmente con énfasis en las humanidades y las ciencias
sociales y su posicionamiento dentro de las regiones
periféricas de la ciencia. Ofrece diversas predicciones
hipotéticas para desarrollar procesos de gestión para el
posicionamiento científicos de las universidades.
Palabras clave:
ciencia de frontera, desarrollo científico, regiones
periféricas de la ciencia, humanidades y ciencias sociales, gestión
educativa
Abstract
Introduction: national policies in science and technology in
Mexico intend to clarify their characteristic concepts,
especially those regarding quality. However, such positions
are unclear to identify their true intent. Objective: to define
the main aspects on the contribution and scientific assessment
within the positioning of universities through the management
processes in frontier science.
Javier Tarango
1
Universidad Autónoma de Chihuahua
https://orcid.org/0000-0002-0416-3400
jtarango@uach.mx
México
Fidel González-Quiñones
2
Universidad Autónoma de Chihuahua
https://orcid.org/0000-0002-8404-0098
fgonzalez@uach.mx
México
Juan D. Machin-Mastromatteo
3
Universidad Autónoma de Chihuahua
https://orcid.org/0000-0003-4884-0474
jmachin@uach.mx
México
Estrategia y Gestión Universitaria
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ISSN
: 2309-8333
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RNPS:
2411
12(2) | Julio-Diciembre |2024|
| Javier Tarango | Fidel González-Quiñones |Juan D. Machin-Mastromatteo |
Methodology:
this paper takes as a reference the lack of definition of frontier
science as an emerging requirement of systems of evaluation of scientific
production as a means of university management.
Results:
the proposal analyzes
a set of background on the scientific panorama in Mexico and its attempts at
innovation, taking as reference the governmental definition itself and the
attempt to identify its main characteristics and areas of influence.
Conclusion:
the role of frontier science as a constraint on scientific development is analyzed,
especially with emphasis on humanities and social sciences and its positioning
within the peripheral regions of science. It also offers several hypothetical
predictions to develop management processes for the scientific positioning of
universities.
Keywords:
frontier science, scientific development, peripheral regions of science,
humanities and social sciences, educational management
Resumo
Introdução: as políticas nacionais de ciência e tecnologia no México tentam
especificar os conceitos característicos que o distinguem, especialmente nos
aspectos que caracterizam a qualidade. No entanto, tais posições não são claras
para identificar a sua verdadeira intenção. Objetivo: definir os principais aspectos
da contribuição e avaliação científica no posicionamento das universidades através
de processos de gestão em ciência de fronteira. Metodologia: trata-se de uma
investigação do tipo documental que toma como referência a indefinição da
ciência de fronteira como exigência emergente dos sistemas de avaliação da
produção científica como meio de gestão universitária. Resultados: a proposta
analisa um conjunto de informações básicas sobre o panorama científico do México
e suas tentativas de inovação, tomando como referência a definição do próprio
governo e a tentativa de identificar suas principais características e áreas de
influência. Conclusão: analisa-se o papel da ciência de fronteira como limitação
do desenvolvimento científico, especialmente com ênfase nas ciências humanas e
sociais e seu posicionamento nas regiões periféricas da ciência. Oferece diversas
previsões hipotéticas para desenvolver processos de gestão para o posicionamento
científico das universidades.
Palavras-chave:
ciência de fronteira, desenvolvimento científico, regiões
periféricas da ciência, ciências humanas e sociais, gestão educacional
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Introducción
Parte del debate académico nacional sobre la investigación generada en
diversos entornos (geográficos, disciplinares o institucionales), entra en
cuestionamiento cuando se generan clasificaciones que determinan la calidad de la
misma, así como, cuando se asignan condiciones de ciencia periférica o secundaria
y ciencia central o principal, ambas tipologías explicadas posteriormente desde la
visión de diversos autores. Pareciera que, en el contexto nacional, una de las
preocupaciones investigativas se desarrolla en torno a las condiciones de
Instituciones de Educación Superior (IES), y entidades de investigación dependiendo
del núcleo geográfico nacional donde se ubiquen, definiéndose con ello, las primeras
fronteras de la ciencia, donde las actividades investigativas, prácticamente se
concentran en espacios de las macro universidades y otras universidades, ambas en
regiones centrales de la ciencia en el país.
El planteamiento anterior, da pie a considerar a la investigación científica
que se desarrolla en las IES y entidades de investigación que no pertenecen al centro
geográfico de México, que se enfrentan dificultades para insertarse en el debate y
reconocimiento nacional. Esta definición, que es sólo el inicio de la búsqueda de una
conceptualización sobre el tema, a propicia la identificación de diversas condiciones
de la comunicación científica según su nivel de competitividad, y genera la
preocupación de implementar estrategias de posicionamiento dentro del debate
académico nacional, a través del acercamiento a comunidades epistémicas que
tienen mayor liderazgo en las formas de reconocimiento de la ciencia, generando un
nuevo concepto de organización científica según sus propias limitaciones y avances.
Esta propuesta va más allá de definir y cuestionar a la ciencia de frontera y
sus múltiples acepciones que generan imprecisión (usándose indistintamente:
frontera del conocimiento, frontera de la ciencia, frontera cognitiva, conocimiento
de vanguardia o investigación de frontera), pretende valorar el desarrollo que
observa la investigación mediante el establecimiento de criterios cualitativos y
cuantitativos; favorecer el desarrollo de investigaciones de calidad, a través de la
habilitación en aspectos teórico-metodológicos, con miras a igualarse a entornos
vinculados a la definición de una ciencia de frontera según condiciones propias y
externas; y propiciar la inserción de resultados en el debate académico nacional de
investigación, generada en contextos diversos a través de su vinculación con
comunidades epistémicas generadoras de ciencia de frontera.
Antecedentes del panorama científico en México: A la defensa de las
humanidades y las ciencias sociales
La dinámica de la ciencia se manifiesta a través de la comunicación de la
misma bajo dos condiciones: La primera, aquella considerada como ciencia de
corriente principal (ciencia central o mainstream), la cual regularmente es
comunicada a través de diversas fuentes científicas de alta calidad, y cuyos
contenidos se apegan a procesos rigurosos de investigación y evaluación (arbitraje e
indización), y comprende ámbitos de estudio amplios, siendo su aplicación en
contextos de alta visibilidad (Aguado-López et al., 2014); y la segunda, conocida
como ciencia periférica o secundaria, cuyo contenido, aunque ofrece resultados
científicos válidos, estudia contextos reducidos en donde su visibilidad y
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aplicabilidad observa condiciones similares, regularmente su arbitraje es limitado
(Calderón García, 2015; Tóth et al., 2024).
Tanto los investigadores como las instituciones, las regiones y las disciplinas
científicas generan conocimiento a través de procesos de investigación, cuyos
hallazgos sólo se vuelven evaluables a partir de su publicación en medios reconocidos
por la ciencia según su valor, lo cual convierte a las entidades científicas (sean
personas o comunidades) en ámbitos de ciencia de corriente principal o ámbitos de
ciencia periférica o secundaria (Vega, 2012). Por tanto, las dimensiones de la ciencia
publicada son dos: Por la calidad de los contenidos comunicados, y por la región en
la que se genera (Lozano y Sánchez-Mora, 2008).
La ciencia de corriente principal (basada en productos) y los escenarios
vinculados a la generación de la misma (ambientes geográficos en los que se
concentran la ciencia de alta calidad, constituidas por personas, grupos,
instituciones y regiones que se desempeñan en ese contexto) son ampliamente
interdependientes, siendo que la condición de los escenarios depende de la
naturaleza de la ciencia de corriente principal generada. Los escenarios de ciencia
de corriente principal, están vinculados a condiciones favorables de productividad
científica, compuestos por recursos humanos altamente calificados, integrados a
comunidades epistémicas de alto reconocimiento, ambientes de cultura científica
sólida, acceso a recursos de información valiosos y en general, ofrecen condiciones
reglamentarias que propician la generación de ciencia de corriente principal acorde
a sus mismos estándares de calidad, por consiguiente, se convierten en referentes y
autoridades de posicionamiento en contextos nacionales e internacionales.
En todo este análisis, debe considerarse que existen disciplinas científicas
más propensas a contribuir a la ciencia de corriente principal, especialmente las
exactas o ciencias duras (química, bioquímica, medicina, etc.), caracterizadas por
ofrecer resultados de interpretación concreta relacionada con situaciones y
soluciones prácticas (bajo el interés de sectores empresariales e industriales), las
cuales incluso muestran oposición a participar en ámbitos de generación de
conocimiento de ciencia secundaria y más aún, en relación con procesos de
divulgación científica (OEI, 2012). En cambio, las humanidades y ciencias sociales,
enfrentan la problemática de demostrar la aplicación práctica de sus fundamentos
en sectores propios o de otros contextos sociales (Armendáriz Núñez, 2021), lo cual,
le resta rentabilidad ante la perspectiva de las instancias financiadoras de la ciencia.
En el caso específico de las humanidades (incluyendo las ciencias sociales),
existe una defensa constante hacia el convencionalismo de que en general son
disciplinas no utilitarias, que por consiguiente sólo aportan producción basada en la
subjetividad, lo cual no representa una justificación para que sea frecuente su
presencia científica en diversas regiones geográficas de un país a partir de la
generación de núcleos de concentración científica (Ortiz-Ocaña y Llanes-Montes,
2018). Esta problemática propicia de por sí un escaso desarrollo de las bases
científico-tecnológicas endógenas, la asociación de la disciplina con contenidos
“blandos” de heterogénea calidad, orientadas sólo a la integración de funciones de
adhesión cultural de masas (Nugrahanti, 2023; Uyanga et al., 2023).
Relativo al estudio de los contextos periféricos de la ciencia, que
regularmente generan ciencia periférica o ciencia de corriente principal de forma
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aislada, especialmente en países de América Latina y en particular de México, estas
condiciones han sido estudiadas desde perspectivas meramente cuantitativas,
habiendo una amplia necesidad de incluir otros aspectos vinculados, no sólo en
relación a la cantidad (basada en el registro de tipo y cantidad de productos), sino
con la calidad (expresada en aportación e influencia científica de contenidos,
caracterización de la innovación y creatividad, y definición de estándares de calidad
y determinar su nivel de competitividad científica en relación con entornos
vinculados a la ciencia de corriente principal) y más allá de eso, para comprender el
papel de la investigación científica, la verdadera capacidad de investigadores locales
de relacionarse con comunidades científicas y redes epistémicas de ámbitos
nacionales e internacionales de alta importancia, pero sobre todo, la carencia de
estrategias para solucionar problemas concretos relacionados con el crecimiento
científico de las regiones.
En el caso particular de México, el distanciamiento científico entre
escenarios del centro y la periferia, ha sido siempre amplio y prácticamente carente
de una relación que propicie la mejora. Se demanda entonces, desarrollar análisis
internos sobre las formas de comportamiento de la investigación local y de la
dinámica de sus grupos. Debe considerarse, además, que la parte geográfica central
no guarda interés en desarrollar a los entornos periféricos y que incluso, existen en
ocasiones indicios de mejores relaciones de investigadores e instituciones en
regiones periféricas, con ámbitos de ciencia de corriente principal de carácter
internacional. El nivel de interacción científica de la parte central sobre la periférica
sucede como una relación subordinada, por tanto, existe falta de credibilidad en sus
acciones y contenidos, restricción en los márgenes de negociación, mala división en
el trabajo y diferencias sustanciales en la distribución de los recursos financieros
(Kreimer, 2006).
El desarrollo científico de las regiones geográficas y de las disciplinas
científicas, cuando existen condiciones de distribución periférica y central,
mantendrá patrones de comportamiento carente de dinamismo y una falta de
desarrollo de las capacidades científico-tecnológicas, de aquellos que están en
desventaja y suponen la posibilidad de expansión de tales capacidades, así como, la
falta de adaptación a nuevos conocimientos en las personas e instituciones y la
constante relación de dependencia.
En México, las disciplinas que componen al rubro de las humanidades y
ciencias de la conducta, se infieren que, tanto como región y como disciplina
científica, la presencia de elementos periféricos son evidentes, por tanto, la
dependencia de regiones centrales desarrolladas supone la continuación de una serie
de condiciones, tales como:
a) Existe una participación de desigualdad en relación con regiones centrales
en aspectos de desarrollo científico y su reconocimiento (Sánchez Daza, 2009), así
como en la distribución de: Recursos financieros, instrumentales y técnicos para la
investigación, desigualdad en oportunidades para la comunicación y divulgación de
la ciencia, y aceptan restringir sus procesos de generación de conocimiento según
las necesidades de las regiones centrales (Sánchez Almanza, 2006; Tünnermann
Bernheim, 2006).
b) Cuentan con una baja participación en el proceso de creación científica y
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acceso costoso a los resultados de estas creaciones (Vidales Carmona, 2009).
Metodología
Al tratarse de una investigación documental, esta surgió de inicio ante la
identificacn de una imprecisión conceptual que proponen las autoridades
mexicanas rectoras de la ciencia respecto a la valoración de la llamada ciencia de
frontera. Por tanto, se desarrolló un análisis documental de las principales fuentes
que tratan este tema (especialmente aquellas publicados a partir del 2019 con la
incorporación del concepto de ciencia de frontera en las reglamentaciones
vinculadas a la evaluación de la ciencia y las visiones identificadas al respecto en los
últimos 20 años), tocando los siguientes ámbitos: (1) instituciones gubernamentales
vinculadas a la ciencia; (2) organismos internacionales; y (3) fuentes de información
vigentes localizadas y recuperadas en distintas bases de datos académicas y medios
electrónicos.
Al tratarse de una investigación documental sobre temas emergentes, las
razones por las que se eligió esta metodología investigativa se justifica en lo
siguiente: (1) se demanda un proceso necesario de teorización del tema de estudio,
a través de lo cual se logre definir su caracterización y de ahí las bases que lo
distinguen, tratando de derivar una idea clara o incluso distinta a lo que puede
asociarse; (2) es posible desarrollar un análisis sistemático del tema, convirtiéndose
en la primera aproximación teórica, por tanto, los resultados demuestran el
desarrollo de una investigación tipo explicativa; (3) es la manera más adecuada de
desarrollar un análisis de información de manera retrospectiva y no prospectiva
como sucedería en otras metodologías; (4) permite la recopilación de documentos,
mismos que en su conjunto ofrecen una derivación de un nuevo objeto de estudio; y
(5) es un medio efectivo de construir conocimiento y al mismo tiempo, ante su
publicación, permite democratizarlo para generar la posibilidad de nuevas
investigaciones.
Debe tenerse en cuenta que la autoría de este artículo proviene de personas
y líneas de investigación vinculadas a los estudios de la información, por tanto, una
de sus fortalezas en la parte instrumental es la investigación documental, misma que
en sus orígenes se genera como una forma de trabajo proveniente de las bibliotecas
y que de forma más reciente, ha evolucionado a la consulta de fuentes de
información documental en diversos formatos, siendo estos, físicos y especialmente
electrónicos. La experiencia de investigación documental, permitió, además, la
identificación de un tema emergente que pareciera ser propio de las iniciativas de
la política científica mexicana, el cual, no necesariamente está plasmado en la de
otros países latinoamericanos, e incluso, puede existir una traducción literal
(Frontiers Science), no obstante, se carece de publicaciones suficientes en el
lenguaje vehicular de la ciencia (idioma inglés) con esa acepción por no ser un tema
de interés, ya que infiere que se considera que todo desarrollo científico, por
antonomasia, debe ser ciencia de frontera, incluso utilizando con mayor frecuencia,
otros términos tales como: Endless Frontier, Cutting-Edge Technologies y Research
Frontiers (el más utilizado), todos relacionados con investigaciones provenientes de
las ciencias aplicadas.
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Resultados y discusión
Independientemente de las múltiples formas de expresión respecto a la
ciencia de frontera, resulta justo iniciar por una definición general o simple de la
misma, la cual podría referirse a las investigaciones que se desarrollan en la frontera
del conocimiento en un área o ámbito específico (Rey, 2011). El mismo autor,
considera a esta definición como claramente imprecisa, ya que en su propio
concepto involucra otro más (frontera del conocimiento), mismo que pudiera ser un
concepto previo y que sin embargo se usa sin ninguna discriminación o
diferenciación.
La indefinición en el concepto de ciencia de frontera, genera cierta polémica
desde la perspectiva de que toda investigación y aportación al conocimiento ofrecen
novedad e innovación implícita, por tanto, siempre será ciencia de frontera ya que
trata de dar a conocer algo que era desconocido, aun cuando la aportación sea
minúscula. Las contribuciones a la ciencia pueden caracterizarse por los siguientes
aspectos: controversias, metodologías nuevas o atípicas, conocimientos distintos al
paradigma dominante o cuestiones de incertidumbre.
La búsqueda de nuevos hallazgos puede tener diversos propósitos y no
siempre se logran todos, no obstante, no deja de transformar al conocimiento
mismo, variando la medición de su aparente impacto, dependiendo de la disciplina
científica de que se trate, siendo en ocasión mayormente tangible en las ciencias
exactas, contra la variabilidad de criterios que suelen presentarse en las
humanidades y las ciencias sociales. El problema a considerar en mayor o menor
grado, es la condición significativa de un avance en las aportaciones al conocimiento,
ya que es difícil de estimar, lo interesante sería la simple aceptación de nuevos
enfoques y maneras de pensar, o bien, que las aportaciones se conviertan en el ideal
de ser aceptadas por la ciencia central o principal.
Tendencias científico-tecnológicas de formación y campos de acción
profesional
La formación profesional y los campos del ejercicio laboral en aspectos
científico-tecnológicos de la innovación educativa a nivel de posgrado, representa
la forma como se ha globalizado la educación, y cobra amplia importancia en el
entendimiento de esta clase de fenómenos relacionados con el desarrollo de capital
humano y social (Chyhrina et al., 2024). Para Gazzola y Didriksson (2008) y Delgado
(2023), se consideran diversas transformaciones en la estructura y organización de
la educación superior, entre las más significativas se encuentran:
a) Crecimiento de la heterogeneidad de las poblaciones estudiantiles en
posgrado.
b) Surgimiento de macro universidades e instituciones de formación técnica.
c) La divulgación y comunicación del conocimiento a través del incremento
en la investigación científica, así como la fuerte influencia que la ciencia y la
tecnología ejercerán sobre la educación superior.
d) El impacto de las tecnologías.
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e) Mercantilización de la educación superior.
f) El desarrollo de nuevas carreras y áreas del conocimiento con base a la
interdisciplina y transdisciplina.
g) La educación superior asociada a criterios tales como la pertinencia,
relevancia, inclusión y equidad.
h) La necesidad de innovación institucional para el logro de una mejor
gobernabilidad.
El establecimiento de políticas, los procesos de investigación y el desarrollo
científico en materia educacional (así como en otras temáticas), presupone para el
año 2030, un incremento significativo en la población estudiantil, lo que provocará
el crecimiento de los sistemas educativos de nivel superior, y la complejidad en la
contratación de egresados será más complicada (OCDE, 2008). Por tanto, se
proponen las siguientes estrategias:
a) Las profesiones académicas deberán ser más internacionales, orientadas
a lo móvil, pero seguirán estructuradas de acuerdo con las circunstancias nacionales.
b) Las actividades de las profesiones serán más diversificadas y
especializadas, sujetas a contratos de trabajo variados.
c) La profesión se moverá poco a poco, de la concepción tradicional de una
comunidad autorregulada de profesionales, hacia un modelo de consenso para ser
base de principios frescos.
La globalización prevé cambios relacionados con la dinámica de la educación
superior, cuyas tendencias emergentes serán las siguientes (OCDE, 2009): (1) la
enseñanza superior transfronteriza que implica la movilidad de estudiantes,
profesores e instituciones; (2) la investigación académica será cada vez más
internacional y continuará siendo afectada por las fuerzas colaborativas y
competitivas; y (3) los países desarrollados serán quienes definan las políticas en
ciencia y tecnología sobre el resto de los países. El reconocimiento de la necesidad
de una visión equilibrada y completa de la educación, como un sistema integral que
incluye no sólo la contribución del capital humano de la educación terciaria, sino
también su dimensión humanista, crítica y creación de capital social y su papel como
un bien importante, público y global (World Bank, 2013).
Las tendencias científico-tecnológicas actuales, tanto en la formación
profesional como en los campos de acción laboral de los posgrados de calidad con
enfoque a la investigación, muestran su punto culminante en la comunicación de la
ciencia (Uyanga et al., 2023). La dinámica de la ciencia se manifiesta a través de la
comunicación de la misma bajo dos condiciones: La primera, aquella considerada
como ciencia de corriente principal, la cual regularmente es comunicada a través de
diversas fuentes científicas de alta calidad, y cuyos contenidos se apegan a procesos
rigurosos de investigación y evaluación (arbitraje e indización), y comprende ámbitos
de estudio amplios, siendo su aplicación en contextos de alta visibilidad (Aguado-
López, et al., 2014; OEI, 2018); y la segunda, conocida como ciencia periférica o
secundaria, cuyo contenido, aunque ofrece resultados científicos válidos, estudia
contextos reducidos en donde su visibilidad y aplicabilidad observan condiciones
similares y regularmente su arbitraje es limitado (Calderón García, 2015; Tóth et
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al., 2024).
Tanto los investigadores como las instituciones, las regiones y las disciplinas
científicas, generan conocimiento a través de procesos de investigación, cuyos
hallazgos sólo se vuelven evaluables a partir de su publicación en cualquier medio,
lo cual convierte a las entidades antes mencionadas, igualmente en ámbitos de
ciencia de corriente principal o ámbitos de ciencia periférica o secundaria (Vega,
2012). Por tanto, las dimensiones de la ciencia publicada son dos: Por la calidad de
los contenidos comunicados y por la región en la que se genera la ciencia (Lozano y
Sánchez-Mora, 2008).
La ciencia de corriente principal (basada en productos) y los escenarios
vinculados a la generación de ciencia de corriente principal (regiones que generan
ciencia de alta calidad, constituidas por personas, grupos, instituciones y regiones
que se desempeñan en ese contexto), son ampliamente interdependientes, el
primero es consecuencia del segundo. Los escenarios de ciencia de corriente
principal están vinculados a condiciones favorables de productividad científica,
compuestos por recursos humanos altamente calificados integrados a comunidades
epistémicas de alto reconocimiento, ambientes de cultura científica sólida, acceso
a recursos de información valiosos y en general, ofrecen condiciones reglamentarias,
que propician la generación de ciencia de corriente principal acorde a sus mismos
estándares de calidad, y por consiguiente, convirtiéndose en referentes y
autoridades de posicionamiento en contextos nacionales e internacionales.
El término de ciencia de frontera o conocimiento de frontera, aunque de uso
reciente, tiene su propia historia y puede dividirse en tres momentos fundamentales,
previo a la consideración actual de las instancias responsables de la ciencia en
México, estas son:
a) La visión de Augusto Comte sobre la marcha progresista del espíritu
humano y el reconocimiento a los actos de su propia historia (Primero Rivas, 2018)
b) El informe de Vannevar Bush en 1945, donde le solicitaba al presidente de
Estados Unidos la necesidad de continuar apoyando la investigación científica
(Primero Rivas, 2018), con lo cual se permitiría el acceso al conocimiento existente
para facilitar el progreso científico y permitir el desarrollo de nuevas tecnologías
(Iaria et al., 2018a; Iaria et al., 2018b; Bush, 2020).
c) La visión de Thomas Samuel Kuhn respecto a la concepción de la ciencia
normal a la ciencia nueva que se sitúan en el límite de un cambio y del surgimiento
de nuevos paradigmas (Rey, 2011).
La construcción de las características de la ciencia de frontera, se basan en
la vinculación permanente de saberes y conocimientos a partir de otras disciplinas y
ciencias, en donde se busca problematizar y generar modelos teóricos para poder
visualizar sutilezas, relaciones no-lineales y cualidades del aprender humano
(Espinoza Vásquez, 2019; (Martínez-López y Puebla Sánchez, 2021). De acuerdo con
Amaya Molinar et al. (2015) y Pineda-Ospina (2019), existe una fuerte asociación de
la ciencia de frontera con el término de innovación y sus diversas acepciones (gestión
de la innovación, gestión del conocimiento, innovación de modelos y procesos de
innovación, principalmente).
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La ciencia de frontera es definida como, las interacciones entre ciencia,
tecnología, sociedad e innovación en el mundo contemporáneo con la delimitación
de fronteras. Es la demarcación del conocimiento científico y las comunidades
disciplinarias, donde se entiende la frontera en el origen y el desarrollo de la
modernidad final al momento del análisis, tanto de la ciencia y la tecnología, como
de las artes plásticas, la literatura, el cine, los media y la gastronomía (López
Cerezo, 2012). Además, la paradoja de las ciencias de frontera (incluyendo los
avances más recientes en medicina, biología y neurolingüística) es su retorno a
fuentes del pensamiento tradicional (Ortega y Quiñones, 2018) y, por tanto, en las
fronteras del conocimiento sobre las innovaciones científicas y tecnológicas,
situación que se proyecta en el desarrollo económico y en el progreso industrial de
cada país en particular (Cacho Carranza, 2021).
Al considerar a la fronterización científica como un medio de innovación, se
suele asociar con la extensión de regiones geográficas, con el estudio de períodos y
con espacios disciplinares específicos (Sanchidrián Blanco et al., 1999), siendo esta
visión aquella relacionada al espacio físico como frontera de la ciencia, en lo cual se
destaca la filosofía, considerando aquellas que distinguen las diferencias de
desarrollo entre norte y sur (Primero Rivas, 2018); pero también la ciencia puede
tener una frontera psicológica, cuando se tiene una creencia que no necesariamente
va con la realidad (Anguita, 1995).
La ciencia de frontera exige innovación, por tanto, debe considerar el
trabajo a través de redes académicas, las cuales pueden ser internas a las propias
instituciones, con otras instituciones, tanto locales como internacionales (De las
Heras-Pedrosa et al., 2018), siendo esta clase de patrones los que evitan caer en la
fragmentación de regiones, siempre y cuando todas las entidades participen de
forma igualitaria (Ibáñez, 2018).
En el caso de los investigadores mexicanos y su relación con la ciencia de
frontera, se cuestiona si esta clase de actividades tienen vínculo con el
emprendimiento social y comercial; algunos consideran que la investigación tiene un
propósito social y otros afirman que tiene un fin comercial, otros más consideran
que la parte social está incluida dentro de la parte comercial, ya que toda acción
investigativa debería ser hecha sin ningún propósito lucrativo (Zerón Félix et al.,
2021). Además, surge la duda de cuando se logra un proceso formativo en ciencia de
frontera, González-Billault et al. (2011) consideran que debe ser desde la infancia
(especialmente desde los siete años) y lo demuestran con una experiencia a través
de la iniciativa nombrada ‘Programa de Fronteras de la Ciencia’ de la Academia
Chilena de Ciencias y del Instituto de Chile.
Resulta poco objetivo determinar qué producción científica es ciencia de
frontera y cual no lo es. Aunque en ocasiones se propone definirla de forma
cualitativa, sin embargo, se vuelve necesario recurrir a medios cuantitativos y
generar métodos mixtos. Ejemplo de ello, son las propuestas de Gorbea Portal (2011)
en relación al desarrollo de estudios sobre regularidades de la comunicación
científica por temática y región, además, por las relaciones interdisciplinarias en las
aportaciones al conocimiento; o la visión de Celeste et al. (2021) quienes consideran
a la medición de la ciencia de frontera a través de procedimientos cienciométricos
sobre aspectos cuantitativos de la ciencia y de la producción científica.
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El concepto y definición de ciencia de frontera, es una tendencia emergente
sobre la necesidad de un desarrollo epistemológico, el cual no ha sucedido, pero que
supone una necesidad ante el surgimiento de nuevos retos, el replanteamiento de
problemas antiguos y nuevas propuestas de solución y exploración del conocimiento
(Padrón, 2007). Las paradojas de la ciencia de frontera, van desde considerar que el
mundo científico suele considerarse un mundo aparte de la realidad y pertenece a
las élites (Humanen y Nykyri, 2024), hasta la necesidad de crear ciencia ciudadana
como fundamental en los procesos de la ciencia de frontera, en tres sentidos que
involucra a las masas: (1) incremento de la representación del conocimiento en
regiones específicas; (2) desarrollo de proyectos para estimar la abundancia de
objetos de estudio; y (3) capitalizar la recolección de datos secundarios (Callaghan
et al., 2020; Capogna, 2023).
La ciencia de frontera reconoce, de forma tradicional y sin aparentes
propósitos de cambio, la importancia de la revista científica como uno de los
mecanismos más efectivos para comunicar contenidos y conocimiento (López-
Borrull, 2017) y, por otra parte, defiende estar basada en la innovación tecnológica,
por ejemplo, en ramas como la biotecnología, la nanotecnología o la medicina,
incluso considerando a la robotización como un elemento de frontera del
conocimiento, aunque se tenga conciencia de que esta clase de avances destruye la
posibilidad del empleo para muchas personas (Tezanos Tortajada, 2006). “Las
investigaciones de frontera tienen la capacidad de aportar resultados que suponen
un avance muy significativo en el conocimiento. Son generadoras de nuevos
paradigmas que abren la puerta a enfoques, formas de pensar o planteamientos más
actuales…” (Rey, 2011, parr. 3). Para representar de forma clara el ecosistema de
la generación del conocimiento científico, este se representa en la Figura 1 y
comprende su inserción y posicionamiento de los ámbitos que comprenden la
producción científica actual.
Figura 1
Ecosistema de generación de conocimiento y contextualización de la ciencia de
frontera
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Fuente: Elaboración propia.
Visión gubernamental actual sobre ciencia de frontera: Hacia una política
pública
En el caso particular de México, la instancia gubernamental que rige los
procesos del desarrollo científico, es el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias
y Tecnologías (CONAHCYT), institución de la que resulta pertinente aclarar que el
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) cambio su nombre en 2022 a
Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), no obstante,
los documentos consultados por su fecha de edición, aparecen con la razón social
inicial. De forma reciente, se ha ido sustituyendo paulatinamente el nombre
institucional, pero no en todos los casos. A partir de 2019, este organismo definió
dos enfoques en relación con diversos elementos de la producción científica
(principalmente en cuanto a: Perspectivas de los contenidos publicados por los
investigadores, tipo de investigación que desarrollan diversas entidades y aspectos
formativos en posgrados de alta calidad), cuya clasificación principal corresponde a
dos categorías: Ciencia básica y ciencia de frontera.
El CONACYT (2021), ahora CONAHCYT, define a la investigación básica, como
aquel quehacer de todas las áreas del conocimiento, que contribuye al avance
teórico, sin que se tenga la necesaria intención de buscar que sea aplicado en la
práctica, independientemente, que con posterioridad se busquen mecanismos que
complementen la teoría y se pueda llegar a la práctica. Para complementar a lo
anterior, apoyando a las comunidades científicas, se genera el concepto de
investigación de frontera, caracterizada por utilizar metodologías, conceptos
atípicos y novedosos, especialmente a través de procesos de experimentación.
Ambos tipos de investigación quedan a libre albedrío en su uso por parte de los
investigadores.
Debe reconocerse que el CONAHCYT pone de manifiesto, la importancia en
el impulso a la ciencia de frontera, particularmente porque considera que es un
mecanismo fundamental para fortalecer la independencia tecnológica y la soberanía
del país en generación de conocimiento, entendimiento de problemas o conceptos
científicos existentes en cualquier campo de la ciencia, tanto a comunidades
científicas consolidadas, en formación y a investigadores en lo individual. El apoyo a
proyectos de investigación en ciencia de frontera marca como objetivos a lograr
(CONAHCYT, 2020): (1) generación de nuevo conocimiento; (2) fomentar la
investigación en cuestiones de difícil respuesta y utilizar metodologías novedosas,
especialmente atípicas; (3) generar comunidades epistémicas y promover el
emprendimiento en nuevos investigadores; y (4) aplicar metodologías no
convencionales.
La ciencia de frontera, desde la perspectiva gubernamental, defiende el
enfoque analítico-experimental (Wietsma et al., 2017) como un medio que ha
propiciado la generación de grandes bases de datos y promueve su uso, así como,
que los propios investigadores sigan generando conocimiento en modalidad de acceso
abierto (CONAHCYT, 2020). Las propuestas manifestadas sobre la promoción de la
ciencia de frontera, han sido fuertemente promovidas por diversas instituciones,
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tales como: El Instituto de Investigaciones Dr. José Manuel Luis Mora (2019), la
Universidad Veracruzana (2019), la Universidad de Guadalajara (2021) y la
Universidad de Colima (2021), quienes han incentivado a sus investigadores a
participar en ello, situación que se ha permeado de forma más reciente en el resto
de universidades mexicanas.
Conclusiones
El interés en el estudio de la ciencia de frontera, va más allá del mero
análisis de datos cuantitativos de las condiciones regionales y nacionales de
producción científica, proponiendo estudiar aspectos particulares provenientes de
la condición de investigación y comunicación científica en todas las áreas del
conocimiento. La definición de ciencia de frontera se basa en dimensionar los
avances en los conocimientos disciplinares y en las circunstancias científicas
regionales (donde se observan condiciones de entidades generadoras de
conocimiento científico de corriente principal), con lo cual, se plantea la
importancia de considerar la generación de investigaciones formales y detalladas,
que posibiliten identificar las condiciones en la comunicación científica, tanto de
ciencia principal o central y secundaria o periférica, así como, por disciplina
científica y por regiones geográficas.
Al proponerse el desarrollo de investigaciones cualitativas en relación con la
ciencia de frontera en México, se plantean las siguientes predicciones hipotéticas:
a) De acuerdo a las condiciones de investigación y comunicación científica
que experimenta México, demuestra su condición de región periférica en
competitividad científica mundial, experimentando un desbalance con los niveles de
generación de ciencia central o de corriente principal.
b) La investigación y comunicación científica desarrollada en México por
investigadores de las humanidades y ciencias sociales en comparación con las
ciencias exactas, ofrece niveles de baja influencia en el contexto nacional e
internacional, ya que carece de condiciones suficientes de producción científica
sistemática en cuanto a: Tipo, cantidad, aportación e influencia científica de
contenidos, caracterización de la innovación y creatividad, y definición de
estándares de calidad.
c) Dentro de la dimensión del país, las diferencias observadas entre los
niveles de investigación y comunicación científica entre las regiones periféricas y la
región central, muestran diferencias sustanciales, desfavoreciendo a la primera por
contar con niveles insuficientes en formación de recursos humanos vinculados con la
investigación científica.
d) La indefinición de parámetros de trabajo científico en investigadores
mexicanos, propicia diversas condiciones, en especial con la ciencia secundaria o
periférica tales como: Manifestación de rasgos de subdesarrollo cognitivo, niveles de
hiperproducción e hipoproducción científica y manifestación de barreras en la
comunicación científica (lingüísticas, comunicativas, tecnológicas e informativas).
e) Las condiciones de actividad científica individual de los investigadores,
las instituciones de educación superior y centros de investigación vinculadas a las
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humanidades y ciencias sociales, demandan cambios estructurales y académicos, que
propicien un nuevo concepto de organización científica y una nueva forma
institucional de trabajo, en relación con la pretensión de lograr producir ciencia de
corriente principal o central.
f) La reordenación de la investigación y comunicación científica, desde la
perspectiva individual, grupal, institucional y disciplinar, generará condiciones para
buscar relaciones formales con comunidades epistémicas, con liderazgo en ciencia
de corriente central o principal e influir en el posicionamiento de la ciencia regional
en el panorama nacional e internacional.
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| Javier Tarango | Fidel González-Quiñones |Juan D. Machin-Mastromatteo |
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Validación/ Verificación, Visualización, Redacción/ borrador original, y Redacción,
revisión y edición.
Financiación
Esta investigación se llevó a cabo mediante recursos propios.