RELACIONES ENTRE POLÍTICAS EDITORIALES CIENTÍFICAS Y SOCIOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO

RELATIONS BETWEEN SCIENTIFIC EDITORIAL POLICIES AND SOCIOLOGY OF KNOWLEDGE

Autores: Luis Ernesto Paz Enrique1

Jorge Núñez Jover2

Roberto Garcés González3

Instituciones: 1-3Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, Cuba

2Universidad de La Habana, Cuba

Correo electrónico: luisernestope@uclv.cu

Paz, L.E.; Núñez, J. & Garcés, R.

Pág. 147-159

Recibido: 29/08/2019

Aceptado: 30/11/2019

Publicado: 13/01/2020

Universidad&Ciencia

Vol. 9, No. 1, enero-abril (2020)

ISSN: 2227-2690 RNPS: 2450

http://revistas.unica.cu/uciencia

RESUMEN

La sociología del conocimiento dentro de su objeto de estudio se encarga de analizar el desarrollo y las variaciones de la actividad y producción científica. Las políticas editoriales favorecen o limitan la producción de conocimientos teniendo en cuenta que la mayor parte del conocimiento científico publicado es en revistas. Se plantean como objetivos del estudio: 1) identificar las relaciones que se establecen entre las políticas editoriales científicas y la sociología del conocimiento y 2) examinar las problemáticas presentes en las políticas editoriales científicas que condicionan los análisis que se realicen desde la sociología del conocimiento a la literatura científica publicada. Para la obtención de resultados se emplean métodos y técnicas en los niveles teórico y empírico. Se identifica que la sociología del conocimiento como disciplina científica debe analizar las políticas editoriales como intermediaria del conocimiento científico publicado que constituye un reflejo social. Se determina que las políticas editoriales actualmente favorecen el posicionamiento de las revistas y limitan el desarrollo de paradigmas científicos emergentes.

Palabras clave: Actividad científica, Política editorial, Producción científica, Revista científica, Sociología del conocimiento.

ABSTRACT

The sociology of knowledge within its object of study is responsible for analyzing the development and variations of scientific activity and production. Editorial policies favor or limit the production of knowledge taking into account that most of the scientific knowledge published is in journals. The objectives of the study are: 1) to identify the relationships established between scientific publishing policies and the sociology of knowledge and 2) to examine the problems present in the scientific editorial policies that condition the analyzes carried out from the sociology of knowledge to the published scientific literature. To obtain results, methods and techniques are used at the theoretical and empirical levels. It is identified that the sociology of knowledge as a scientific discipline must analyze editorial policies as an intermediary of published scientific knowledge that constitutes a social reflex. It is determined that the editorial policies currently favor the positioning of journals and limit the development of emerging scientific paradigms.

Keywords: Editorial policy, Scientific activity, Scientific journal, Sociology of knowledge, Scientific production.

INTRODUCCIÓN

La comprensión de la sociología del conocimiento y su objeto de estudio muestra distinciones dentro de las restantes disciplinas de la sociología. Lo anterior se expresa en la epistemología y sus construcciones discursivas que se insertan en el análisis de la ciencia como un producto social y por tanto es su reflejo. La sociología del conocimiento se distingue como una meta ciencia que analiza el desarrollo y las variaciones de la actividad y producción científica.

Aunque los autores Muñoz y Gómez (2013) especifican que, aunque en Carlos Marx no hay una sociología del conocimiento; expresan que en él se sientan las premisas donde se edifica esta disciplina científica. Atendiendo a las políticas editoriales se manifiesta el condicionamiento de la superestructura ideológica por la infraestructura social expresado por Marx en 1859 al mostrar una institucionalización de las políticas editoriales que se corresponde con los intereses dominantes. Otros autores relevantes que abordan la sociología del conocimiento son Emile Durkheim (1858-1917) a partir del enfoque positivista del análisis de la sociedad como objeto o cosa (Durkheim, 2001).

Se destaca el autor Karl Mannheim (1893-1947) con el planteamiento de las técnicas sociales, sobre esta concepción se podrán definir como las políticas editoriales constituyen métodos que tratan de influir en la conducta humana y que en las manos del gobierno operan como un medio de control social. El autor Robert Merton (1910-2003) se destaca en el análisis de fenómenos de tipo descriptivo que tienen lugar en la actividad y producción científica, realizando aportes a las disciplinas bibliométricas. El enfoque de la obiteración favorece la identificación de fenómenos que tiene lugar en las políticas editoriales latinoamericanas como condicionantes de la producción científica en lo referente a la temática de desarrollo comunitario. El investigador Thomás Kuhn (1902-1996) constituye referente básico del estudio al enunciar los presupuestos de lo considerado como una ciencia normal y la forma de socialización de los resultados científicos: las revistas especializadas (Kuhn, 1962).

La actividad científica se encuentra en un constante ascenso (Paz y Hernández, 2015). El acceso al conocimiento en la actualidad se encuentra mediado por la accesibilidad tecnológica. Las políticas editoriales responden a intereses globalizadores de tipo mercantil. Cada vez más se observa la presencia de índices que determinan el contenido de las políticas editoriales en las publicaciones seriadas. La revista científica se posiciona hoy como el medio de divulgación de la ciencia por excelencia. El criterio anterior está determinado porque “la principal vía de comunicación formal de los resultados de la investigación científica continúa siendo el artículo científico publicado en revistas arbitradas” (Sarduy, ...[et al.], 2014). Además de que “uno de los componentes fundamentales de la ciencia y la actividad científica son las publicaciones” (Paz, Céspedes y Hernández, 2016). La principal fuente de información para los investigadores es el acceso a los paper (artículos científicos publicados) para localizar los resultados publicados de primera mano (Rivero, Molina y Dante, 2014).

Las políticas editoriales actualmente se elaboran para mejorar el posicionamiento de las revistas, desdeñando al investigador y obligándolo a cumplir con sus requerimientos. Esto está determinado en gran medida por el surgimiento de índices para la evaluación de las publicaciones. El fenómeno anterior “ha sido objeto de estudio desde varias disciplinas científicas, entre las que se encuentran la Historia de la Ciencia, la Sociología de la Ciencia, la Filosofía de la Ciencia, y a las que se les suman las llamadas disciplinas métricas de la información” (Martínez, 2007). Se plantean como objetivos del estudio: 1) identificar las relaciones que se establecen entre las políticas editoriales científicas y la sociología del conocimiento y 2) examinar las problemáticas presentes en las políticas editoriales científicas que condicionan los análisis que se realicen desde la sociología del conocimiento a la literatura científica publicada.

MATERIALES Y MÉTODOS

El estudio que se presenta clasifica como investigación descriptiva con aporte teórico. Se analiza la problemática por la que actualmente atraviesa la comunidad científica en relación a las políticas editoriales. De igual forma, se establecen las relaciones entre la sociología del conocimiento y las políticas editoriales científicas. El estudio tiene una perspectiva cualitativa. Se emplean métodos y técnicas en los niveles teórico y empírico para la recogida de información. En el nivel teórico se aplican los métodos: histórico lógico, analítico sintético, inductivo deductivo y sistémico estructural. En el nivel empírico se emplea el análisis documental clásico a partir de la consulta de fuentes y bases de datos especializadas sobre las temáticas que se abordan. La técnica empleada que facilita la recogida de información es la revisión de documentos. Esta facilita la localización de referentes teóricos sobre la temática en cuestión a partir del análisis documental.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La sociedad moderna trajo consigo cambios radicales en las formas de reproducción social. Los avances científicos técnicos fueron la prioridad del nuevo sistema social: el capitalismo. La sustitución del aparato feudal favoreció que el conocimiento saliera de los monasterios en donde eran almacenados y se pusieran a disposición de una mayor capacidad productiva. El desarrollo tecnológico favoreció que la producción y reproducción de la vida material y espiritual del hombre se industrializara y se hiciera a grandes escalas. El término progreso –como palabra de orden en este período- (Wallerstein, 2006), constituye el antecedente al actual y empleado término de desarrollo. Progreso se empleaba como término de eliminar lo viejo y dar paso a lo nuevo, teniendo como centro el desarrollo tecnológico e industrial que no era posible al margen de los avances de la ciencia.

Los procesos continuos de producción de conocimiento y el aumento de la literatura científica, fueron aspectos tratados por varios investigadores. Por su relevancia se destaca Kuhn (1962) que realiza un análisis detallado de las revoluciones científico-técnicas. Kuhn hace referencia a que la ciencia no debe considerarse esencialmente como un proceso de acumulación de conocimientos, sino como un proceso continuo y cambiante mediado por necesidades sociales. Es este uno de los motivos por los que la ciencia se considera un producto social en la medida que esta busca satisfacer necesidades reales en torno a contextos particulares. Atendiendo a los medios de socialización del conocimiento científico, Kunh refiere que lo considerado como ciencia normal[1] a menudo se publica en textos científicos, situación que en la actualidad se divulga con mayor regularidad en las publicaciones seriadas por su inmediatez. También hace referencia a la importancia de la comunicación de los resultados científicos por parte de los investigadores, sobre este particular refiere: “sus comunicados de investigación (…) no tendrán que ser incluidas habitualmente en un libro dirigido (…). En lugar de ello se presentarán normalmente como artículos breves dirigidos sólo a los colegas profesionales”.

Aún en el período en el que Kunh escribió su obra más trascendental: La Estructura de las Revoluciones Científicas, este destaca el impacto que tiene la publicación de artículos científicos para socializar los resultados de investigaciones. Sobre el criterio anterior este autor refiere: “en la actualidad, en las ciencias, los libros son habitualmente textos o reflexiones retrospectivas sobre algún aspecto de la vida científica. El científico que escribe uno de esos libros tiene mayores probabilidades de que su reputación profesional sea dañada que realzada (…) sólo en los campos que todavía conservan el libro, con o sin el artículo, como vehículo para la comunicación de las investigaciones, se encuentran tan ligeramente trazadas las líneas de la profesionalización que puede esperar un profano seguir el progreso”.

La sociología del conocimiento es una teoría. “Se esfuerza en analizar las relaciones entre el conocimiento y la existencia” (Mannheim, 1987). Tiene como propósito resolver el problema de las condiciones sociales en que nace el pensamiento. Se propone deducir las conclusiones que se derivan de sus verdades más sólidas y tratar de dominar metódicamente los problemas por resolver. Los autores Sánchez (2007), Ribes (2008), Núñez (2011) y Pérez (2012); analizan en sus estudios a los autores clásicos que fundamentaron las teorías en torno a la sociología del conocimiento. El propósito de la sociología del conocimiento o de la ciencia se enfoca en analizar “los procesos de conocimiento y el saber, así como la estructura de las creaciones intelectuales y los contenidos intelectuales concretos de una era se pueden entender en términos de sus relaciones funcionales sociogenéticas” (Mannheim, 1982).

Es una sociología que se ocupa de los procesos de institucionalización y funcionamiento de las comunidades de científicos. Puede considerarse como una “sociología externa” (en la medida en que no se ocupa del análisis sociológico de los contenidos “internos” de los productos científicos, y únicamente de sus aspectos sociológicos “externos”) (Merton, 1968). “La sociología del conocimiento se esfuerza más bien en captar el pensamiento dentro del marco de una situación histórico-social de la cual emerge poco a poco el pensamiento individualmente diferenciado” (Mannheim, 1982). El análisis del objeto de esta disciplina es recogido en el estudio desarrollado por (Bloor, 1994).

La divulgación, evaluación y descripción de la ciencia ha sido un aspecto esencial de la sociología del conocimiento. La socialización de la ciencia cuenta con medios en los que cada día se trata de certificar más el prestigio y la validez de los mismos. El acto de divulgar la ciencia y la tecnología es hacer el conocimiento público a través de canales y medios para destinatarios de dicho conocimiento. A criterio de (Tonda, 2005 y Zamarrón 2005): divulgar la ciencia responde a la demanda pública por conocer lo que se realizan en instituciones con actividad científica y obedece a la socialización global del conocimiento. “Es un componente orgánico de la producción científica y tecnológica” (Moreno, 2005).

El acto de divulgar la ciencia y la tecnología es hacerla pública y lograr este fin significa poder validar el contenido que se socializa. Los códices que se emplean para la divulgación responden a un sentido o parámetro de interpretación de la realidad. El criterio anterior parte de la forma de actuar por los individuos o grupos sociales, definido por autores como (Corrales, 2016) por: lógica de significación y por (Bourdieu, 1991) como habitus. Las prácticas simbólicas que interpelan la comunicación de la ciencia se fundamentan por relaciones intersubjetivas articuladoras de lo social en relación a la cultura científico-técnica. La capacidad de decodificación del contenido que se socializa depende en gran medida de la capacidad o grado de especialización de las personas. El criterio anterior sustenta que por lo general los medios de socialización de la ciencia tiene un público definido, la percepción del mismo depende de las áreas de interés y la especialización profesional.

El acto de divulgar ciencia-tecnología y su relevancia es identificado por los investigadores (Garza, 2005 y Giusti y Schulz 2005). La socialización a criterio de (Marín y López 2005) solo se logra “tanto por la publicación en revistas especializadas, como por contribuir a la riqueza social mediante la respuesta a cuestiones planteadas (…) para mejorar la vida de los ciudadanos”. La investigación científica parte de un problema social y por lo tanto su solución o los hallazgos en esta búsqueda, deben ser devueltos a la sociedad o a los grupos interesados en este conocimiento. En la actualidad existen multiplicidad de medios y herramientas para la socialización de la ciencia y la técnica.

Los medios de socialización modernos de la ciencia tienen su antecedente en el siglo VII con el surgimiento de las primeras revistas científicas: “la Journal des Scavants en Francia y Fhilosophical Transactions, de la Royal Society, en Inglaterra, en 1665” (Dorado y Martínez, 2010). El perfeccionamiento de los medios de impresión fue un importante instrumento que favoreció la divulgación del conocimiento científico. Estas revistas fueron precedidas por publicaciones seriadas que por lo general se conocían como boletines y hojas informativas, cuyo carácter era netamente informativo (periodístico). El surgimiento de las publicaciones seriadas de tipo científico significó que la socialización se realizara a mayor velocidad. A criterio de (Núñez, 2003): “fue la Revolución Científica de los siglos XVI y XVII la que dio origen a la ciencia moderna y propició los procesos de institucionalización y profesionalización de la ciencia moderna”.

El mayor desarrollo de lo que puede definirse como período de afianzamiento de las publicaciones, lo tomaron las revistas médicas. El contexto en que surgen las publicaciones científicas es aquel en el que el conocimiento se libera de los monasterios y se comienza a convertir en bien común. El sustento para la investigación era la experimentación, la racionalidad y el método científico en contraposición a la contemplación; aspecto que destaca (Núñez, 2003) como favorable para el desarrollo de las publicaciones médicas. A inicios del siglo XVIII se reportaban más de 60 revistas de medicina (Valdés, 2005)[2]. En el período se fundaron varias instituciones científicas, de igual forman se creaban revistas que favorecieran dar visibilidad a las investigaciones de los centros. La producción científica aumento grandemente, aspecto que se favoreció en el siglo XIX con la declaración de las bibliotecas como públicas.

En el siglo siguiente el número de revistas crecieron paulatinamente. Las áreas más favorecidas fueron las ciencias aplicadas, naturales y exactas; especialmente la física, química, biología y mecánica. Con la segunda guerra mundial se duplicó la producción científica que hasta el momento se había realizado. La guerra se convirtió también en un enfrentamiento en donde los implicados competían por la supremacía tecnológica y científica. El marco bélico fue propicio para el surgimiento de una disciplina científica que en ese entonces se dedicó a realizar estudios de medición de la ciencia: ciencia de la información[3]. De esta disciplina surgen posteriormente los estudios métricos de la información[4] cuyo fin es analizar la actividad y producción científica a partir de investigaciones mixtas.

En la década de 1950 surge la actualmente denominada Thomson Reuters (Web de la Ciencia: WOS) a iniciativa de Eugene Garfield (Paz, Peralta y Hernández, 2016). Esta institución impulsó una competencia desenfrenada entre revistas científicas a partir de la cantidad de citas que estas recibieran. Con el desarrollo de las TIC, las publicaciones comienzan a utilizar los medios electrónicos para la divulgación y surgen sistemas automatizados para la gestión de publicaciones seriadas en línea. De los sistemas más conocidos se destaca el Open Journal Systems (OJS)[5] cuya misión fue convertir a la revista impresa en digital (Alhuay y Bautista, 2014). A partir de los avances tecnológicos se crearon nuevos canales de socialización del conocimiento científico tales como las redes sociales y académicas, buscadores académicos, repositorios institucionales, catálogos automatizados, sistemas de gestión bibliotecaria, guías de publicaciones científicas y muchas otras que favorecen la obtención de material científico-técnico. La accesibilidad es un elemento indispensable para la construcción de saberes. La mayor parte de la literatura científica actual, solo es posible consultarla a través de la web.

Actualmente las revistas científicas Junto a la función social de difundir la ciencia, cumplen otros importantes roles (Fernández, 2004): son el medio más rápido para conocer los últimos avances sobre un campo específico del conocimiento, constituyen el mecanismo propicio para evaluar la actividad científica, permiten controlar y certificar la calidad de los resultados de investigación (es decir su exactitud y novedad) y si se garantiza su accesibilidad, se transforman en un archivo público del conocimiento. Son consideradas como los eslabones básicos en el proceso de transferencia y difusión de la ciencia y un instrumento privilegiado para la comunicación entre los investigadores (López y Cordero, 2005).

La sociología del conocimiento en la actualidad tiene el reto de analizar los medios en los que por lo general los investigadores publican sus estudios. La producción científica es reconocida como la parte tangible de la actividad investigativa y por tanto constituye la prueba evidente del accionar de los investigadores. Existen limitantes evidentes para los investigadores de los países periféricos que lo ubican en desventaja con el resto del sistema global. La mayoría de los países del sur no pueden pagar para acceder a la WOS, de igual forma la mayor parte de las revistas indizadas en esta base de datos no son de los llamados países periféricos. Priman las publicaciones en idioma inglés.

El factor idiomático ha determinado que varios países latinoamericanos abandonen su lengua oficial y comiencen a publicar en inglés, tal es el caso de la Latinoamerican Journal of Psicology y la Cuban Journal of Animal Science; esta última es la única revista cubana que se encuentra indizada en la WOS. Estos factores han determinado que se consolide el término de revistas de impacto. A decir de (Espinosa y Insuasty, (2014) las revistas de impacto “son aquellas que están indizadas en las bases internacionales, anglosajonas y con ánimo de lucro Thomson y Scopus Elsevier”.

Las políticas editoriales en la actualidad se enfocan en elevar el estatus de las publicaciones en correspondencia a las directrices de las fuentes de indización. Las políticas públicas de tipo editorial, se convierten en múltiples ocasiones, en barreras para los investigadores; limitando su participación activa en las publicaciones. La posición de los revisores y árbitros de las publicaciones seriadas y científicas, es velar por hacer cumplir los requerimientos de las políticas editoriales, cuestión que no favorece la formulación de nuevos paradigmas científicos y que prime por tanto la reproducción epistemológica. La ciencia dominante es la que privilegia los intereses ideológicos globalizados del capitalismo, favoreciendo la reproducción epistemológica y negando los paradigmas emancipatorios emergentes.

América Latina durante las últimas décadas ha intentado posicionarse como una potencia científica. A decir de Miguel y Herrero (2010): “En los últimos años se han puesto en marcha numerosas iniciativas para elevar la visibilidad de las revistas procedentes de la región latinoamericana e iberoamericana. Proyectos como el Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal (LATINDEX), el Scientific Electronic Library Online (SciELO) y la Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe (RedALyC)”, además de la guía SAI (Sociedad Argentina de la Información). Sin embargo, de todas las iniciativas que se han realizado la única con resultados alentadores es SciELO impulsada por Brasil. La base de datos SciELO ha obligado a Scopus a permitir la visibilidad de las revistas indizadas en la primera en el seno de la segunda y sin embargo, sigue considerándose como grupo 2.

CONCLUSIONES

La ciencia como producto social es reflejo de la misma. La sociología del conocimiento como disciplina científica debe analizar las políticas editoriales como intermediaria del conocimiento científico publicado. Son las políticas editoriales las intermediarias entre el investigador y los medios de socialización de la ciencia, por lo que estas determinan lo que es o no publicable.

El desarrollo de los medios de socialización de la ciencia ha favorecido que los canales de comunicación del conocimiento limiten el desarrollo de paradigmas científicos emergentes y favorezcan el posicionamiento de las revistas.

Los países periféricos se encuentran en desventaja con el resto de los países del primer mundo teniendo en cuenta el acceso a las bases de datos de grupo 1 donde se encuentra el grueso del conocimiento científico publicado. De igual forma otros factores limitan la producción y socialización del conocimiento que se produce en la región como el idioma y la indización de las revistas que se encuentran en los países menos desarrollados.

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[1] Kunh considera a la ciencia normal entendida como la que sigue los parámetros o paradigmas socialmente aceptados para la obtención de resultados.

[2] El propio autor que es citado ofrece datos adicionales sobre la procedencia de las fuentes. Los criterios enunciados se exponen a continuación: “La cantidad de revistas por países se reporta así: Alemania 55; Inglaterra 4; Francia 3; Estados Unidos 1; Escocia 1. El dato lo ofrece el investigador Lic. José Antonio López Espinosa en su artículo Las revistas médicas cubanas (en prensa) y hace referencia a Garrison F.H. The medical periodical and the scientific society. Trabajo presentado en la American Medical Editor´s Association, 23 de junio de 1914” (Valdés, 2005).

[3] Se destaca que el nombre de la disciplina está en singular, pues esta luego se unió a la bibliotecología y a la archivística y surgió las ciencias de la información (que posteriormente se unió la museología como disciplina científica).

[4] Los estudios métricos abarcan un grupo de disciplinas métricas de diverso campo: infometría –o informetría- (análisis de información contenida en una fuente), cienciometría (análisis y evaluación de la ciencia), biblioteconometría (análisis de los procesos bibliotecarios), bibliometría (análisis de repertorios bibliográficos), archivonometría (análisis de los procesos archivísticos), biblioloteconometría (parte de la extinta ciencia del libro y se encarga de medir los procesos de producción, distribución, comercialización, consumo de libros), webmetría (análisis de datos en la web a partir del recuento de indicadores sociales como visitas, leídos, etc), cibermetría (análisis de repertorios de sitios web), patentometría (análisis de producción de patentes), altmetrics (métricas alternativas empleadas fundamentalmente en las redes sociales).

[5] El OJS es un gestor de publicaciones seriadas de acceso abierto y un software desarrollado, financiado y distribuido de forma gratuita por el proyecto Public Knowledge Project (PKP), sujeto a la Licencia General Pública de GNU (a criterio del Diccionario de Informática y Tecnología (2015), GNU es un acrónimo recursivo que significa "GNU No es Unix").