LA ESCUCHA Y SUS POTENCIALIDADES PARA EL EFECTIVO APRENDIZAJE

LISTENING AND ITS POTENTIAL FOR EFFECTIVE LEARNING

Autores: Carlos Bienvenido Prado Pérez de Corcho

Emeria A. Ulloa Paz

Yolanda Torres Alvarez

Institución: Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, Cuba

Correo electrónico: carlosppc@sma.unica.cu

Universidad&Ciencia

Vol. 8, Especial, XLI aniversario de la UNICA, diciembre (2019)

ISSN: 2227-2690 RNPS: 2450

http://revistas.unica.cu/uciencia

Pág. 438-446

Recibido: 13/07/2019

Aceptado: 18/10/2019

Publicado: 09/12/2019

RESUMEN

El presente trabajo hace referencia a la importancia de la escucha durante el proceso docente-educativo sobre todo en la clase. Mientras se comparten los conocimientos, se transmiten: teorías, resultados de comprobaciones, experiencias colectivas y personales, todo ello tiene una socialización basada en la comunicación, tanto oral como escrita; sin embargo, la mayor parte de la información se adquiere por el canal receptivo de la audición. Se ha de tener presente que las habilidades básicas de la comunicación son: escuchar, hablar, leer y escribir, no obstante, la escucha posee características específicas para que sea efectiva. En este artículo se demuestran resultados cuantitativos acerca de la escucha cuando se cumplen cabalmente los requisitos para que esta se realice con efectividad.

Palabras claves: Aprendizaje, Escucha, Proceso docente-educativo

ABSTRACT
This paper refers to the importance of listening during the teaching-educational process, especially in the classroom. While knowledge is shared, theories are transmitted: theories, results of checks, collective and personal experiences, all this has a socialization based on communication, both oral and written; however, most of the information is acquired through the receptive channel of the hearing. It should be borne in mind that the basic communication skills are: listening, speaking, reading and writing, however listening has specific characteristics to be effective. This article demonstrates quantitative results about listening when the requirements for it to be carried out effectively are fully met.
Keywords: Learning, Listening, Teaching-Educational Process

INTRODUCCIÓN

El verbo escuchar proviene del latín vulgar: auscultare y cuyo significado consiste en prestar atención al que habla. En la actualidad, aunque auscultar tenga otra denotación por divergencia semántica en la lingüística diacrónica, el término escuchar como resultado evolutivo, mantiene el sentido original para la enseñanza, no solo de la lengua, sino en la enseñanza de cualquier materia. En la literatura pedagógica, se afirma que el medio de enseñanza por excelencia es la voz del maestro, y lógicamente, para que el docente sea comprendido, el alumno tiene que escuchar. En la enseñanza de la lengua, las cuatro macrohabilidades básicas son; escuchar, hablar, leer y escribir.

Acerca de la escucha ya se ha venido teorizado desde la antigüedad clásica hasta los momentos en que expone este artículo; sin embargo, por muchas hipótesis que se hayan escrito sobre el proceso de la audición, solo la voluntad del que esté vinculado a ese asunto podrá decidir lo que le es útil para la comunicación que esté sosteniendo o para el aprendizaje de lo que desee alcanzar. En consecuencia, el interés por recibir una información está por encima de cuanta teoría pudiera existir.

En cualquier tipo de comunicación surgen obstáculos que la entorpecen; cabe destacar dos tipos de obstáculos para la escucha: cognitivos y actitudinales. El primero radica en la diferencia entre el ritmo de escuchar y pensar: el pensamiento del oyente puede ser más veloz que las palabras que recibe o, viceversa. La persona que sabe escuchar puede seguir mentalmente la línea del pensamiento del interlocutor, seleccionar cuáles son las principales ideas del mensaje, recordar las ideas anteriores y relacionarlas con las que van sucediéndose y mostrarle indicios de comprensión o de dificultad de comprensión.

El obstáculo actitudinal está relacionado con la tendencia a juzgar, que funciona como un filtro percepcetivo y puede provocar distorsiones en el mensaje que alguien trasmite, provocadas por ideas preconcebidas o estereotipos sobre la persona o el contenido de su intervención. (Pérez Gómez, H. A., 2011: 16).

Los autores de este trabajo prevén otros postulados que más se relacionan con lo actitudinal, tanto del que expone su palabra para que sea escuchada, como del que se dispone a escuchar. Desde luego, todo ello se ciñe al proceso educativo. Por consiguiente, el objetivo consiste en valorar la importancia de la escucha para la comprensión de los textos que se codifican en el proceso de la clase.

DESARROLLO

La escucha, como momento de la comunicación, no está aislada del habla. Puede haber escucha como transcurso investigativo acerca de los proyectos de las Ciencias Naturales, en el terreno militar o en otros campos del conocimiento. En el tratamiento de este trabajo, se ha elegido la escucha preferentemente en el proceso docente-educativo. Ello no implica que en otras áreas de la vida social no sea óbice para aplicar los postulados sobre los cuales aquí se reflexiona.

“La comprensión de la escucha comprende:

La escucha durante el proceso de información ha de estar mediada por el interés, como se apuntó anteriormente; por tal motivo el que habla también debe estar atento para que el rendimiento no decaiga en el oyente y para ello no puede perder la perspectiva del tipo de texto que se produce. Otro aspecto que tampoco debe quedar a la zaga en el hablante consiste en que, debe decir lo que realmente sea de utilidad para sus interlocutores u oyentes. Una comunicación donde se empleen demasiadas palabras, resulta aburrida, y realmente a nadie le puede concernir. El tono de voz interviene asimismo en el transcurso de la escucha, pues una voz que se mantenga perennemente en el mismo registro, sea en altitud o en inflexión baja, causa hastío. Entonces otro secreto para que el discurso sea atendido, radica además, en modular la expresión estableciendo matices entonacionales que coadyuven a la necesidad de oír. El vocablo “monotonía” proviene del latín monotonia y entre sus varios significados se destaca el de “uniformidad de tono”, y otro sentido muy cercano es el de tedio o rutina. A la persona que le dirige su discurso a los demás le gusta ser atendido, entonces debe planificar qué dirá y cómo hacerlo exitosamente.

Al tratar la escucha desde el punto de vista docente, hay que sentirse motivado para atender. No se trata de escuchar como un acto formal, pues si se escucha por mero formalismo, no se asimila ni el 20% de la información transmitida. Se requiere una actitud consciente para el hecho, y la atención perpetua al profesor y compañeros de aula es el más valioso recurso para la obtención exitosa del resultado.

Según la Doctora Victoria Ojalvo una buena escucha o una escucha atenta requiere de:

Ø  La capacidad de sentir, de percibir sensorialmente lo que trasmite otra persona.

Ø  La capacidad de interpretar, de comprender el mensaje captado, este aspecto exige tomar conciencia de las posibilidades de tergiversación de los mensajes, tratar de diferenciar los hechos de las suposiciones y las opiniones.

Ø  La capacidad de evaluar, de decidir la importancia y validez en determinado contexto de lo escuchado.

Ø  La capacidad de responder al mensaje del interlocutor. (Ojalvo, 1999: 141).

Se comparte el criterio de la doctora Ojalvo, y además resulta oportuno aducir que en el contexto educacional, en la clase o en otra tarea donde se asiste para captar la palabra hablada, interpretarla, inferir hechos y realizar conclusiones, la escucha debe desprejuiciada de opiniones atávicas, y se debe atender el contenido que se expone para asimilar lo novedoso y lo útil. Se ha de pensar, además que, si todo lo revelado no satisfizo las tentativas personales, alguna idea de las esbozadas tiene que haber dejado un saldo positivo.

Es obvio que no todo estudiante no se concentra debidamente para escuchar. Hay diferentes factores que influyen en ello. En gran medida, la formación familiar influye en ello, pues no todas las familias se han ocupado por enseñarles a sus descendientes las ideas esenciales para respetar la palabra ajena en los actos de habla. También la educación formal de algunas personas no les permite comprender que cuando se está en espacios públicos, se respeta el derecho ajeno, pues parte ese respeto radica en no violar la privacidad individual. Desde luego, en un aula, un salón de reuniones, en una biblioteca, en un teatro, etcétera el espacio es compartido. No son locales para públicas confesiones, y menos cuando una persona está dirigiéndole la palabra a un colectivo humano. Por otra parte, se consideran inefectivos los métodos consistentes en una escucha que no posea una actividad que acompañe a la receptividad de los mensajes emitidos. Al respecto la doctora Ojalvo sostiene esta idea: “Existen defectos por parte del oyente que impiden la escucha activa, lo que se pone de manifiesto cuando este:

Ø  No presta la debida atención a lo que se está diciendo.

Ø   Está pensando en su respuesta.

Ø   En lugar de escuchar atentamente, la va preparando mientras el interlocutor está aún hablando.

Ø  Tiende a fijarse en detalles en lugar de tomar las informaciones principales.

Ø  No hace más que prolongar el pensamiento del hablante.

Ø  Repite más de lo que el interlocutor ha dicho. Intenta encajar en sus esquemas mentales lo que él menos domina.” (Ojalvo, 1999: 13)

La escucha durante una clase, para que sea productiva, no solo debe estar centrada en todo lo que el profesor comunica; también debe estar concentrada en la opinión de sus compañeros de aula transmiten cuando el educador les ofrece la oportunidad de opinar. De este momento puede adquirir múltiples saberes, aclarar dudas, tener una resolución distinta, llegar a un consenso generalizador o crear otra nueva concepción.

Acerca de las clasificaciones de la escucha, existen tantas, como autores que hayan estudiado con profundidad el tema. Este tratado, -dada su complejidad- resulta sumamente interesante para los educadores que realmente se ven comprometidos con su labor profesional. Sin embargo, la observación práctica, no le quita validez a la teoría que varios investigadores hayan desarrollado, de lo contrario, según la teoría del conocimiento dada a conocer por filósofo Vladimir Ilich Lenin, insiste en que de la contemplación viva al pensamiento abstracto, y de aquí a la práctica. Por tal motivo, no resulta infecundo subrayar que la observación del fenómeno por parte de los autores, puedan servir para otros que también se hayan preocupado por solucionar problemas de aprendizaje en sus estudiantes donde la escucha haya sido deficiente.

En lo que concierne a los autores de este trabajo, se tuvo en cuenta durante el segundo semestre del curso 2017-2018, planificar la docencia donde solo se ofreciera la información necesaria, tanto en las conferencias como en las clases prácticas o en las clase-encuentros en el curso por encuentro (CPE). No se abusó de un léxico demasiado rebuscado, aunque sí con la norma culta profesional. Se tomaron las medidas para que no hubiera incógnitas en cuanto al vocabulario en cada clase y además, se trató de modular el tono de voz para no causar monotonía. En trabajo contó con tres grupos de diferentes carreras.

Un grupo de segundo año, curso diurno de la carrera Lenguas extranjeras, asignatura Estudios Lingüísticos de español III, un grupo de primer año del Curso por Encuentros de la carrera Marxismo Leninismo e Historia, en la asignatura Español Básico y un grupo de primer año del Curso por Encuentro de la carrera de Educación Primaria, en la asignatura Práctica Integral de la Lengua Española, con una matrícula 20 estudiantes.

Observaciones efectuadas en cuanto a la escucha

En estos grupos de la carrera, de los 20 estudiantes ninguno dejó de tener ausencias a clases. Es decir, no hubo por parte de todo el colectivo uno solo que alcanzara un 100 % de asistencia.

Se observaron durante 32 h/c que con regularidad prestaban la escucha activa, 7 estudiantes.

Tomaban notas con regularidad 11 estudiantes. Estas notas, en su mayoría, eran tomadas de los ejercicios o ejemplos que se llevaban a la pizarra. Dentro de los once estudiantes se encontraban los 7 mencionados en primer plano.

Tres estudiantes grababan la voz de profesor en sus teléfonos celulares. Uno de los tres lo hacía por pereza, pues en cinco ocasiones se le preguntó lo comunicado recientemente, y no supo responder.

Participaban activamente en la clase, con comentarios acertados o respuestas juiciosas, 9 estudiantes. Estos nueve eran de los 11 que tomaban notas con regularidad.

Formulaban preguntas que mostraran interés por las temáticas abordadas en las clases 6.

Se les orientó en cada clase que se realizarían preguntas orales, para que por medio de la inferencia, se llegaran a conclusiones, donde no se respondiera con la repetición de lo enunciado por el profesor u otros estudiantes más destacados.

En el grupo se alcanzó el siguiente resultado docente en la asignatura:

Ø  18 aprobados en la primera convocatoria de los 20 presentados.

Ø  7 aprobados con 3 puntos

Ø  5 aprobados con 4 puntos

Ø  6 aprobados con 5 puntos

Los 6 estudiantes que aprobaron con la máxima calificación son de los 7 que se proponían una escucha tenaz. El otro que siempre se mostraba atento a clases y escuchaba activamente, no alcanzó la máxima calificación por presentar errores ortográficos.

Los demás estudiantes no mencionados escuchaban parcialmente: conversaban entre ellos mientras el profesor disertaba en la clase o les cedía la palabra a los demás estudiantes. Otras alumnas se entretenían con sus teléfonos celulares, se les llamaba la atención, pero al transcurrir cierto tiempo volvían a incurrir en el mismo error. De aquí se infiere que la familia no había desempeñado con eficiencia toda la labor deseada, ni todo el colectivo de año fue consecuente con los problemas presentados con relación a la escucha activa.

Como elemento de interés se debe destacar que en el componente extensionista, relacionado con la danza, tres de los estudiantes que no mostraban la escucha debida en la asignatura Estudios lingüísticos del español III, lo lograron durante el Festival de la FEU ejecutaban bailes con cierta complejidad, y también prestaban la máxima atención al instructor de danza.

Mostrado lo anterior, se puede evidenciar que la escucha durante el proceso docente-educativo primeramente debe estar motivada por los padres, profesores y cuadros directivos a fin de mantener un orden disciplinario, donde se combatan todas las manifestaciones que atentan contra la desatención. Otro factor que no puede faltar es la planificación eficiente de la comunicación docente, pues si se comunican las ideas en modular el tono de voz, se produce la monotonía y esto conduce irremediablemente a la dispersión de la atención. El volumen de información debe estar regulado y con un léxico culto, pero muy profesional y sin amaneramientos.

También para lograr una escucha más efectiva, el docente puede emplear aparte de los medios audiovisuales, los gestos significativos, que en ocasiones al acompañar la palabra dejar huellas que muchas veces resultan como recursos nemotécnicos.

Como parte esencial también que induzca a los estudiantes a realizar una escucha más activa, se pueden formular preguntas que muevan el pensamiento a buscar soluciones, a inferir datos o crear ideas juiciosas, pero para que ello ocurra no se puede asistir al aula para realizar improvisaciones.

CONCLUSIONES

La escucha durante el proceso docente-educativo va acompañada de una rica teoría, y es conveniente revisar la mayor parte de ella para acatar experiencias de los que han dedicado sus horas al estudio riguroso para poner sus conclusiones al servicio de educadores que buscan soluciones sobre cómo educar a estudiantes que no alcanzan todo el provecho deseado. No obstante, cada docente, debe buscar soluciones educativas, adecuando sus condiciones laborales a los estudiantes que forma y a las características tanto de ellos como de sus familiares.

Para lograr una proporcionada escucha, también es útil autorrevisar los métodos de trabajo y adecuar al tiempo planificado en la docencia el volumen de información, el léxico con el cual le hará llegar el sistema de conocimientos a sus estudiantes, la modulación de la voz, la variación en los sistemas de preguntas y ejercicios, y permitir que los estudiantes intervengan y al final cuando se escucharon errores en las intervenciones, realizar las correcciones de forma general sin lastimar con su palabra a quienes incurrieran en errores.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Domínguez, I.,… et al: Lenguaje y comunicación, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 2013.

Lenin, V.I.: La teoría del conocimiento del empiriocriticismo y del materialismo dialéctico, En Obras Escogidas en doce tomos, Ed. Progreso, Moscú, 1976.

Ojalvo, V.: «¿Cómo hacer más efectiva la comunicación?», p.141. En Comunicación Educativa, Universidad de La Habana, 1999.

Pérez Gómez, H.A.: Sistema de acciones comunicativas para desarrollar la habilidad de escuchar en el primer año de la carrera Licenciatura en Cultura Física, Tesis de Maestría, Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, 2011.