LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA EN EL ADULTO MAYOR

THE PREVENTION OF VIOLENCE IN THE OLDER ADULT

Autores: Emérita Bertha Delgado Guevara1

Kirenia Cervantes Madrigal1

Everto García Pérez2

Institución: 1Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, Cuba

2Instituto Preuniversitario Urbano República de Nicaragua, Florencia, Cuba

Correo electrónico: mery@unica.cu

kirenia@unica.cu

merybdg@nauta.cu

Delgado, E.B.; Cervantes, K. y García, E.

La prevención de la violencia en el adulto mayor

Pág. 57-66

Recibido: 20/07/2021

Aceptado: 20/10/2021

Publicado: 15/01/2022

Universidad & Ciencia

Vol. 11, No. 1, enero-abril (2022)

ISSN: 2227-2690 RNPS: 2450

http://revistas.unica.cu/uciencia

RESUMEN

El objetivo de este artículo es exponer una sistematización del papel que juega la comunidad en la prevención de la violencia en los adultos mayores, la investigación se desarrolló desde perspectivas cualitativas, donde se interpreta y estudia desde lo cotidiano el tema abordado, en toda su magnitud y se describen las causas que lo provocan de manera detallada, tiene como principal tarea la realización de un sistema de acciones que describen las características de la comunidad estudiada, se investiga la definición más apropiada sobre la violencia en el adulto mayor y con carácter inductivo, el fenómeno es estudiado en pequeña escala aproximando los contenidos a la realidad de las comunidades.

Palabras clave: Abuso, Desigualdad, Maltrato, Negligencia, Prevención, Violencia.

ABSTRACT

The objective of this article is to present a systematization of the role that the community plays in the prevention of violence in older adults, the research was developed from qualitative perspectives, where the topic addressed is interpreted and studied from the daily, in all its magnitude and the causes that provoke it are described in detail, its main task is to carry out a system of actions that describe the characteristics of the studied community, the most appropriate definition of violence in the elderly is investigated and inductively, the phenomenon is studied on a small scale, bringing the contents closer to the reality of the communities.

Keywords: Abuse, Inequality, Mistreatment, Neglect, Prevention, Violence.

INTRODUCCIÓN

Con la investigación se aspira conocer los tipos en que se presenta la violencia en el adulto mayor, para que permita no sólo la aproximación a su comprensión, sino también a reconocer su existencia y a la formulación de estrategias de intervención encaminadas a la promoción y prevención de la salud, de ahí la importancia de introducir los enfoques que se utilizan en la Comunicación Social relacionados con indagaciones sobre los términos que definen los sistemas de prevención social.

Una sociedad tiene una alta calidad de vida, cuando los seres humanos que la integran, dentro de un marco de paz, libertad, justicia, democracia, equidad, tolerancia y solidaridad, tienen amplias y constantes posibilidades de satisfacer sus necesidades y desplegar todas las potencialidades con miras a lograr su mejoramiento y realización personal y la actuación de la sociedad como conjunto, no se puede pretender una igualdad plena y perfecta en todos los aspectos que constituyen la calidad de vida de los seres humanos, pues ello prácticamente es imposible. Se deben hacer todos los esfuerzos para reducir considerablemente la desigualdad.

En las circunstancias actuales de la sociedad cubana se hace necesario contribuir para mejorar la calidad de vida de toda la población y fundamentalmente la de los adultos mayores, donde todos tengan igualdad de oportunidades, para ello se llevan a cabo investigaciones orientadas a resolver algunos de los problemas que se gestan en las comunidades, como son los relacionados con la violencia que en los últimos años ha tomado connotación universal por el modo de aplicación de sus instrumentos y su repercusión negativa en el desarrollo sostenible del hombre y la naturaleza

“El maltrato hacia la población mayor es un problema existente que suele permanecer en silencio, enmascarado en caídas u otras situaciones que justifican lo que pudiera ser un mal cuidado por parte de los familiares”. (Agudelo 2018 p. 2).

De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española (2001), violencia viene del latín violentía, que se aplica a estar fuera del estado natural, o con el genio arrebatado que se deja llevar fácilmente por la ira, fuera de la razón y justicia.

El maltrato hacia la población mayor se presenta a nivel mundial. Aunque las cifras pueden ser más altas en quienes habitan hogares de ancianos, casas de abuelos, y los que se encuentran en la comunidad, el maltrato al interior de los hogares es cada vez mayor, este problema es altamente subestimado, principalmente por el miedo de las víctimas a reportarlo, lo que, sumado a la ausencia de instrumentos adecuados para su detección, contribuye a que continúe oculto.

“Los malos tratos hacia las personas mayores están influenciados por patrones culturales, el contexto histórico, el entorno sociocultural y por el valor que se da a la vejez. Este tipo de violencia no ha tenido históricamente el mismo eco que el ejercido a niños y mujeres; sin embargo, en los últimos años ha comenzado a ser tema de interés público” (Agudelo 2018 p. 2).

“La Organización Panamericana de la Salud, en su “Informe mundial sobre la violencia y la salud” de (2002), indica que el maltrato es una cuestión de apreciación, por lo cual su definición no es exacta y puede ser difusa y compleja, dado que identificar un hecho o un comportamiento como inaceptable o dañino, tiene una alta carga cultural (Agudelo 2018 p. 3).

En el año 2003, la Organización Mundial de la Salud elaboró la “Declaración de Toronto para la prevención global del maltrato de las personas mayores” (Agudelo 2018 p. 3). Documento en el que la definición de este problema se asemeja un poco a la de otros autores, pero atañen estos hechos a personas con quien el adulto mayor comparte algún vínculo. En este sentido, la declaración define el maltrato como cualquier acción u omisión que se presenta de forma única o repetida, que causa daño o angustia al adulto mayor, y que se genera en una relación en la que existe algún grado de confianza, dependencia o expectativa.

La bibliografía que aborda la violencia en los adultos mayores es amplia y profunda, así como los trabajos realizados en tesis fundamentalmente de estudiantes en especialidades de Salud Pública, (Ardila, A. (1986), Baron, R. A. (1996), Birren, J. E. (1988), Lacub.R. (2006), Linares, C; Correa, S; Moras, P. E. (1996). Rivera, D. (1992), Chambergo Y.L. (2004), Arce, A.(2006), Ibarra (2008), Agudelo (2018), así como documentos de organizaciones y reuniones que han abordado el tema.

Este tema se manifiesta de diferentes formas ya que las acciones en las comunidades todavía son insuficientes, lo que permite reflexionar acerca de que vencer esta herencia de violencia legada por el pasado es una tarea de prioridad en los momentos actuales.

La violencia del adulto mayor en las comunidades se considera uno de los problemas sociales más significativos por las secuelas indelebles que deja en el propio individuo y su repercusión en la sociedad. En Cuba se ha trabajado para mejorar las condiciones de vida del adulto mayor, para ello se han creado los círculos de abuelos, los programas del INDER (Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación), MINSAP (Ministerio de Salud Pública), con las consultas de gerontología y el MES (Ministerio de Educación Superior). con la creación de las Cátedras del Adulto mayor.

No se trata de aprender a vivir con la violencia, sino a percibirla como un fenómeno controlable y transformable que trasciende las ciencias, para poder ser abordada por diferentes actores sociales. Los ancianos tienen derecho a vivir en un mundo de paz, sin violencia lo que puede ser traducido en salud, bienestar y calidad de vida.

Aspectos que no han sido erradicados en toda su dimensión en la sociedad, motivado por el poco reconocimiento social que tienen los adultos mayores en la comunidad, la carencia de actividades dedicadas a la tercera edad, la carga de trabajo doméstico asignada a las personas jubiladas, maltrato físico y psicológico, incomprensiones a las demencias propias de la edad, así como el incorrecto funcionamiento de la comisión de prevención con respecto a este sector poblacional, por lo que se presenta como situación problémica en esta comunidad, la ocurrencia con relativa sistematicidad de manifestaciones incorrectas en las personas de la tercera edad reflejadas en el empleo de la violencia hacia los adultos mayores, maltratos físico, psicológicos y emocionales, en muchos de los casos producidos a partir del grado de alcoholismo de los ancianos; por la falta de control de las familias, las pocas actividades de la comunidad y la poca efectividad de las acciones desarrolladas por los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas y el grupo de prevención, por lo que se declara como problema científico ¿Cómo prevenir la violencia en los adultos mayores? para el estudio se escogió a la población de adultos mayores del municipio Florencia y como muestra el consejo popular de Guadalupe, con el objetivo de exponer una sistematización del papel que juega la comunidad en la prevención de la violencia en los adultos mayores.

DESARROLLO

La temática de la violencia surge con particular intensidad en las últimas décadas como parte de un discurso político, sostenido por organismos internacionales, razón por la cual ha obtenido una gran expansión.

Esta investigación tiende a la promoción de nuevas formas de relación con respecto al trato de los adultos mayores, modifica los usos de poder al interior de la comunidad, y establece una serie de códigos acerca de lo que se entiende como abuso, malos tratos o violencia. Puntualizando en el riesgo de las minorías, tales como las constituidas por cuestiones de género, etnia o edad.

La violencia constituye una nueva clave desde donde descodificar diversas formas de interacción, las cuales permitirán considerar tanto la relación del sujeto con el otro como la que se establece al interior del propio sujeto.

En relación a esta última, se realizó una inferencia teórica acerca de un tipo particular de relación violenta que efectúa el viejo con partes de su cuerpo envejecido. Temática que no suele ser abordada por el discurso sobre la violencia

Por un lado la “acción violenta “es tomada como un comportamiento que va más allá de lo que se consideraría un “natural modo de proceder”. Definición que se concatena a otra en la que se describe una “situación embarazosa en que se halla alguien”. Ambas nos permiten rescatar una dimensión de la violencia asociada con un cambio de estado, que llevaría a un tipo de reacción “desmedida” en el sujeto que lo padece. Dicha reacción buscaría recuperar un control de aquello que podría exceder los límites de lo manejable”. (Lacub, 2006, p.99.)

Aunque no hay una definición ampliamente aceptada sobre el abuso en el adulto mayor, o también llamado maltrato la mayoría de los autores coinciden en que es una situación no accidental, en la cual una persona sufre un trauma físico, de privación de necesidades físicas básicas o injuria mental, como resultado de acto u omisión por un cuidador.

La evidencia acumulada sobre el maltrato a los adultos mayores resulta ya irrefutable, tanto en el seno intrafamiliar por parte de familiares cercanos o del personal contratado para su cuidado. Del mismo modo, por parte de algunos miembros del personal de instituciones estatales o particulares, donde son internados para su atención, generalmente por la intolerancia familiar.

 La violencia al adulto mayor comprende actos contra su integridad física, psicológica, descuido de su nutrición, vestido, albergue y de sus cuidados médicos.

Los adultos mayores, son aquellas personas de 65 años o más, que no suelen ser valorados en la sociedad, particularmente por los jóvenes que tienden a rechazar su experiencia y, no pocas veces, su sabiduría. Tal secuencia de hechos ha fracturado el flujo normal de nuestra experiencia social interfiriendo en la cultura milenaria de recibir orientación y consejos de los mayores.

Sabemos, además, que la etapa de la adultez mayor suele coincidir con el retiro de la actividad laboral formal. Tal hecho resulta en un evento traumático social que tiende a producir una crisis de adaptación, de mayor o menor grado, puesto que tales personas, en control aún de muchas de sus capacidades, deben bruscamente ajustarse a un nuevo escenario y realidad alejados del centro laboral, de los amigos y de sentirse útiles, es decir, se jubilan.

La violencia en el adulto mayor se caracteriza por: daño físico, emocional o psicológico, en general, se produce por acciones deliberadas, pero también por no deseadas. La mayoría de los casos se producen en el domicilio y no dentro de las instituciones, el anciano que no puede vivir por sí solo es más vulnerable al maltrato, hay descritas varias formas: agresiones físicas, abuso emocional o psicológico, abuso sexual, manipulación económica o negligencia en la mayoría de los casos, los perpetradores de los abusos suelen ser personas conocidas o personas que están en contacto continuo con el individuo dependiente, también pueden ser no miembros de la familia que se han convertidos en cuidadores o los llamados cuidadores profesionales, el abuso por parte de un cuidador puede estar alimentado por una sicopatología previa (una necesidad patológica del perpetrador de controlar a otro ser humano). También participan otros factores como el estrés, la ignorancia del buen cuidado, la frustración, la desesperación o la incapacidad de proporcionar cuidados apropiados afecta a personas de todos los grupos socioeconómicos, las personas afectadas desarrollan con frecuencia sentimientos insuperables de miedo, aislamiento e ira.

Lamentablemente, no siempre es el médico la persona del equipo de salud que está con mayor frecuencia en contacto con este tipo de situaciones, restándole fuerza a una mejor evaluación o control, por lo que en ocasiones se afecta grandemente la salud mental de los ancianos llevándolos al aislamiento y en casos más extremos al suicidio.

Varios términos son utilizados en la literatura para describir situaciones insatisfactorias hacia el buen cuidado de los ancianos: pobre calidad de cuidado, maltrato, negligencia, abuso y victimización. Estos términos, son usados a veces en forma similar y algunas veces como fenómenos diferentes por los autores antes mencionados.

Sobre los tipos de violencia en el Adulto mayor se tiene en cuenta lo planteado por el Centro para Control y Prevención de Enfermedades. (Citado por Agudelo 2018 p 5) que identifica estas cinco categorías y adiciona el abandono como forma de maltrato.

“El maltrato físico es el uso intencional de la fuerza que termina en lesión corporal, dolor, deterioro funcional, enfermedad, angustia o muerte; es todo acto que genere lesiones o trastornos, y que incluye golpear, patear, quemar, empujar Este tipo de maltrato puede ser evidente por las marcas o lesiones que deja al adulto mayor, las cuales pueden ser visibles. Caso contrario al anterior, el maltrato psicológico podría ser uno de los más subestimados y ocultos. Es cualquier agresión verbal o no verbal que atenta contra la dignidad de la persona y desencadena angustia o miedo, incluyendo humillaciones, amenazas, aislamiento, y control o limitación de determinadas actividades, como hablar por teléfono o salir de casa. El maltrato económico o financiero es el uso ilegal, no autorizado o inapropiado de los recursos o propiedades del adulto mayor, en medio de una relación de confianza y en pro del beneficio de otra persona”. p5

“Por otro lado, los adultos mayores también pueden ser víctimas de maltrato sexual, el cual incluye toda interacción sexual o contacto físico, directo o a través de la ropa, que no es deseado por la víctima y se ejerce bajo presión. Este tipo de maltrato atenta contra el pudor del adulto mayor y usualmente se mantiene en secreto. Otro tipo de maltrato, quizá más frecuente de lo que se estima, es la negligencia, definida esta como la falta de satisfacción de las necesidades de atención al adulto mayor, por parte de la persona responsable de su protección, que puede poner en riesgo la seguridad y la salud del adulto mayor. Algunas de las manifestaciones de este tipo de maltrato son: la falta de atención médica esencial, nutricional, de hidratación, higiene, ropa y refugio, distanciamiento físico y descuido en el cuidado. Por su parte, el auto abandono es la falta de autocuidado, o cualquier conducta que puede adoptar una persona, que amenaza su salud o seguridad, y que se debe a un rechazo hacia sí mismo]. Las prevalencias de maltrato pueden variar según los tipos. El maltrato más frecuente en población mayor es el psicológico, seguido del económico, la negligencia, el físico y, en último lugar, el maltrato sexual]. Sin embargo, la frecuencia con la que se presenta cada tipo de maltrato varía de acuerdo con el contexto, el género y las condiciones socioeconómicas. El maltrato físico y sexual se presentan principalmente en mujeres, y la negligencia, principalmente en quienes tienen bajos ingresos y poco apoyo social” p 6.

Los factores que contribuyen a la producción de maltrato, parecen ser los mismos que participan en los casos de violencia intrafamiliar. No hay una causa única, sino que son numerosas, complejas e interactúan entre ellas, muchas veces existe una situación mutuamente abusiva previamente y por largo tiempo. Hay una cierta relación de cómo han sido tratados los abusadores cuando eran niños y como tratan en forma abusiva posteriormente a otros. El estrés de cuidar a una persona se considera el gatillo y no la causa del abuso.

Se puede afirmar que pocos sujetos abusados se quejan, estimándose que lo hacen uno de siete de los abusados físicamente y nueve de veintiuno de los abusados verbalmente. Los datos que se disponen permiten concluir que no hay una buena correlación entre los signos externos observados y el abuso físico, no hay asociación entre la cantidad de servicios ofrecidos por la comunidad y los tipos y frecuencia del abuso, no se correlaciona con el estado de demencia del abusado y el abuso del alcohol es un factor muy importante: a tener en cuenta para prevenir la violencia en el adulto mayor.

El riesgo de violencia en el adulto mayor es alto en centros hospitalarios y residencias. Uno de los factores sería la falta de capacitación en la identificación de conductas de violencia, aparte de que, en general, el personal no está convenientemente formado para dar una atención especializada, usualmente tiene exceso de labor y, por otro lado, las comodidades que ofrecen dichas instituciones son deficientes.

Si aceptamos que la longevidad exitosa es la culminación y razón de ser del proceso de desarrollo humano, tanto al nivel individual como colectivo, resulta inevitable y justo aspirar a que esos años ganados se puedan cursar con un máximo de calidad, es decir, con dignidad y autonomía, capacidad funcional y salud, para ello se necesita de la participación de todos los factores de la comunidad, que junto a las instituciones como Salud, Educación, Cultura, Universidad entre otras deben contribuir con la capacitación y prevención de la violencia, para que los adultos mayores mejoren su calidad de vida.

CONCLUSIONES

En este artículo se realizó la identificación de los tipos de violencia que suelen utilizarse con los adultos mayores, así como una sistematización del papel que juega la comunidad en la prevención de la misma con vista a elevar la calidad de vida y lograr el apoyo social para que este actúe como una fuente de protección, tanto a nivel individual como familiar

El envejecimiento poblacional trae consigo grandes retos, tanto para los gobiernos, como para las familias y la comunidad, entre los cuales se destaca la capacitación de todo el personal encargado del cuidado y protección de las personas que arriban a la tercera edad, para ello se necesita superar la discriminación en razón de la edad, proporcionar calidad de vida a los adultos mayores, contrarrestar el maltrato contra esta población, brindar una adecuada atención y cuidado, Concientizar a la población acerca del respeto por el envejecimiento y crear cátedras del adulto mayor para garantizar bienestar en esta etapa haciéndolos sentir útil a la sociedad.

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