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La Orden Caballero de la Luz ha sido, durante el último siglo, una de las asociaciones fraternales más importantes de Cuba, tanto por su amplia propagación, como por su labor social. No obstante, su abordaje historiográfico resulta insuficiente y carente de sistematización, tanto desde una perspectiva nacional como regional y local. Ello ha dejado un vacío en la historiografía cubana actual en lo referente al estudio de las asociaciones. Consecuentemente, en el artículo se persigue el objetivo de revelar la contribución de la Orden Caballero de la Luz a la sociedad avileña durante el siglo XX (1924-2000). La investigación se desarrolló desde una perspectiva regional y local, para lo que se emplearon diversos métodos empíricos y teóricos, tales como: el análisis documental, el análisis-síntesis y la inducción-deducción.

Palabras clave: Asociación fraternal, Historia de Ciego de Ávila, Orden Caballero de la Luz.

The Knight of the Light Order has been, during the last century, one of the most important fraternal associations in Cuba, both for its wide spread and for its social work. However, its historiographical approach is insufficient and lacks systematization, both from a national and regional and local perspective. This has left a void in current Cuban historiography regarding the study of associations. Consequently, the article pursues the objective of revealing the contribution of the Knight of Light Order to Avilanian society during the 20th century (1924-2000). The research was developed from a regional and local perspective, for which various empirical and theoretical methods were used, such as: documentary analysis, analysis-synthesis and induction-deduction.

Keywords: Fraternal association, History of Ciego de Ávila, Knight of the Light Order.

Introducción

Los estudios desde una perspectiva regional y local han alcanzado cierta presencia en la producción historiográfica en torno a las asociaciones fraternales en Cuba (Medina y Mora, 2017; Pérez, 2018; Negrín y Fernández, 2018; Fonseca, 2019; Sánchez, 2022). No obstante, a juicio del autor del presente artículo, resultan insuficientes para lograr una profunda e integral comprensión de su rol en el devenir histórico de la nación cubana, debido al carácter fragmentario y hasta incidental, en algunos casos, de la temática.

Los estudios masonológicos han alcanzado, en las últimas décadas, un amplio crecimiento en Cuba; sin embargo, no es la masonería una asociación fraternal cubana, como lo es la Orden Caballero de la Luz (Pérez, 2018 y 2020). Por su parte, estudios históricos relacionados con el territorio avileño y que abordan los aportes de las asociaciones fraternales, como resulta el desarrollado por Cabrera y Pérez (2013), dedicado a la recepción martiana durante la Republica Neocolonial se centran en la masonería.

Sobre las investigaciones en torno a la Orden Caballero de la Luz, foco de interés para el presente artículo, hay que señalar que si bien, en los últimos años, han visto la luz trabajos desde una perspectiva regional y local (Pérez, 2017 y 2018), no resultan suficientes ni en número ni en contenido para abordar un tema tan complejo. Ello permite identificar la necesidad de asumir, como un reto historiográfico, el estudio de los aportes de la Orden Caballero de la Luz a la sociedad cubana, desde una perspectiva nacional, regional y local.

Consecuentemente, el objetivo del artículo reside en develar la contribución de la Orden Caballero de la Luz a la sociedad avileña durante el siglo XX (1924-2000).

Desarrollo

El origen de la Orden Caballero de la Luz, en el territorio avileño, se remonta al 27 de julio de 1924, fecha en que tuvo lugar la constitución de la logia Gonzalo de Quesada No. 17 (Pérez, 2018). Aquel acontecimiento se produjo en la entonces cabecera municipal, hoy provincial, como resultado de la labor que venía desarrollando la camagüeyana logia Manuel Ramón Silva No. 11, desde el inicio de esa década, en aras de extender la institución por el territorio de la entonces provincia camagüeyana (Pérez, 2018).

Desde 1924 hasta 1959 tuvo lugar la constitución de 24 logias, lo que significó la presencia de la institución en todo el territorio, con la única excepción del perteneciente al actual municipio Bolivia, ver tabla 1. Ese proceso se comportó, atendiendo a la cantidad de logias por localidad, así: cinco en la cabecera municipal y en Gaspar; cuatro en Baraguá; dos en Morón y una en las siguientes: Majagua, Falla, Velazco, Chambas, Florencia, Stewart (actual Venezuela) y Punta Alegre. De ellas, cuatro eran integradas por mujeres, seis por niños y el resto, por hombres; lo que refleja un predominio de estas últimas, tendencia que se manifiesta también, al decir de Pérez (2017 y 2018) en otros territorios y la institución, dentro y fuera del territorio nacional2.

Tabla 1. Cantidad de logias por tipos y municipios en el territorio de la provincia Ciego de Ávila.

Durante ese lapso temporal, el territorio avileño formaba parte de la antigua provincia de Camagüey. Ello constituyó un factor esencial en la dinamización de los vínculos que se dieron entre las logias avileñas y camagüeyanas. Por ejemplo, así como la logia Narciso López No. 93, de Esmeralda, auspició la fundación de la logia Luz de Agramonte No. 137 en el central Velazco; la logia Tomás Estrada Palma No. 24, de Piedrecitas, fue auspiciada por la logia Gaspar Cisneros Betancourt No. 19, radicada en el poblado de Gaspar. Esa interacción tuvo una significativa repercusión en la extensión y consolidación de la institución en la antigua región camagüeyana, al generarse una dinámica peculiar entre los roles de auspiciadas y/o auspiciadoras, recíprocamente.

La existencia con anterioridad, en el territorio, de otras asociaciones fraternales facilitó también el desarrollo de la institución. Logias, como las de los municipios cabecera, Primero de Enero y Ciro Redondo; así como la de Majagua funcionaron y/o funcionan en casas-templos de logias masónicas. Por su parte, la primogénita logia moronense, La Trocha No. 91, inició su funcionamiento en la casa-templo de la logia Compañeros del Silencio No. 25, perteneciente a la Independiente Orden de Odd Fellows (I.O.O.F.). También hay que señalar que ello favoreció la captación de miembros, al existir personas que militaban en asociaciones con el mismo objeto social y otras, que, aunque no militaran, poseían cierta información y/o vivencias sobre su funcionamiento (Pérez, 2018).

La institución, como parte de su proceso de extensión y consolidación por el territorio, realizó obras constructivas. Entre las más recurrentes estaban los inmuebles empleados como sede social (casas-templos), los panteones funerarios para beneficio de sus asociados y familiares, así como las construcciones conmemorativas (Pérez, 2018). Entre las más significativas, por sus valores arquitectónicos se encuentran los inmuebles que han servido de domicilio a las logias de la cabecera municipal, Morón y Gaspar; así como el panteón construido en el cementerio de Ciego de Ávila.

La labor constructiva estuvo estrechamente vinculada con el desarrollo económico-social de las localidades en que radicaron las logias y la composición de la membresía. Lo confirma, por un lado, el estatus de municipio de la antigua provincia de Camagüey que tenían Ciego de Ávila y Morón; por otra parte, se sustenta en el hecho que el grueso de la membresía de las logias de esos territorios y de las de Gaspar estaba integrado por profesionales y empleados. Por ejemplo, la membresía inicial de la logia La Trocha No. 91 de Morón ascendió a 20 integrantes, de los cuales 7 eran profesionales y 11, empleados; su majestuosa casa-templo fue inaugurada a los 6 años de su fundación (Pérez, 2023b).

Una de las contribuciones más significativas de la Orden Caballero de la Luz, a la sociedad cubana, ha sido su labor en torno a la recepción martiana (Pérez, 2023a). Ello también se ve reflejado en el accionar de las logias avileñas, las que emplearon diversas vías para ello.

La devoción por la figura y la obra de Martí, se ve reflejada, de forma más integral, en el nombre “Orientación Martiana”, escogido para denominar una logia creada en el poblado de Stewart, actual municipio avileño de Venezuela. De igual forma, se eligió el nombre de Gonzalo de Quesada, figura estrechamente vinculada a su vida y en particular a su labor revolucionaria, para denominar dos logias de la actual ciudad cabecera: Gonzalo de Quesada No. 17, la primogénita del actual territorio provincial e Hijas de Gonzalo de Quesada No. 17, una de las tres integradas por niñas.

La conmemoración de fechas martianas y en particular el 28 de enero, ha sido una de las vías más empleadas por las logias avileñas a favor de la recepción martiana. Ello es consecuente con la práctica de la institución, la cual estableció, oficialmente, la conmemoración del 28 de enero, desde el año 1928 (Pérez, 2023a). Algunos hechos imperecederos, en ese sentido, resultan los actos realizados en 1948 en la casa-templo de la logia masónica Modestia en el que se desarrolló un magnífico programa (Cruzco, 1948) y el auspiciado por la logia moronense La Trocha No. 91, en 1982, a cuyas actividades asistieron miembros de distintas instituciones fraternales del territorio (Pérez, 2023b).

La realización de actos públicos se destaca como otra vía de las empleadas a favor de la recepción martiana en el territorio. En ese sentido sobresale el realizado en Morón, el 11 de diciembre de 1949, por la logia La Trocha No. 91 con motivo de la inauguración de casa-templo. Ese día tuvo lugar un acto público ante la estatua de Martí donde hizo uso de la palabra el periodista y profesor Benito Llanes Recino (Pérez, 2023b).

El depósito de ofrendas florales, también ha sido una vía muy empleada con ese fin. Formaba parte de los programas de actividades que se organizaban por la fundación de logias, celebración de aniversarios de logias y fechas históricas, así como de otras actividades de la institución. Algunos ejemplos concretos resultan las ofrendas depositadas ante el busto de Martí, en el parque homónimo de la ciudad cabecera, como parte de las actividades realizadas en la Gran Convención celebrada en Ciego de Ávila en 1945 (Montano, 1947) y por el acto celebrado con motivo de la entrega de las cartas patentes a las logias Luz de La Trocha No. 40 e Hijas de Gonzalo de Quesada No. 17, el 27 de febrero de 1949 (Pérez, 2023b).

El carácter patriótico de la Orden Caballero de la Luz, suficientemente demostrado en estudios existentes (Pérez, 2018 y 2020), deviene en un móvil esencial de la labor patriótica de la institución, en su devenir histórico y en las distintas localidades donde han existido asociaciones suyas. En el territorio avileño salta a la vista la recurrente alusión, a través del nombre de más de la mitad de las logias constituidas, a figuras y sucesos independentistas. Así se tienen los nombres de Mariana Grajales, Salvador Cisneros Betancourt, Carlos Roloff, Marcial de Jesús Gómez Cardoso, Cosme de la Torriente y Gonzalo de Quesada, así como 3 denominaciones relacionadas con La Trocha: Invasión de la Trocha, La Trocha No. 91 y Luz de la Trocha No. 40.

También resulta significativo el hecho de incluir, en el programa de actividades, el depósito de una ofrenda floral en la casa natal del patriota Marcial de Jesús Gómez Cardoso, como parte de la constitución de la logia homónima (Pérez, 2023b). Otro hecho imperecedero, resulta la conmemoración del centenario del inicio de la gesta independentista cubana, por parte de la logia moronense La Trocha No. 91. Por el alto sentido patriótico de la conmemoración y el programa de actividades ejecutado, recibieron la felicitación de los máximos dirigentes de la institución, la que se hizo pública a través de una circular quincenal (Gran Logia Oriental, 1968)

La preocupación por la educación también constituye otra prioridad en la labor institucional. Iniciativas, como el auspicio de un colegio gratuito en los salones de la logia Salvador Cisneros Betancourt No. 19, de Gaspar, corroboran su labor en el territorio avileño (Pérez, 2023b). Además, hay que agregar que estaba a cargo de un maestro y miembro de la institución en la localidad: Eufemio Lacerda.

Dadas las características de la institución, su accionar revela un mayor énfasis en las formas no escolarizadas de la educación; en ese sentido, resulta significativa la inauguración el 9 de enero de 1949, por la logia Gonzalo de Quesada No. 17, de un programa radial titulado: “Tribuna Fraternal del Aire” en la radioemisora CMJO de Ciego de Ávila, el cual es audible todos los domingos a las 9:45am (Pérez, 2023b). Allí trataban sobre distintos temas cívicos.

El accionar benéfico, dado su carácter fraternal, es otra arista de la contribución social de la Orden Caballero de la Luz. En el territorio avileño resultan significativos hechos, como las donaciones realizadas por distintas logias (Invasión de La Trocha No. 7, Gonzalo de Quesada No. 17, La Trocha No. 91, Orientación Martiana No. 220, y Gabriela de Varona No. 1 (León, Padrón y Placeres, 1957a).

Otros hechos significativos resultan la donación, por parte de la logia de mujeres Luz de La Trocha No. 40, de una canastilla a una madre pobre de la ciudad cabecera (León, Padrón y Placeres, 1957b). Por su parte, la logia Gonzalo de Quesada No. 17 organizó una entrega de obsequios el día 24 de diciembre de 1954, entre los enfermos pobres recluidos en el Hospital Civil de Ciego de Ávila (Gran Logia Oriental, 1955).

Tal como revela el estudio realizado por Pérez (2018), sobre la Orden Caballero de la Luz en el antiguo territorio camagüeyano, la institución apoyó el triunfo revolucionario de 1959. Las logias avileñas no fueron la excepción y se sumaron de diversas formas. Una de las acciones más significativas resultó la fundación, en el mes de mayo de 1959, de una logia en el poblado de Majagua, a la que se identificó con el nombre de uno de los jóvenes revolucionarios caídos en el enfrentamiento a la dictadura batistiana: Pedro Martínez Brito. Al acto asistió el comandante Faure Chomón, quien develó un retrato del mártir e hizo el panegírico de la vida del joven revolucionario y compañero de lucha (Gran Logia Oriental, 1959a).

Otro acto de demostración de apoyo al triunfo revolucionario de 1959, en el territorio avileño, fue la realización de un homenaje a José A. Ávila y Reinaldo Segismundo Pérez, ambos luchadores contra la dictadura batistiana y miembros de la institución. El mismo fue organizado por la logia de Pina Invasión de la Trocha No. 7 y tuvo lugar el 3 de octubre de 1959. Las palabras centrales estuvieron a cargo de Efrén Izquierdo Bermúdez, luchador clandestino y miembro de la logia Hatuey No. 99, del municipio camagüeyano de Florida (Gran Logia Oriental, 1959b).

Conclusiones

La institucionalización de la Orden Caballero de la Luz, en Ciego de Ávila, tiene su origen en 1924 con la fundación de la logia Gonzalo de Quesada No. 17 y se extendió a todo el territorio, con la única excepción del perteneciente al actual municipio de Bolivia. Hasta 1959, fecha en que se fundó la última logia de esa asociación en el territorio, se constituyeron un total de 24, entre las que se encontraban 4 de mujeres y 6 de niños.

El estudio de la Orden Caballero de la Luz en el territorio avileño confirma la pertenencia de este último, a la región histórica camagüeyana. De allí que esta, deba considerarse en las investigaciones que se emprendan en torno a la referida asociación.

Las contribuciones más significativas de las logias avileñas a la sociedad estuvieron en su accionar cívico, benéfico y de recepción martiana, además de su apoyo al triunfo revolucionario de 1959.

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Municipios	Mayores Menores Pasados Jefes
	C.L.	S.H.	H.L.	E.H.	L.P.	S.P.	TOTAL
Ciego de Ávila	1	2	1	1	-	-	5
Morón	1	-	1	-	-	-	2
Baraguá	2	2	2	2	1	-	9
Majagua	1	-	-	-	-	-	1
Ciro Redondo	1	-	-	-	-	-	1
Chambas	3	-	-	-	-	-	3
Florencia	1	-	-	-	-	-	1
Primero de Enero	1	-	-	-	-	-	1
Venezuela	1	-	-	-	-	-	1
TOTAL	12	4	4	3	1	-	24